Las letras a tres meses superan a la inflación y las de nueve rozan el 3,5%

España coloca 2.069 millones en deuda a corto plazo con fuerte demanda

Belén Trincado Aznar

Dos jornadas antes de que el BCE comunique su decisión sobre política monetaria, el Tesoro español salió al mercado para vender letras a tres y nueve meses. En deuda a corto plazo, España captó 2.069 millones, importe que sitúa en el rango medio del objetivo que se había marcado el organismo que dirige Carlos Cuerpo. Como viene siendo una constante en un entorno de subida de tipos, las rentabilidades han vuelto a experimentar un nuevo incremento. El tipo de interés de las letras a tres meses se sitúa en el 3,263% y el de la deuda a nueve meses en el 3,49%. Es decir, siguiendo la estela de lo logrado la semana pasada por la deuda a seis y 12 meses, las rentabilidades que ofrecen las letras a tres y nueve meses superan a la inflación. El IPC cerró mayo en el 3,2%, mínimos de julio de 2021.

El grueso de la emisión correspondió a la deuda a nueve meses. En esta referencia el Tesoro captó 1.540 millones al 3,49%, por encima del al 3,212% de la puja anterior. Es decir, se trata del tipo más alto desde febrero de 2013. Los 529,7 millones restantes pertenecieron a las letras a tres meses. La rentabilidad subió del 3,061% al 3,263%, máximos de noviembre de 2011.

Lejos quedan ya los momentos en los que el Tesoro vendía deuda a tipos negativos. Aunque el endurecimiento monetario se traduce en un incremento del coste del coste de financiación el fin de los tipos cero ha devuelto el brillo a la renta fija. Como se demostró en la emisión sindicada de la semana pasada, el apetito de los inversores por la deuda española no se ha resentido con el adelanto electoral. En un momento en el que obtener rendimientos atractivos sin asumir riesgos es cada vez más complicado, las letras se han convertido en una de las opciones preferidas. Su corta duración y su riesgo prácticamente nulo está sirviendo de acicate para los pequeños ahorradores.

Además del incremento de las rentabilidades una de las señas de identidad de las subastas es la abultada demanda, la prueba más fehaciente del interés que muestran por los inversores por el papel español. Las órdenes de compra para ambas referencias superaron los 5.343,27 millones, lo que supone una ratio de cobertura de 2,85 la oferta. Solo en la deuda a tres meses la demanda alcanzó los 2.122 millones.

Aunque el interés de los inversores por el papel español es generalizado, una de las corrientes que impera desde comienzos de años es el apetito de los pequeños ahorradores por las letras. Las órdenes no competitivas, por la que las peticiones no se hacen a un precio concreto y que son las que responden mayoritariamente a los particulares, para las letras a nueve meses alcanzó los 401,53 millones, por encima de los 357,62 millones de la emisión anterior. Para las letras a tres meses el importe solicitado por los ahorradores se situó en los 215,08 millones, un 26% más que en la colocación del mes pasado. Es decir, se replica el furor que genera la deuda a corto plazo entre los minoristas. Una tendencia que se ha visto acelerada por las reticencias de los bancos a pagar más por los depósitos. Según los datos del Banco de España a cierre del primer trimestre las familias españolas tenían en su poder letras por valor de 10.847 millones, una cifra que supera ampliamente los 9.000 millones registrados a cierre del pasado ejercicio.

La emisión de este miércoles se produce en un momento en el que todas las miradas están puestas en los bancos centrales. Hoy es el turno de la Reserva Federal. El mercado espera que la institución mantenga sin cambios las tasas, una idea que se vio reforzada después de conocerse que la inflación se moderó en mayo al 4% desde el 4,9% previo. Mañana será el turno del BCE. En sus últimas intervenciones su presidenta Christine Lagarde ha adelantado un alza de 25 puntos básicos, el segundo incremento consecutivo a este ritmo. El mercado espera que los tipos suban al 4%, máximos de 2008. Las expectativas de tipos más altos no son impedimento para que la prima de riesgo se mantenga por debajo de los 100 puntos básicos, niveles que no se veían desde la sacudida bancaria que siguió a la caída de Silicon Valley Bank y el rescate in extremis de Credit Suisse.

Horas antes de conocer la decisión del BCE el Tesoro volverá al mercado con una subasta de bonos y obligaciones, la última emisión de junio, un mes marcado por la tercera emisión sindicada del año. El organismo que dirige Carlos Cuerpo espera colocar entre 4.500 millones y 5.500 millones de euros en bonos a tres años y obligaciones a cinco y 15 años. En lo que va de año España ha vendido 141.288 millones, el 58,8% del programa de financiación a medio y largo plazo.

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