Pedro Sanchez, el ‘prometheus’ Central Bank

Los políticos disparan las promesas de gasto público en tiempos de elecciones, sin ser conscientes del alto endeudamiento que sufre España

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Foto: CÉSAR ORTIZ (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV

Craso error ver el telediario a una semana de que los españoles votemos. Llevo todo el mes escuchando promesas económicas y me pregunto por qué lo hacen ahora. Me aclara mi otro yo, con ironía inglesa, que ese hombre tan alto que se llama Pedro deber de tener mucho dinero. “Vamos a inyectar 580 millones de euros para reforzar, para robustecer, y para modernizar los 13.000 centros de atención primaria en España”, dice. La cifra no me hizo moverme del sillón ya que llevamos más de 40.000 millones de euros en promesas, cuantía que sí me hacen subir las cejas al más puro estilo Ancelotti.

Viendo las cuentas públicas de España creo que los políticos deberían ser algo más prudentes si piensan en el largo plazo y no solo en el rédito electoral. Ofrecer la tierra prometida sin tener dinero o teniendo deudas se ha convertido en el ejercicio preferido en todos los países de la OCDE. Los gobernantes han descubierto esa nueva arma de seguir creando deuda. Después, que la Comisión Europea diga lo que quiera que al final estamos todos endeudados y no somos los peores de la clase: que el BCE imprima dinero para todos y a tirar ‘p’alante’, que todos estamos igual, y lo de la deuda “es un marrón de toda Europa”.

Belén Trincado Aznar

La deuda es la amputación del crecimiento futuro y, si no, que se lo digan a Italia que es el peor de la clase en términos de deuda pública, que no privada. España es uno de los países con más deuda externa, con una deuda que supone el 113% del PIB. Y la Seguridad Social, ese ente nirvana con el que soñamos que nos dará de todo y que ya tiene más de 100.000 millones de deuda. Ahora que toda Europa vive gracias a la impresión de dinero, los políticos han decidido pasar de la austeridad y crear sus propios bancos centrales prometiendo todo lo que haga falta a una sociedad adormecida que, en mi humilde opinión, es tratada de manera infantil.

Y es que, puestos a endeudar a la sociedad, hagámoslo en cosas que incidan de lleno en los retos macroeconómicos que tenemos y que favorezcan la productividad. Que la deuda tomada haga que luego el PIB tenga apalancamiento positivo y que, sobre todo, haga que la asignación de recursos sea eficiente. Una sociedad madura debe aspirar a que los que menos posibilidades tienen se les apoye para que puedan tener herramientas de desarrollo futuro y pueden valerse fuera de la subvención sistemática.

Y, para los que aspiran a gobernar y están ahora en la oposición, ¿alguien cree que en su sano juicio que se van a bajar del mundo ‘prometheus’? Pues no, simplemente tienen otro mensaje que es bajar los impuestos. Está bien eso de pagar menos al fisco, pero si quieres mantener el Estado de Bienestar que, gracias a Dios, derecha e izquierda todos lo mantienen, no se puede hacer de otra forma que no sea acumulando deuda. La austeridad es de los protestantes y no de la cristiandad mediterránea.

Por cierto, cuando escuchen lisonjear con orgullo a las elites políticas que gobiernan decir que la deuda de España ha bajado desde el 120,4% del PIB de 2020 al 113,2% en 2022, no piensen que ha sido porque han sido austeros y eficiente sino porque la inflación ha subido un 6,5% en 2021 y 5,7% en 2022. Esa devaluación inflacionaria ha existido con lo que, por favor Señora Calviño, explique al pueblo que, aunque la inflación hace mejorar la cifra de deuda sobre PIB, la realidad es que tenemos más deuda, no tenemos un duro y estamos endeudados hasta las cejas. No les quiero contar lo que van a ser las próximas Elecciones Generales y los trillones de promesas económicas que van a caer. Sueño ya con Prometheus regalándome billetes de avión para ver Jordania.

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