La Reserva Federal critica su propia supervisión sobre el Silicon Valley Bank

El regulador estadounidense señala que tardaron en comprender el alcance real de los problemas del SVB, lo que llevó a que la entidad conservara una buena calificación

Una oficina del Silicon Valley Bank en California.Robert Gauthier (Los Angeles Times via Getty Imag)

La autopsia ha terminado. Los reguladores bancarios estadounidenses han hecho público este viernes su disección de los hechos que llevaron al colapso del Silicon Valley Bank. La combinación de un gran porcentaje de depósitos no asegurados, la inversión en valores de renta fija que perdieron valor ante la subida de tipo de interés y el rápido crecimiento del negocio generaron una crisis perfecta que el banco regional no pudo superar. La novedad es que tres de las cuatro claves del informe señalan deficiencias en la supervisión oficial. La pregunta es si la sacudida ha terminado: las acciones del First Republic, otra firma regional, aún se tambalean a la espera de algún tipo de rescate oficial o privado.

En un mordaz informe de 114 páginas liderado por la Reserva Federal, se destaca que los propios supervisores tardaron en comprender el alcance real de los problemas del SVB y que, cuando se identificaron los problemas, las autoridades no actuaron con la suficiente agresividad para garantizar la solución de los problemas.

El SVB tenía 31 “advertencias de supervisión de seguridad y solidez” sin resolver al momento de su quiebra, el triple de la media de los bancos comparables, según señala la Reserva Federal. Estas alertas se extendían a áreas fundamentales para la operación de una entidad financiera, como la gobernanza y gestión de riesgos, la liquidez y el uso de herramientas tecnológicas.

A la vez, el informe responsabiliza directamente a una serie de cambios regulatorios ejecutados en 2019 que eximieron a todos los bancos, salvo los ocho más grandes, de un mayor escrutinio en algunas de las operaciones. Esto se tradujo, según la autopsia oficial, en menos requisitos de capital y liquidez. Sin embargo, el impacto de este cambio aprobado durante la administración Trump es limitado. “Aunque es posible que unos requisitos de supervisión y regulación más estrictos no hubieran evitado la quiebra de la empresa, probablemente habrían reforzado la capacidad de resiliencia del SVB”, matizan las autoridades

Los reguladores tomaron finalmente el control de SVB, con sede en Santa Clara, California, el 10 de marzo. El colapso provocó un pánico que llevó a la caída rápidamente de Signature Bank, con sede en Nueva York, y a una intervención de los reguladores financieros. Sin embargo, la autopsia señala que las autoridades deberían haber apreciado antes las “deficiencias críticas” de la entidad, que en solo tres años había triplicado sus activos. Los problemas de apreciación por parte de la Reserva Federal hicieron que el SVB “mantuviera una buena calificación, incluso cuando la situación se deterioró y surgieron riesgos significativos para la seguridad y solidez de la empresa”, señala el estudio

Los funcionarios estadounidenses afirmaron rápidamente que investigarían lo que salió mal para evitar que se volviera a repetir. “Tras la quiebra del Silicon Valley Bank, debemos reforzar la supervisión y regulación de la Reserva Federal, basándonos en lo que hemos aprendido”, ha comentado este viernes Michael Barr, el vicepresidente de Supervisión de la Reserva Federal. Barr ya había informado el mes pasado que la autoridad había otorgado varias veces malas calificaciones al Silicon Valley Bank, a la vez que habían planteado preocupaciones en privado a los directivos de la entidad.

Operación interna

El reporte señala que el Silicon Valley Bank era “una empresa muy vulnerable en formas que tanto su junta directiva como la dirección no apreciaban plenamente”. Sin embargo, el supervisor considera que no se trata solo de una percepción sino de una gestión débil con un “modelo de negocio altamente concentrado” y una “alta dependencia de depósitos no asegurados”.

En particular, el reporte acusa a la dirección de la entidad de no gestionar los riesgos asociados a los tipos de interés “centrándose solo en los beneficios a corto plazo” al eliminar las coberturas de tipo de interés. En ese caso, el banco modificó sus supuestos de gestión de riesgos para “reducir las formas en que se medían los mismos”, en vez de abordar los verdaderos desafíos.

Los expertos de la Reserva Federal ejemplifican la mala gestión al destacar que el pasado 8 de marzo, la dirección del SVB intentó captar capital en un período de gran incertidumbre para el sector tecnológico, lo que provocó una rápida salida de depósitos, con una sangría de 40.000 millones de dólares solo un día después.

Además, el supervisor ahora señala que los programas de compensación para los directivos “alentaron la toma de riesgos excesivos para maximizar las métricas financieras a corto plazo”, sin considerar las perspectivas a futuro. Al mismo tiempo, estos arreglos no incluyeron oportunidades para fortalecer el control interno ni la aplicación de las reglas existentes.

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