Las alternativas que ofrece la banca a la fiebre por las letras

Las entidades disparan la venta de fondos de renta fija a corto plazo, con expectativas de rentabilidad que no llegan al 3%

Agencia Getty (Getty Images)

El furor por las letras del Tesoro ha puesto al ahorro conservador en el mapa. Lo ha despertado del largo letargo sin rentabilidad que impuso la era de los tipos cero. La fulminante subida del precio del dinero iniciada por el BCE el año pasado ha recordado a los ahorradores más conservadores que empiezan a existir opciones para sacar rentabilidad a su dinero, aunque no lleguen a ser capaces de batir la inflación.

Belén Trincado Aznar

Un interés de casi el 3% en la primera subasta de 2023 de letras a doce meses ha puesto el foco de los ahorradores en este activo, con colas para la compra en el Banco de España, y la onda expansiva ha llegado también a las oficinas bancarias. El cliente reclama a su banco más remuneración para su dinero y las entidades financieras, que se resisten a pagar más por los depósitos porque no tienen apuro ninguno de liquidez, están desplegando una serie de alternativas con las que intentar acercarse a ese 3% de rentabilidad, el nivel al que ahora aspira el pequeño ahorrador. Después de todo, ese es el precio del dinero en la zona euro, el nivel al que ha dejado los tipos el BCE y que será superior en los próximos meses.

Las alternativas a las letras del Tesoro existen, aunque no sea fácil aspirar a un 3% anual a través de fondos puramente conservadores en los que además hay que pagar, aunque reducida, una comisión de gestión. Los fondos de renta fija a corto plazo, en especial en su versión de rentabilidad objetivo –con una expectativa de rentabilidad no garantizada–, los monetarios e incluso los seguros de ahorro están siendo las opciones que presenta la banca a un cliente que, ahora sí, reclama más ganancias para su dinero.

CaixaBank ofrece uno de los grandes ejemplos de cuál está siendo la respuesta de la banca española al efecto del alza de los tipos de interés sobre el ahorro conservador. Su fondo CaixaBank Deuda Pública 2024, que invierte en deuda soberana española e italiana con vencimiento en mayo de 2024, ha captado en poco más de un mes ahorro por más de 2.000 millones de euros. Se trata del fondo de inversión más vendido en Europa en lo que va de año, según señalan desde Morningstar. Todo un éxito para la red comercial del banco, que no ha reaccionado por el momento con aumentos en la remuneración de los depósitos. En la misma línea, en Ibercaja explican que enero ha sido el mejor mes de la historia de su gestora en captación de fondos, con 420 millones de euros, de los que el 90% corresponden al Ibercaja España Italia Abril 2024, un producto que, como el de CaixaBank, invierte en letras españolas e italianas. Su expectativa de rentabilidad es del 2,7% TAE.

Miguel López Ferrero, director del área técnica de Ibercaja Gestión, señala que “este es el año de la renta fija y los fondos ofrecen una alternativa más eficiente a las letras desde el punto de vista fiscal”. Argumenta que cuentan con el beneficio de no tener que tributar por las plusvalías cosechadas si el dinero se reinvierte en otro fondo y defiende que el momento actual es especialmente propicio para la renta fija a corto plazo. “El pico en las rentabilidades a corto plazo está muy cerca, se irán desinflando, el valor del fondo subirá y surgirá la ocasión de traspasar la inversión a otro fondo con mayor expectativa de rentabilidad”, explica.

El interés que paga el Tesoro a un año, del 2,813%, está cerca de hecho al del bono soberano a una década, en el 3,3%, lo que da claramente más atractivo a la inversión en deuda a plazos más cortos. Una rentabilidad parecida al cabo del año sin tener que aparcar el dinero durante una década. En las subastas de letras de febrero, el tipo a nueve meses, 2.938%, ha sido incluso superior al de las letras a un año lanzadas en enero.

Los bancos están apurando esas rentabilidades en la deuda a plazos más cortos para lanzar una oleada de fondos de rentabilidad objetivo, en los que se anuncia una ganancia estimada pero no garantizada. La CNMV acaba de advertir precisamente de la importancia de aclarar al cliente esa ausencia de garantía y de recordar que los fondos de renta fija, al plazo que sean, también pueden ocasionar pérdidas.

El año 2022 dejó una traumática evidencia de ello para los inversores más conservadores. Fue un año de pérdidas históricas para los bonos y solo los fondos monetarios, aquellos que invierten en los plazos de deuda más cortos, se salvaron mínimamente de la quema. Estos fondos son ahora otra de las alternativas que ofrece la banca. “Los monetarios son una opción muy atractiva, con rentabilidades que rondan el 2,5%. Tienen liquidez diaria, no hay penalización por reembolso y su riesgo es casi cero. El año pasado su rentabilidad fue nula frente a las pérdidas de hasta el 4% de la renta fija a corto plazo”, explica Ignasi Viladesau, director de inversiones de MyInvestor. Los monetarios son de hecho los fondos más equiparables a las letras y en esa comparativa, es clave el peso de las comisiones. En el Renta 4 Fondtesoro Corto Plazo, la comisión total es del 0,35%, superior al 0,15% de la compra directa de letras en el Banco de España o la web del Tesoro.

Para aspirar a una rentabilidad superior al 3% este año, según añade Viladesau, ya sería necesario optar por renta fija corporativa de alta calidad, otra de las oferta que la banca tiene sobre la mesa para el cliente y que entraña, dentro del abanico del ahorro conservador, algo más de riesgo. “Es un paso cuantitativo pero la deuda empresarial de máxima calidad podría dar el 3,5% a dos años”, señala.

En la oleada de fondos de rentabilidad objetivo, Ibercaja ha lanzado uno de renta fija privada a dos años y medio con una TAE esperada del 3,25% y Sabadell cuenta con otro fondo de este mismo tipo , el Amundi Buy &Watch, a un plazo de cinco años y una expectativa de rentabilidad anual del 3,98%. La entidad que preside Josep Oliu también está recuperando productos de ahorro que tuvieron buena acogida en tiempos pasados de tipos de interés más altos, como los fondos garantizados –cuenta con uno a un año y 10 meses al 1,96% TAE– o los depósitos estructurados. Antonio Sáiz, director de ahorro e inversión de Banco Sabadell, afirma que “hacía mucho tiempo que los clientes no venían a las oficinas a preguntar por productos de ahorro. Vemos claramente una mayor demanda de alternativas para el ahorro conservador. Los productos se venden muy rápidamente, antes de que termine el período de suscripción”. En Ibercaja reconocen que “el furor por las letras ha despertado al cliente, que ha venido al banco y contratado un fondo”.

Sin rastro de guerra del pasivo

Por ahora, no hay noticias de mayor remuneración para los depósitos. En el sector reconocen que no hay apuros de liquidez que empujen a pagar más por el ahorro de los clientes como fórmula con la que lograr recursos. Al contrario, los bancos hicieron acopio sobrado de liquidez gracias al BCE y siguen financiándose sin problema, aunque a precios más caros, en el mercado de capitales. Las mejoras de rentabilidad son muy puntuales y se concentran de momento en las cuentas nómina, el gancho con el que captar al cliente y a través del que ofrecerle otros productos financieros.

Pablo Porres, director de ahorro e inversión de ING, apunta que la entidad ha elevado la rentabilidad del ahorro en dos ocasiones en tres meses, hasta dejar la Cuenta Naranja al 0,70% TAE y al 0,95% el depósito a un plazo de 18 meses. El foco comercial, como en la mayoría de bancos, está sin embargo en los fondos de rentabilidad objetivo, con un vehículo que invierte en deuda soberana a tres años y una expectativa de rentabilidad del 2,2% TAE.

En iAhorro aseguran que “alternativas en ahorro seguro no hay muchas”. En depósitos destacan entidades pequeñas o extranjeras, como Ebn Banco, Renault Bano o Wizink. Esta misma semana, Renault Bank, el banco de la financiera del grupo automovilístico francés, rompía la barrera del 3% TAE en su depósito a dos años. “En seguros de ahorro no hay muchas novedades para conseguir rentabilidad, sí están empezando a ofrecer algo más, pero difícilmente por encima del 1%”, añaden. En los depósitos también es importante fijarse en la frecuencia en el pago de intereses, según advierte Antonio Gallardo, analista de Asufin. En si hay pagos trimestrales o semestrales o en si hay que esperar al vencimiento para cobrar la totalidad del interés. En tal caso, por atractiva que sea la rentabilidad, puede evaporarse al completo si hay que rescatar el ahorro antes de tiempo. Y tocará volver a la casilla de salida.

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