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En colaboración conLa Ley

Josep María Paños (candidato a decano del ICAB): “Soy la única candidatura que defiende al abogado de a pie y no a los grandes despachos”

El aspirante a liderar el Colegio de Barcelona dice que es un “transatlántico” que no avanza y critica que se utilice como plataforma para aspiraciones personales. Paños asegura que quiere dar un toque de atención sobre los problemas reales de los abogados de la ciudad condal y defiende la colegiación voluntaria

Josep María Paños, candidato a decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB).

Josep María Paños (Barcelona, 1965) aspira a “dar la sorpresa”, como dice su lema, el próximo 19 de junio con su candidatura a liderar el decanato del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB). Ejerce la profesión desde principios de la década de los 90, casi siempre por cuenta propia, y pone el foco en la baja participación de los abogados en los procesos electorales, algo que quiere subsanar con la aprobación del voto electrónico, y propone más ventajas fiscales a los profesionales del derecho de la ciudad condal. En una charla telefónica con CincoDías, defiende la libre colegiación porque considera que la obligatoriedad es “decimonónica”. Cree que el colegio se ha transformado en un “trasatlántico” que apenas ha avanzado y quiere representar las inquietudes y problemas de los abogados de a pie, ajenos a las grandes firmas legales.

¿Cuál es su diagnóstico sobre la abogacía de Barcelona?

Tenemos un colegio que sigue estando dominado por cuatro o cinco grandes despachos donde la gran masa de colegiados ni vota ni espera nada. Hay una desconexión y la prueba está en que hay 24.000 abogados censados que pueden votar y no llegan a 4.000 o 5.000 los que votan.

¿Cómo se puede solucionar esta desconexión?

Con algo que yo he defendido desde un principio y que evidentemente a nadie le interesa: introducir el voto electrónico. Parece mentira que en que, en el siglo XXI, en la época de los avances tecnológicos, no podamos tenerlo. Con esta opción mucha gente podría votar por cualquiera de las candidaturas que se presentasen sin tener esa molestia que supone de perder una mañana de trabajo para desplazarte y para votar. Ahora solo vota la gente que tiene un verdadero compromiso con las candidaturas que se presentan y el resto, sencillamente, no van a votar. Con una reforma que permita votar desde tu despacho, sin moverte y plenamente garantizado, las posibilidades de que personas ajenas a los poderes fácticos pudieran ser elegidas aumentaría exponencialmente.

“Necesitamos un colegio para los colegiados, no colegiados para un colegio, que es lo que estamos viviendo actualmente”

¿Qué otros asuntos son prioritarios?

Trabajar un estatuto fiscal de la profesión. Somos un colegio con 24.000 colegiados y fiscalmente estamos maltratados. Nadie lucha para que el turno de oficio, que es una prestación pública de garantías constitucionales para las personas que están necesitadas de asistencia jurídica, pues no estén exentas de IVA o de IRPF, para que los abogados se puedan deducir los vehículos en sus desplazamientos y que no padezcan una persecución en Hacienda, que no les permite deducirse prácticamente nada. Nadie se mueve dentro del colegio porque lo que les interesa es estar a bien con los gobiernos de turno. Quedamos totalmente desamparados ante la voracidad de la Agencia Tributaria. Es un problema gravísimo.

¿Por qué deberían votar su candidatura?

Mi lema de campaña es “Dar la sorpresa”, votar diferente. Evidentemente, una persona decana con una victoria solitaria va a quedar en minoría en la Junta, pero sí que sería un toque de atención: oiga, que somos 24.000 abogados y que siete, ocho, nueve o doce mil queremos otra cosa. No estamos identificados con las juntas que salen. Les damos un toque de atención si gana un independiente que nadie se espera y a partir de ahí, pónganse las pilas y escuchen estas propuestas, hagan un colegio que sea para los colegiados. Nosotros necesitamos un colegio para los colegiados, no colegiados para un colegio, que es lo que estamos viviendo actualmente.

¿Y por qué usted sería la persona adecuada?

Porque soy el único que defiende la libre colegiación. La colegiación obligatoria es un lastre decimonónico incompatible con una economía de mercado. Soy el único que defiende una profunda reforma electoral que permita el voto electrónico, con lo cual va a decidir libremente cada uno desde su despacho, y no moviendo a los amigos de turno. Soy el único que está defendiendo un régimen fiscal atractivo para los abogados. Y soy el único que está haciendo propuestas de a pie para los colegiados, que haya una auditoría de los gastos. No hay manera de saber los miles de euros que se gasta el colegio y a dónde van. Nadie está comentando nada de las pensiones de miseria que les van a quedar los abogados que apostaron por la mutualidad. Soy la única candidatura que defiende al abogado de a pie y no a los grandes despachos.

¿Cuál es su de los últimos años?

Una continuidad, más de lo mismo. El colegio sigue como un trasatlántico enorme, donde estaba, ni se ha avanzado en la reforma electoral, ni en un mejor trato fiscal a los colegiados, ni en una verdadera transparencia de las cuentas, ni en recorte de gastos, ni en que el 0,7% se destine a abogados que estén en situación precaria y no a otras organizaciones fuera del ámbito de la abogacía. No se ha avanzado en que haya gente que, como la última decana, que se presentó diciendo que servía al colegio y a los dos días saltó a la política. Se está utilizando el Colegio de Abogados de Barcelona para la promoción personal y eso debería estar prohibido. Y si sucede, que se convoquen nuevas elecciones porque tenemos un decano, al que conozco y es una bellísima persona, pero al que nadie lo votó como decano.

“Se está utilizando el Colegio de Abogados de Barcelona para la promoción personal y eso debería estar prohibido”

¿Qué admira de los otros candidatos?

De Vanesa González admiro que siempre se está presentando, no desiste, tiene tenacidad, quiere aportar. Pero, desde mi modesta opinión, tiene un aspecto excesivamente socializado del colegio y entiendo que un colegio no debe entrar aquí. De los otros dos candidatos, representan las posturas de los grandes despachos que no van a servir para cambiar nada. Da igual que gane el uno o el otro.

¿Cuál quiere que sea la impronta de su equipo si gana las elecciones?

El convencer para que se adopten estas reformas esenciales, de manera que se puedan invertir los máximos recursos posibles en los colegiados y si se pueden abaratar las cuotas, pues que se abaraten.

Cuéntenos algo más de usted: ¿Por qué estudió derecho? ¿Cuáles son sus aficiones? ¿Qué es lo mejor que le ha ocurrido en su vida y cómo se ve en cinco años?

Nunca lo he escondido: mi madre me convenció para que dejara historia, porque yo quería ser historiador. Llegué a la carrera de derecho por accidente. Desde que terminé el servicio militar, me he centrado en el derecho fiscal y tributario y me encuentro muy a gusto. Me encanta todo tipo de deporte, la montaña, la bicicleta. Soy muy futbolero, del Atlético de Bilbao por mi padre, que era un forofo a muerte y esa pasión me la transmitió a mí: puedes cambiar de todo menos de club de fútbol. Lo mejor que me ha pasado en mi vida es estar casado con mi mujer y de aquí a cinco años espero seguir compartiendo mi vida con ella, como hasta ahora.

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