Jugar al vóley o dormir bajo las estrellas: ¿qué actividades están prohibidas en las playas?
Las ordenanzas municipales marcan decenas de líneas rojas, traspasarlas puede suponer importantes multas
Agosto es sinónimo de vacaciones y son muchas las personas que este mes hacen las maletas rumbo al litoral español. Las playas del norte, la Costa del Sol, las bellas calas de las islas Canarias o Baleares… Cualquier destino es válido para pasar unos días de relax tomando el sol con la brisa marina. Pero ojo, las playas españolas, al igual que el resto de los espacios públicos, están sujetas a normas que los usuarios deben cumplir si no quieren terminar con una multa bajo el brazo.
Los ayuntamientos, mediante las ordenanzas municipales, regulan el correcto uso de sus playas y establecen un régimen sancionador para evitar conductas que puedan dañar el entorno natural. Hoy en día, el litoral español está sometido a decenas de líneas rojas. Muchas de ellas, según los expertos consultados por CincoDías, son desconocidas. “Algunas de las infracciones previstas aún nos sorprenden porque no esperamos que sean sancionables”, reconoce Eva Pereira, abogada experta en derecho administrativo de Legálitas.
Por ejemplo, una de las restricciones que sorprende a muchos turistas es la prohibición de jugar a las palas, al vóley o pelotear con un balón de fútbol en la playa. Es una actividad restringida en muchos territorios de España, como en Málaga o Valencia. Y la multa no es barata. En caso de que los bañistas realicen alguno de estos pasatiempos dentro del agua, en la orilla o en zonas transitadas se castiga a los infractores con sanciones de hasta 3.000 euros.
Otra actividad muy común que conlleva multa es consumir bebidas alcohólicas bajo la sombrilla. Muchas normativas son tajantes en este sentido: solo se podrá tomar cerveza, mojitos o sangrías en los puestos habilitados para ello, es decir, los chiringuitos. Y ojo con acompañar la bebida con un cigarrillo, cada vez son más las playas libres de humos. Barcelona, País Vasco o Cantabria son los territorios más exigentes, con multas de hasta 600 euros por fumar en la playa.
Según José María Monedero, socio en Dikei Abogados, la restricción de fumar “puede ser discutible en un espacio tan genuinamente abierto y aireado”. Eso sí, “habría que juzgarla en relación con la densidad de ocupación de ciertas playas en época de baño y sobre todo con la finalidad de evitar colillas en la arena”, añade el experto.
Pasar la noche en la orilla del mar bajo las estrellas también es una práctica que los turistas practican con frecuencia. Algunas normativas son muy claras, no se puede acampar ni dormir en las playas. Es una regla muy similar a la de dormir en los vehículos estacionados en vía pública. En Galicia, por ejemplo, si la policía municipal ve a los usuarios echar una cabezada en un saco de dormir o con una tienda de campaña en la arena se pueden enfrentar a una sanción de 3.000 euros.
Arena y moluscos
Es muy tentador visitar la costa y recoger algún elemento marino como recuerdo del viaje, pero debe saber que está prohibido. Según la Ley de Costas, es ilegal extraer de las calas y de las playas todo elemento que forme parte del entorno natural. Por lo tanto, está castigado recoger arena, minerales, rocas, conchas o caracolas esparcidas tanto en el mar como en la zona costera.
En el caso de Canarias o Baleares, hacer acopio de arena o rocas volcánicas es una infracción grave que conlleva una multa que va desde los 500 euros hasta los 3.000. Además, como curiosidad, fuera de la frontera española se imponen sanciones aún más severas. Si la arena procede de una zona protegida o hay indicios de que se quiere comercializar con ella, pueden imponerse incluso penas de prisión. Así le ocurrió a una turista española que, por recoger 40 moluscos en la costa de Florida (EE UU), pasó 15 días en la cárcel.
Incumplimiento
La Administración tiene carta blanca para multar a los ciudadanos en aras de reparar los daños y perjuicios ocasionados. En algunos casos, también se puede vetar el acceso a la playa en la que se ha cometido la infracción. Como señala Almudena Fernández Carballal, of counsel de CCS Abogados, “la medida provisional de impedir el acceso a la playa se impondría en el marco de otro expediente contra ese usuario, y tendría que estar motivada por razones de seguridad pública, orden público y bien común”. Si el usuario de playa se niega a pagar, entonces la Administración “podría prohibirle provisionalmente el acceso a la playa” hasta que el infractor abone el importe de la sanción.
Límites a la hostelería y Administración
Precio según mercado. La temporada alta de verano es una oportunidad de oro en los negocios para hacer caja. No obstante, deben evitar incurrir en prácticas que vayan en contra de los derechos de los consumidores. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado recientemente sobre los abusos en la cartas de los chiringuitos en las que se advierte al cliente que cobrarán el plato “según el precio del mercado”. Poner los productos en la carta sin los precios exactos es una práctica ilegal en España y el afectado “puede negarse a pagar la factura y exigir que se le aplique el precio de un producto similar que esté reflejado en la carta”, señala la OCU.
Tasa de acceso. El municipio costero de Sitges (Barcelona) quiere poner un precio para entrar en la ciudad (como ya ocurre en Venecia) y así evitar el tapón provocado por la llegada de una oleada de turistas. Sin embargo, es una iniciativa muy difícil de implementar. Primero, la Ley de Costas establece que el litoral es de uso público y no es posible cobrar por entrar a las playas. Y segundo, porque la obligación de pagar una tasa a los turistas requiere de una ley de la Generalitat. No obstante, una alternativa que baraja el ayuntamiento es “controlar los accesos en julio y agosto y establecer un horario de entrada para los residentes”, como ya dijo la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, en declaraciones a la Cadena SER.
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