Los expertos vaticinan otro año de grandes arbitrajes de energía
Los vaivenes de los precios y la incertidumbre con la guerra de Rusia favorecen la conflictividad. Arabia Saudí, Dubái o Pekín destacarán como sedes arbitrales
Los arbitrajes por roces y disputas en materia de energía marcarán la agenda del próximo año (otra vez). Para 2024, los expertos auguran un repunte de estos pleitos, motivado en síntesis por tres factores: la guerra con Rusia, la inflación y las dificultades para cumplir con los contratos de suministros. Son las previsiones del bufete internacional Clyde & Co, que este jueves participa en una sesión en el Congreso de Abogados In House, organizado por Aranzadi en Madrid, donde analizan las tendencias del arbitraje internacional. En conversación con Cinco Días, estos expertos adelantan sus predicciones y auguran años – incluso décadas – donde el ojo del huracán se posará en el sector de la energía.
Ya en el ejercicio fiscal de 2023, los pleitos por contratos relacionados con el petróleo, el gas y la minería se perfilaron como la mayor fuente de conflictos resueltos en el CIADI, la mayor corte arbitral mundial con sede en Washington, DC. Como recoge su memoria anual, publicada en octubre, estos pleitos representaron el 27% de los casos vistos en la corte, seguidos por los asuntos de "electricidad y otras fuentes de energía", que coparon la segunda posición por número de asuntos (el 15% de los pleitos).
Para los abogados del bufete, la ola de litigios energéticos viene incentivada por la alta conflictividad en torno al Tratado de la Carta de la Energía (que todavía vincula a Rusia, lo que complica el escenario) y la agenda hacia la descarbonización de los Estados (donde los gobiernos van con prisas). “Existe una tensión entre la necesidad de producir a partir de combustibles fósiles y la evolución hacia las energías renovables”, explica Miguel Relaño, socio en Madrid de Clyde & Co. En su opinión, “es difícil pensar que este sector a nivel de litigiosidad no vaya a estar muy activo en los próximos años, incluso en las próximas décadas”.
Son dos los grandes focos de conflicto: la inflación y los fallos en los suministros. Relaño reseña que “desde finales de 2022, los vendedores de gas natural licuado tienen problemas para cumplir con todas las entregas”. Un trabajo de la Universidad Queen Mary de Londres confirma esta idea. El documento Future of International Energy Arbitration Survey Report, publicado a principios de año, recoge la predicción de más de 900 expertos en arbitraje de todo el mundo. Y confirman que los vaivenes en los precios de las materias primas y de la energía será el mayor foco de pleitos energéticos privados en los próximos cinco años (así lo afirma el 28% de los encuestados). Tres cuartas partes de los juristas eligieron Europa como la región más conflictiva en este sentido.
Falta de suministros
Los especialistas en arbitraje del bufete internacional, que opera en España desde 2013, adelantan otras claves. Esperan roces entre empresas del sector de la construcción, vitaminados también por los bailes de precios y “la disrupción de la cadena de suministros a nivel global”. “Hemos empezado a vislumbrar un auge de los litigios en esta materia, que continuará aumentando durante el 2024”, apunta Luis Enrique Rodríguez, socio de la firma. Otro sector burbujeante será el farmacéutico. “Es previsible que en 2024 los arbitrajes en esta materia continúen aumentando, como ya hemos visto durante el 2023”, anticipa el letrado.
Otra tendencia que llama la atención de los expertos es la inteligencia artificial. La previsión de los letrados expertos en arbitraje consultados es que la IA tenga consecuencias a corto, medio y largo plazo en las cortes arbitrales. “A corto plazo”, apunta Rodríguez, “una de las grandes cuestiones será si las partes y los tribunales estarán o no obligados a revelar cuándo utilizan la IA para ayudar en sus presentaciones y en el proceso de toma de decisiones”.
IA y laudos
En el medio término, Rodríguez se plantea si los litigios de menor envergadura se podrán resolver con la ayuda de la Inteligencia Artificial. Lo que abriría la puerta a que la intervención de abogados y los árbitros sea cada vez menor en estos pleitos. “Puede ser muy positivo”, apunta, sobre todo a la vista de que “los tribunales están desbordados de trabajo y no pueden impartir justicia con rapidez”.
Sedes que despuntarán en 2024
Arabia. Las previsiones de los profesionales de la firma Clyde & Co es que Londres, New York y París mantendrán su reinado en el podio de grandes sedes de arbitraje mundial. En el retrovisor, cerca, Hong-Kong y Singapur. Milena Szuniewicz-Wenzel, socia de la oficina londinense del bufete y especialista en arbitraje internacional, llama la atención sobre Arabia Saudí. “Es evidente que cuenta con un gran apoyo del gobierno saudí y es probable que empiece a funcionar con fuerza en los próximos años”, vaticina.
Pekín. El crecimiento económico de China ha sido un espaldarazo para Pekín como sede arbitral de referencia. Existe una tendencia aperturista, que se ha traducido en una corriente de “internalización” de sus cortes, subraya Miguel Relaño, socio de Clyde, quien considera patente el esfuerzo por “incluir en los últimos años en las listas de árbitros a profesionales de distintas nacionalidades”.
Estocolmo, Dubái y Madrid. Otras sedes que repuntarán serán Estocolmo, donde la corte de la Cámara de Comercio ha adquirido “gran reputación internacional”; o Dubái, por “la importancia comercial y financiera que ha ganado la ciudad”, añade Luis Enrique Rodríguez, socio de la firma. En Madrid, el hermanamiento entre CIAM y CIAR, las dos grandes cortes de la capital, puede apuntalar el protagonismo de la ciudad en el mapa del arbitraje. Para los expertos, la urbe “destaca entre los países latinoamericanos” y puede resultar atractiva por sus precios.