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En colaboración conLa Ley

Qué artículos puede comprar un niño en Internet y cuáles no

Las empresas deben cerciorarse de que son mayores de edad

GETTY IMAGES

El 85 por ciento de los niños de 10 años tiene un teléfono inteligente. De ellos, un 75 % cuenta con acceso a Internet, según un reciente estudio de la Universidad Pública de Navarra. Navegar por tiendas virtuales como Amazon o Wallapop es relativamente sencillo para un menor. Pero ¿están capacitados legamente para comprar por Internet? Aunque sea su hábitat natural, la realidad es que la ley limita el poder de actuación de los jóvenes en la world wide web.

El Código Civil reconoce a los menores no emancipados lo que en Derecho se conoce como capacidad de obrar limitada. Esto significa que pueden adquirir bienes o servicios "de la vida corriente propios de su edad de conformidad con los usos sociales". Por ejemplo, un libro o un juguete, normalmente objetos de poco valor.

La norma general, por tanto, es que, para comprar – también por Internet – los menores necesitan el permiso de sus padres o tutores legales. Pero todo caso merece su estudio. Eugenio Ribón, presidente de la Asociación Española de Derecho de Consumo, aclara que la capacidad para comprar de un menor "debe acomodarse al sentido común". La edad es importante: "No puede valorarse igualmente la contratación de un niño de 7 años que la de un adolescente de 17", apostilla el abogado.

Lo que no pueden comprar los menores son objetos como coches, joyas, y en general, cosas "que no se corresponda con su capacidad económica", explica el abogado. Tampoco productos  dirigidos a mayores de edad. O algo que comprometa la capacidad económica de sus padres. "No es lo mismo un sobre de cromos o una entrada de cine que una suscripción anual en una plataforma digital", aclara Ribón.

Félix Pastor Alfonso, socio en De la Riva y Pastor Abogados, coincide en que un niño no puede comprar cualquier cosa en plataformas como Wallapop o Vinted. "Salvo actos muy concretos, los menores de edad no pueden celebrar contratos por sí solos", recuerda.

Por su parte, Rosana Pérez Gurrea, abogada experta en derecho de los consumidores y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya, va más allá y afirma que en el entorno de Internet "los menores de edad no tienen capacidad para comprar", por lo que siempre "necesitan autorización de sus padres".

Perfiles falsos

Crear un perfil falso en Internet es fácil. Portales como MediaMarkt o Amazon exigen a sus compradores ser mayor de 18 años y firmar declaraciones responsables al respecto. Intentan exonerarse así de cualquier responsabilidad en caso de cerrar una compraventa con un menor que, legamente, no está capacitado para ello.

"Es el empresario, y con mayor razón en la contratación online, el que debe articular los mecanismos adecuados para asegurar que el producto o servicio que vende es dirigido a una persona con plena capacidad de contratación y que se ajusta a los usos sociales", confirma Ribón. Pérez Gurrea agrega, este sentido, que "existen certificados digitales que permiten identificar o relacionar a todas las partes".

Sin ir más lejos, hace unos días Instagram anunció que utilizará Inteligencia Artificial para detectar la edad real de sus usuarios. El objetivo de Mark Zuckerberg es identificar a aquellos perfiles que se escondan tras identidades falsas; en especial, a los menores de 14 años que no tienen permitido acceder a la red.

Pacto reversible

Si, a pesar de estos controles, un menor compra algo que no debe por la red, no todo está perdido y existe margen para deshacer el entuerto. Pastor defiende que, en estos casos, el contrato es "anulable", pero "una vez cumplida la mayoría de edad se confirmaría el acuerdo, por mucho que se celebrara por el menor de edad sin el consentimiento de los padres". "Si se pidiera la anulación la demanda debe presentarse en el plazo de 4 años", apunta el abogado.

Sin embargo hay diversidad de opiniones. La letrada Pérez Gurrea opina que, en estos casos, el "contrato es directamente nulo por falta de consentimiento" – distinto que anulable –. En estos casos es como si la compra nunca hubiese existido.

Cesión de datos. Los mayores de catorce años sí pueden ceder voluntariamente sus datos, según la normativa de protección de datos vigente. Por debajo de este límite, Sergio Cámara, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de la Rioja, apunta que "el consentimiento contractual válido podría estar en tela de juicio sin representación parental".

Redes sociales. En España, la ley limita el acceso a redes sociales y chats a los mayores de 14 años. Sin embargo, cada portal impone sus propias reglas y juegan con este límite. Así, en Instagram y Facebook solo se puede ingresar si se es mayor de 14 años; en cambio, Twitter, Whatsapp o YouTube permiten el acceso a partir de los 13 años.

Consumidores vulnerables. Cámara explica que, en todo caso, los menores entrarían dentro de la categoría de 'consumidores vulnerables', un grupo de usuarios que se creó en enero de 2021. "Este tipo de consumidores gozan de una especial protección en relación con la forma de suministrar la información precontractual adaptada a sus características", subraya el Catedrático.

Trabajo. Los menores familiarizados con el entorno digital, como los youtubers o los influencers, pueden ser activos valiosos en el mercado laboral. Rosario Romero, socia en RB Legal, recuerda en este asunto que el Estatuto de los Trabajadores prohíbe con carácter general la contratación de menores de 16 años. Solo hay una excepción: "la contratación de menores de 16 para la intervención en espectáculos públicos", señala la experta. En estos casos, la contratación "debe ser autorizada por la autoridad laboral".

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