Los padres de la Constitución insisten en el consenso para la reforma de la Carga Magna
Pérez Llorca, Roca Junyent y Herrero y Rodríguez de Miñón, premio “Excelencia y Calidad en la Justicia” otorgado por el Consejo General de Procuradores de España
En pleno debate sobre la reforma de la Constitución, José Pedro Pérez Llorca, Miquel Roca Junyent y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón se han referido a la necesidad de lograr un gran consenso social y político como paso previo para modificar nuestra Carta Magna.
En su edición de 2018, y coincidiendo con el 40º aniversario de la Constitución Española, el Consejo General de Procuradores de España ha concedido el Premio “Excelencia y Calidad en la Justicia” a los últimos representantes de los llamados padres de la Constitución, por su contribución decisiva en la elaboración del texto constitucional a la convivencia en libertad y el bienestar de los españoles.
El acto de entrega de premios, que ha tenido lugar este miércoles en el salón de Actos del Tribunal Supremo, ha estado presidido por Juan Carlos Estévez, presidente del Consejo General de procuradores, junto con Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial, Juan José González Rivas, presidente del Tribunal Constitucional, y Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados.
Juan Carlos Estévez, que puso en valor la importancia histórica del perido de la transición, agradeció a los ponentes del texto constitucional su trabajo, que significó "un cierre del pasado, de las heridas y de apertura a la esperanza". En este sentido, destacó que los premios se entregaban a los siete padres de la Constitución, representados por los tres homenajeados. En su exposición recordó el espíritu de consenso que inspiró la redacción de la Cata Magna y otros momentos, como la Declaración de Gredos con motivo del 25º aniversario de la norma fundamental. En relación a los últimos ataques a la Constitución, Estévez, fue claro al manifestar que "jamás debemos consentir su derribo". Por último, reiteró el apoyo de la procura a los representantes del poder judicial, "maltratado constantemente" en los últimos tiempos, especialmente a los miembros del Tribunal Supremo.
Por su parte, Miquel Roca agradeció el premio, entregado por Carlos Lesmes y Estévez, "no a título personal" sino en nombre de toda la sociedad que "hizo posible que España se diera la Constitución que la incorporaba a la libertad, bajo una voluntad de convivir en paz y en forma de Estado de Derecho". Roca aceptó la distinción como "expresión de su compromiso de defender hoy la Constitución". En relación al debate abierto sobre la reforma de la norma fundamental, de la que, dijo, "es garantía de convivencia", Roca insistió en que cualquier legítima aspiración de modificación debe realizarse siempre siguiendo "el camino que la propia Constitución establece". "Solo el respeto de las normas ampara el cambio", manifestó.
José Pedro Pérez Llorca, que recibió el premio de manos de González Rivas y Estévez, también expresó su agradecimiento "como modesto representante" de la Constitución. Para Pérez Llorca, la Carta Magna fue fruto de la transición y el consenso, "no de un hombre concreto", afirmó. "Fue una obra política muy bien hecha", destacó. Pero, como explicó, la Constitución no es solo un gran acuerdo político sino un texto normativo "una apuesta audaz por el Estado de Derecho", que es garantía de convivencia. Fue la primera vez, recordó, que una Constitución reconocía al Poder Judicial como tal. En relación a la necesidad de modificarla, señaló que "nuestra Constitución bien se merece una reforma", pero siempre bajo el procedimiento establecido y, sobre todo, con el consenso social implícito necesario.
Por último, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, que recibió el premio de manos de Ana Pastor y Estévez, dijo estar de acuerdo con todo lo que habían dicho los homenajeados, "prueba de que nos llevamos bien", destacó. Refiriéndose al significado del "premio a la excelencia", y siendo los tres premiados, como dijo, "buenos juristas", apuntó que cualquier reforma constitucional precisa, además del consenso político, de un rigor técnico. Para Herrero, la actual Constitución es fruto de una "gran empresa", que fue el proceso constituyente, y una "buena obra mejorable", pero, sobre todo, consecuencia de "una operación política excelente". Frente a algunos mensajes que frivolizan la modificación de nuestra Carta Magna, Herrero insistió en la necesidad de que toda reforma se realice por expertos, capacitados técnicamente. En este sentido, y parafraseando a Marx, señaló que "jamás la ignorancia ha servido de provecho a nadie".
Los tres premiados destacaron en sus discursos la importancia de la procura en el engranaje de la administración de la justicia y alabaron el acierto de los procuradores al homenajear con estos premios a la Constitución. Herrero y Rodríguez de Miñón abogó por que estos auxiliares de la administración de justicia, pieza clave, sigan contando con la garantía de un colegio profesional, pues eliminar la colegiación, señaló, puede convertir la justicia en "un Rastro".