La banca activa la guerra del pasivo
La banca activa la guerra del pasivo
La banca activa la guerra del pasivo
Las constructoras Puentes y Joca, gallega la primera y extremeña la segunda, no van a caminar juntas. Su proyecto de fusión, con el objetivo de crear una entidad de 700 millones de facturación, está muerto y cada una planea ya el futuro por su cuenta. Puentes intenta crecer fuera, mientras Joca insiste en buscar un aliado.
Gana un contrato cercano a los dos millones de euros.
El Ministerio de Hacienda rechaza seguir los pasos de Trabajo, que ofrecerá incentivos o perdonará sanciones a empresas que regularicen a empleados no declarados. En la práctica, ello implica que si una compañía reconoce que tiene trabajadores sumergidos, obtendrá ciertas concesiones laborales, pero se enfrentará a multas tributarias y sufrirá, con toda probabilidad, una severa inspección fiscal.
Portugal admite que su déficit es del 8,6%, 1,3 puntos superior al anunciado