La Comisión Europea devolvió ayer a las autoridades alemanas de defensa de la competencia el examen del impacto en el mercado de los productos derivados del petróleo de la empresa creada por la petrolera Royal Dutch Shell y el gigante de la energía RWE.
El producto interior bruto (PIB) alemán creció un 0,6% interanual en el segundo trimestre de 2001, lo que supone una clara desaceleración en comparación con el 1,4% alcanzado en los primeros tres meses del año. Pese a estos malos datos, el Gobierno sigue insistiendo en una clara mejoría durante el segundo semestre del ejercicio.
El Gobierno español no quiere perder la posición estratégica que mantiene en Argentina y quiere trasladar a la Unión Europea el impulso que Estados Unidos persigue en su acuerdo comercial con Mercosur. Buenos Aires, mientras tanto, sigue sin desvelar la orientación de su operación de deuda.