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Christie’s subasta la medalla de oro de Bob Beamon, el hombre que ‘logró’ volar en los Juegos Olímpicos de México68

La firma de pujas lanzará la venta de la presea el próximo 1 de febrero en una de sus mejores salas en la ciudad de Nueva York

Fernando Sanz Sánchez de Rojas
El salto récord de Bob Beamon.
El salto récord de Bob Beamon.

Cuanto dinero puede costar el reconocimiento de la gloria? ¿Qué cantidad resultaría adecuada para reflejar con justicia el valor de un símbolo de una hazaña deportiva eterna?

Es lo que Christie’s se propone averiguar el próximo 1 de febrero. Ese día la multinacional de las subastas de objetos de arte y lujo ha reservado la mejor de sus salas en la ciudad de Nueva York para abrir la puja por la medalla de oro que el atleta estadounidense Bob Beamon logró en los Juegos Olímpicos de México el 18 de octubre de 1968, tras conseguir un salto de longitud no visto hasta entonces y que cambió el deporte para siempre.

Christie’s ha valorado de inicio que la puja partirá de un precio de entre 400.000 y 600.000 dólares (entre algo más de 367.000 y 551.000 euros). En la página web de la compañía ya es posible registrar las pujas.

Medalla de oro de Bob Beamon
Medalla de oro de Bob BeamonSanz Sánchez de Rojas, Fernando

En la final de salto de longitud de los Juegos Olímpicos de México, Beamon saltó 8,90 metros, rompiendo el récord mundial anterior por 55 centímetros. Su salto, apodado “el salto del siglo”, sigue siendo el récord olímpico de salto de longitud más de 50 años después.

Beamon, de 22 años en ese momento, era un atleta prometedor, pero no era el favorito para ganar la medalla de oro en México. Los favoritos eran Ralph Boston, el campeón olímpico de 1964, y Klaus Beer, el campeón mundial de 1966. La final de salto de longitud comenzó con Beamon marcando un salto de 8,22 metros, que lo colocó en segundo lugar detrás de Boston. Beer, sin embargo, se lesionó en su primer salto y no pudo continuar. En su segundo salto, Beamon se lanzó con todo su poder. Al salir de la tabla de salto, su cuerpo se elevó en el aire y aterrizó en la arena, el marcador mostró que había saltado 8,90 metros.

La multitud en el Estadio Olímpico Universitario de México quedó estupefacta. Los comentaristas no podían creer lo que habían visto. Beamon había superado el récord mundial por una distancia tan grande que no podía ser explicada por la ciencia. El salto de Beamon fue un momento histórico en el deporte. Fue un salto que superó las expectativas y cambió la forma en que se veía el atletismo. De hecho Beamon aterrizó tan lejos del alcance de la marca óptica y los jueces de pista tuvieron que sacar una cinta métrica para medir manualmente el salto. “Estaba realmente relajado y sentí que podía flotar sobre el agua”, recuerda Beamon del momento


Sesudos analistas se pusieron inmediatamente a difundir las hipotéticas razones por las que Bob Beamon pudo hacer un salto tan increíble. Una de ellas fue la altitud de Ciudad de México. La ciudad se encuentra a más de 2.200 metros sobre el nivel del mar, lo que reduce la densidad del aire. Esto permite a los atletas saltar más lejos, ya que tienen que propulsarse a través de aire menos denso. Otra razón fue la técnica de Beamon. Era un saltador muy poderoso y tenía una gran técnica. Aunque también tuvo un poco de suerte. El día de su salto, el viento soplaba a favor, lo que le ayudó a ganar impulso.

Antes del salto de Beamon, los récords mundiales de atletismo se medían en pies y pulgadas. Después del salto, se cambió a metros. Esto se hizo para reflejar la magnitud del salto de Beamon y para hacer que los récords fueran más fáciles de entender para los espectadores de todo el mundo.

El récord olímpico de Beamon se mantiene. Nadie en unos Juegos Olímpicos ha sido capaz de saltar más lejos dede su gesta. Hubo que esperar hasta el 30 de agosto de 1991 para ver a un atleta ‘volar’ igual que lo hizo Beamon. El también deportista estadounidense Mike Powell elevó la marca, en este caso como récord mundial, en 8 metros 95 centímetros.

Para darle aún más simbolismo a la medalla que va a subastar, Christie’s recuerda el contexto político que imperaba en Estados Unidos en el momento en el que Beamon consiguió el récord. El país estaba inmerso en una intensa turbulencia política y social que incluía la lucha por los derechos civiles y las protestas antibélicas generalizadas en respuesta a la Guerra de Vietnam.

Solo dos días antes del récord de Beamon los atletas afroamericanos Tommie Smith y John Carlos se subieron al podio olímpico y levantaron los puños enguantados de negro en el Saludo del Poder Negro. Beamon recibió su medalla con los pantalones del chándal enrollados hasta los tobillos, revelando los calcetines negros que llevaba en solidaridad con sus compañeros de equipo.

Bob Beamon celebra su vitoria en los Jeuegos Olímpicos de México 68
Bob Beamon celebra su vitoria en los Jeuegos Olímpicos de México 68Rich Clarkson (Sports Illustrated via Getty Ima)

Tras el himno nacional, Beamon se volvió hacia la multitud, sosteniendo la caja con su medalla de oro en el brazo izquierdo y levantando también su brazo derecho. Hoy Beamon es un filántropo activo, ha creado programas de ayuda a atletas y ha orientado su vida hacia la música jazz.

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Sobre la firma

Fernando Sanz Sánchez de Rojas
(Madrid, 1964). Estudió periodismo en Madrid. Comenzó su trayectoria profesional en la revista Aral. En 1991 se incorporó como redactor a la sección de Empresas de Cinco Días. Ha sido redactor jefe de la sección de Empresas, jefe de la sección de Especiales y actualmente redactor jefe de la edición impresa del diario.
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