A&G se conjura para romper la maldición de la venta internacional de fondos

La firma quiere distribuir sus productos fuera de España con nuevas alianzas

Sede de A&G Banca Privada, en el Paseo de la Castellana de Madrid.

Los fondos de inversión españoles siempre han sido muy locales. Mientras que en Madrid hay más de un centenar de gestoras extranjeras vendiendo sus productos, la venta de fondos nacionales en Londres, París o Fráncfort brilla por su ausencia. El proyecto A&G Global Investors quiere romper con esta maldición y lograr que sus vehículos de inversión se conozcan más allá de las fronteras españolas.

La iniciativa surge dentro del grupo A&G Banca Privada, una de las boutiques españolas más importantes en el asesoramiento a grandes patrimonios. En los últimos ocho años, la entidad ha ido ampliando la gama de productos propios, tanto para activos líquidos (bonos y acciones) como en mercados privados, para ir convirtiéndose en una potente gestora de activos. Ya no solo distribuyen entre sus clientes ricos productos de terceros, sino que tienen también una amplia gama de estrategias propias. Entre la parte de fondos de inversión convencionales (950 millones de euros) y la de fondos de inversión de capital riesgo (450 millones) acumulan 1.400 millones de activos gestionados.

Diego Fernández-Elices, director de inversiones del grupo y responsable del proyecto, explica que “con el tamaño que hemos alcanzado y las buenas rentabilidades que han logrado nuestros gestores creemos que tenemos los mimbres para poder distribuir fuera de España nuestros productos”. A&G lleva ya meses viajando al extranjero para ir contando el proyecto. “De hecho, ya tenemos algunos inversores extranjeros en algunos de nuestros productos, sobre todo de algunos países nórdicos y de Latinoamérica”, apunta Fernández-Elices.

Para apuntalar el proyecto, la entidad ha fichado a dos nuevos profesionales para las ventas, sobre todo institucionales. Son Francisco Lomba —proveniente de la firma estadounidense Global X— para la gama de fondos de inversión convencionales; y Julio Martín-Simo (que ha trabajado en Londres para Alantra y Goldman Sachs).

El proyecto de internacionalización, que ahora echa a andar, conllevará nuevas alianzas con inversores y gestoras de otros países, para llegar a cada vez más mercados. “Tenemos la suficiente gama de productos, experiencia de gestión y buenos resultados, como para que nuestros productos sean atractivos para muchos inversores fuera de España”, reflexiona Fernández-Elices.

En la parte de renta variable, la entidad cuenta con un fondo muy potente, el Fondo DIP Paradigma Value Catalyst, gestionado por Andrés Allende; fondos diferenciales en renta fija, y una gama de productos multiactivos con buena trayectoria. También cuentan con el primer fondo de inversión libre español que invierte bitcoin y otras criptomonedas.

En mercados privados, mientras, tienen equipos especializados en invertir en transición energética (plantas fotovoltaicas, empresas que desarrollan nuevas tecnologías..), un fondos inmobiliario que busca invertir en nuevos proyectos de habitabilidad (coliving, residencias de copropiedad para mayores...), junto con un fondo de fondo de capital riesgo, donde hay coinversiones en empresas.

Mientras que en España han llegado desde hace décadas todas las grandes gestoras, norteamericanas, inglesas, francesas o italianas (incluso algunas suizas, belgas o coreanas), la presencia de firmas españolas en otros mercados es residual. Los grandes grupos bancarios, como el Santander o el BBVA, tienen negocio por sus propias redes de sucursales en Reino Unido, Brasil o México, pero ninguna firma vende ninguno de sus productos a terceros.

Desde el sector se explica esta anomalía por la fortísima fuerza que tiene en España la banca a la hora de distribuir fondos de inversión. “Siempre había que pasar por los grandes bancos para vender producto, lo que ha dificultado la creación de un ecosistema de gestoras independiente, que creciera y llegara a vender fuera”, apunta un veterano gestor.

En A&G, una firma con 37 años de Historia y que ahora está controlada por la familia Rodríguez-Fraile y otros socios, creen que por primera vez van a ser capaces de crear un proyecto de inversión distribuya sus vehículos más allá de las fronteras españolas.

La única presencia que sí que tienen entidades españolas como CaixaBank AM, Santander, Buy & Hold, Abante o la propia A&G fuera de España es a través de sus filiales en Luxemburgo. Sin embargo, el tener allí registrados fondos no se explica por su distribución entre clientes de otras nacionalidades, sino por la querencia del cliente español de banca privada por utilizar vehículos de inversión con pasaporte luxemburgués.

El sector de las gestión de activos es uno de los más competidos del mundo. Cada fondo de Bolsa europea o de bonos corporativos, se compara diariamente con cientos de competidores extranjeros. Solo los mejores tienen la posibilidad de salir fuera y vender su producto. “Creo que lo vamos a conseguir”, sintetiza Fernández-Elices, “por la fortaleza de esta casa, por la excelencia de nuestros gestores y la libertad que les damos y porque no nos importa pactar con ellos un esquema de remuneración que les haga cobrar mucho dinero si son capaces de lograr grandes resultados, como pasa con las grandes estrellas del fútbol”.

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