Previsiones para 2024: Bolsas con poco margen de subida y con fe en la tecnología
El fuerte rally lleva a una posición mayoritariamente neutral en renta variable
Las Bolsas de todo el planeta van a cerrar 2023 con una fuerza que nadie esperaba. En el año en que se temía un descarrilamiento de la economía mundial por las subidas de tipos, la macro ha ido mejor de lo previsto y, en contra de lo que se temía, y la política monetaria no ha roto nada importante. Eso sí, con las fuertes revalorizaciones bursátiles de las últimas semanas, las previsiones para 2024 son muy modestas.
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Las Bolsas de todo el planeta van a cerrar 2023 con una fuerza que nadie esperaba. En el año en que se temía un descarrilamiento de la economía mundial por las subidas de tipos, la macro ha ido mejor de lo previsto y, en contra de lo que se temía, y la política monetaria no ha roto nada importante. Eso sí, con las fuertes revalorizaciones bursátiles de las últimas semanas, las previsiones para 2024 son muy modestas.
El índice S&P 500, que sintetiza la evolución de las mayores cotizadas norteamericanas, va camino de concluir el presente ejercicio en récord histórico con un alza de más del 24%. La Bolsa nipona se anota casi un 30%. Y el índice tecnológico Nasdaq sube un más del 50%. Un desempeño que condiciona las perspectivas para el próximo año.
Pedro del Pozo es director de inversiones de la Mutualidad de la Abogacía –una firma que administra activos por valor de 12.000 millones de euros–. Cuando analiza las posibilidades de los mercados de renta variable para 2024 se muestra cauto. “Teniendo en cuenta el rally de fin de año, no es descartable algún tipo de consolidación en Bolsa a corto plazo. Eso sí, estas subidas parece que sí valen para poner un suelo a los resultados empresariales futuros”.
La explicación del subidón que han tenido los mercados de renta variable desde octubre tiene un punto técnico. De un día para otro, los analistas por fin se creyeron que la inflación está bajo control, y que los bancos centrales van a empezar a bajar los tipos de interés. Un precio del dinero más barato hace que los descuentos de flujos futuros de beneficios de las empresas tengan un mayor valor en el presente. Eso fue el desencadenante del rally navideño de Bolsa y bonos.
“Las valoraciones actuales ofrecen menos margen para que se produzca un repunte significativo a corto plazo y también implican un mayor riesgo a la baja que a principios de 2023″, concede Álvaro Antón Luna, responsable en España de la gestora británica Abrdn. “Dado que el mercado espera un crecimiento de los beneficios de dos dígitos bajos, es probable que se aproveche cualquier signo de debilidad en los resultados para una corrección”, reflexiona.
Los sectores predilectos
En Beka Finance, además de apostar por el sector tecnológico porque “tiene capacidad para sobreponerse al ciclo económico actual”, también recomiendan invertir en el sector financiero, “que se va a seguir beneficiando de unos tipos de interés altos, y el de materias primas”. Además, como oportunidad estratégica señalan el sector salud “gracias a los beneficios potenciales del envejecimiento demográfico, las valoraciones y el aumento del gasto sanitario”, explica José Miguel Fernández, analista sénior de renta variable de la firma.
Desde el gigante de la inversión BlackRock reafirman su apuesta por las megafuerzas que van a marcar la economía en los próximos años. Javier García, responsable de ventas en España, destaca, además de las tecnológicas y la transición energética “el movimiento de desglobalización, que es un factor inflacionario, y el progresivo envejecimiento de la población, que brindará oportunidades en el sector de la salud”.
Durante las últimas semanas, se han ido sucediendo las presentaciones de perspectivas para 2023 por parte de diversas firmas de análisis, pero la realidad ha corrido más que las previsiones. Un buen ejemplo es el pronóstico de Joaquín García-Huerga, el director de estrategia global de BBVA AM. Hace justo un mes calculaba que la Bolsa europea podría revalorizarse cerca de un 10% en 2024, pero es que desde entonces los mercados ya han subido más del 5%, con lo que el margen es mínimo. Menor aún incluso para la Bolsa de Estados Unidos.
El máximo responsable de JP Morgan Banca Privada en España, Luis Artero, subrayaba hace unos días que “las valoraciones de las compañías estadounidenses están bastante ajustadas”. Para el índice S&P 500, calculaban que podría terminar 2024 en el rango entre 4.800-4.900 puntos. A día de hoy, eso otorga al selectivo un potencial de poco más del 2% como mucho.
Ante el poco recorrido de la Bolsa y el potencial de los bonos, varias casas están recomendando a sus clientes infraponderar en las carteras la renta variable. “En la inversión en acciones hay mucho margen para la decepción. Creemos que con las bajadas de tipos será una mejor alternativa apostar por la renta fija”, apuntan desde la banca privada iCapital.
Aunque no todas las firmas de análisis ven un recorrido tan escaso en la Bolsa norteamericana. Mabrouk Chetouane, responsable de estrategia de mercados globales de Natixis IM Solutions considera que “Estados Unidos es, sin duda, el sitio donde hay que estar invertidos”. El motivo es el peso de las tecnológicas. Pese al fuerte crecimiento de los beneficios empresariales del Nasdaq en 2023, por encima del 30%, cree que seguirán aumentando tanto en 2024 como en 2025, en ambos casos más de un 20%.
El potencial de las tecnológicas
La gran temática inversora en 2023 ha sido la inteligencia artificial. El anuncio de Microsoft de la compra de una participación mayoritaria en OpenAI, la empresa desarrolladora de ChatGPT, sacudió a los mercados. Todas las grandes tecnológicas han sacado pecho con su exposición a la inteligencia artificial, si bien la gran sorpresa ha sido el fabricante de tarjetas gráficas Nvidia, que se ha revalorizado un 250% en el año.
Javier Lendines, responsable de inversiones en Mapfre Asset Management, considera que a pesar de las fuertes subidas del sector en el ejercicio que ahora termina, “seguimos siendo muy favorables con las perspectivas de las tecnológicas”. Coincide en el análisis con la gestora británica M&G Investments: “creemos que las tendencias estructurales a largo plazo pueden ofrecer oportunidades atractivas a los inversores pacientes, especialmente en temas como la innovación, incluyendo la inteligencia artificial, y también las infraestructuras, la sostenibilidad y la descarbonización, que deberían perdurar, con independencia de la complejidad del panorama actual”.
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