Los probióticos, un negocio en alza para la salud digestiva o metabólica

La multinacional ADM invierte 28 millones en una planta en Valencia para producir cepas para la industria farmacéutica y de alimentación

Dos científicos del laboratorio de I+D de ADM Biopolis en Paterna (Valencia).

El estado del microbioma, las bacterias que viven en el organismo y las condiciones ambientales a su alrededor, es cada vez más determinante en la salud. Hay estudios científicos que constatan ya que los desórdenes en el mismo se asocian a la aparición de algunas enfermedades. Por ejemplo, la dermatitis atópica en niños o la psoriasis en adultos están relacionadas con un desequilibrio en el ecosistema digestivo, cuenta en un encuentro con la prensa el vicepresidente de I+D en nutrición y salud de ADM Biopolis, Daniel Ramón Vidal, quien observó esa conexión hace diez años. “Diseñamos cócteles de probióticos que resuelven la disbiosis y hacen que se acorten los tiempos de respuesta al tratamiento”, recuerda.

La multinacional estadounidense ADM (Archer Daniels Midland) adquirió hace seis años esta spin-off del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con sede en Paterna, en el Parque Científico de la Universidad de Valencia, consciente del potencial de negocio de los probióticos tanto en la industria de alimentos y bebidas como en la farmacéutica. Se calcula que este mercado puede aumentar en 2027 hasta los 10.400 millones de dólares (9.728 millones de euros), un 20% más que en 2022, señala la empresa, que alcanzó en 2022 por primera vez los 100.000 millones de dólares de facturación global.

Por eso, la firma acaba de invertir 30 millones de dólares (28 millones de euros) en una fábrica de tres plantas de 2.400 m2 en Carcaixent, a unos 40 minutos de Valencia, para la producción de probióticos y posbióticos. Estos últimos suponen una revolución para la formulación de productos que, como la leche, se someten a altas temperaturas para su pasteurización. ¿Cómo se consigue? Tras el proceso de fermentación, los microorganismos se inactivan gracias a un tratamiento térmico y de secado.

Interior de la fábrica de probióticos de ADM en Carcaixent (Valencia).

“Esta planta refuerza la apuesta de ADM en salud y bienestar, uno de los principales pilares de crecimiento en los próximos años”, resalta Francisco Climent, country manager para España, durante la inauguración. Esta división generó en 2022 unos ingresos globales de 506 millones de dólares y el objetivo de la compañía es superar los 2.000 millones en diez años. El foco de investigación está en salud digestiva, metabólica, la función inmune, de la piel y mental. Y en el diseño de suplementos nutricionales específicos para los pacientes.

El pico de producción de 50 millones de toneladas anuales se espera para 2026-2027, según el pronóstico más conservador. Pero la empresa contempla una ampliación de las instalaciones de alcanzarse entonces esa cifra. “Somos los mayores transformadores de productos agrícolas (cereales, maíz) para la industria alimentaria; tenemos una posición de liderazgo y queremos aprovecharlo”, argumenta Climent durante la visita a la planta.

A pocos metros, ADM posee otra fábrica, adquirida en 2014, que produce extractos, aromas y edulcorantes para alimentos y bebidas. “Somos líderes mundiales en nutrición humana y animal”, asegura. En total, cuenta con más de 260 empleados entre Carcaixent y Paterna, invierte 7 millones anuales en I+D y tiene 50 ensayos clínicos en marcha en el mundo. Su probiótico y posbiótico estrella, el BPL1, es la cepa que más se fabrica y está indicado para la salud metabólica. En Reino Unido, su marca superventas es Bio-Kult. Sus principales clientes son gigantes de la alimentación y farmacéuticas.

La inflamación del tracto digestivo influye también en que niños con celiaquía sufran dermatitis recurrente, prosigue Ramón Vidal. También en daños cognitivos y problemas de fertilidad en hombres y mujeres. “Es un campo emergente fascinante y muy prometedor”, concluye el ejecutivo.

Datos clave

Fábricas. ADM tiene 321 plantas de producción en el mundo. Cinco están en España y Portugal. La facturación del mercado ibérico es de 1.000 millones de dólares. La de Carcaixent es la única que produce probióticos y posbióticos, según Francisco Climent, country manager y vicepresidente mundial de salud y bienestar de la firma. Esta fábrica abastecerá la creciente demanda de dichos productos en EE UU, Asia-Pacífico (China) y Europa.

Compras. Además de las inversiones en España, el gigante estadounidense adquirió en 2021 la empresa de suplementos dietéticos Deerland, con sede en Georgia. Enfocada en tecnología probiótica, prebiótica y enzimática, cuenta también con una instalación en Dinamarca. Ese año también se alió a la firma china Vland, dedicada igualmente a producir enzimas y probióticos.

Producto. El objetivo de ADM es la producción de simbióticos (formulaciones que contengan prebióticos, probióticos y posbióticos) tanto para la salud humana como animal, esta última área también en aumento. Los formatos de venta van desde los 250 gramos hasta los 3 kilos. Tras la preparación de los ingredientes para la fermentación de las bacterias, la inoculación de la cepa bacteriana seleccionada, la separación y el proceso de criogenización (si es un probiótico) o de calor (si es un posbiótico), el producto resultante es un pellet sólido o gránulos y un polvo concentrado, respectivamente.

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