Juan Ignacio Guerrero (UNIA): “Formamos profesionales que lideren la transformación digital en sus propias organizaciones”
El director del Máster Universitario en Inteligencia Artificial Aplicada a Entornos Empresariales y Financieros de la Universidad Internacional de Andalucía, asegura que el posgrado busca la transferencia efectiva de conocimiento al tejido productivo
Lejos de tratarse de un asunto solo para programadores o ingenieros, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una disciplina transversal con implicaciones profundas en todos los sectores económicos y sociales. Así lo confirma Juan Ignacio Guerrero Alonso, profesor titular de la Universidad de Sevilla y director del Máster Universitario en Inteligencia Artificial Aplicada a Entornos Empresariales y Financieros (MUIAEEF), impulsado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). “La IA tiene fundamentos técnicos y científicos robustos, pero su verdadero impacto se manifiesta cuando se integra con otras áreas del conocimiento, como la economía, el derecho o la gestión empresarial”, explica.
La inteligencia artificial, recuerda, lleva décadas empleándose en múltiples sectores, pero su evolución reciente -especialmente con la llegada de la IA generativa- ha acelerado y democratizado su uso. Hoy es difícil encontrar un sector donde no esté presente. En el industrial, el financiero, el logístico o el agroalimentario, su integración no solo es habitual, sino imprescindible para mantener la competitividad.
Guerrero habla con conocimiento de causa porque, aunque inicialmente sus proyectos se centraban en el sector industrial, a lo largo de la última década ha desarrollado proyectos en turismo, gestión de personal, finanzas, gestión de activos, gestión de flotas, análisis automatizado de documentos, contabilidad, optimización de procesos, entre otros. “Todos los sectores están explorando su aplicación, desde grandes empresas hasta pymes, que ahora pueden acceder a herramientas antes impensables”, asegura.
Sobre el caso concreto de la transformación digital del sector financiero, una de las primeras que se vio beneficiada por el uso de la IA, asegura el profesor, que la revolución ha venido de la mejora de la eficiencia operativa con bots, el análisis de grandes volúmenes de información utilizando big data, la optimización del riesgo de crédito, la automatización del asesoramiento financiero (robo advisors), o la detección de fraudes y transacciones sospechosas en tiempo real.
Cuando se le pregunta sobre el impacto de la IA en el empleo, Guerrero defiende que más que una amenaza, debe entenderse como “una herramienta que amplifica sus capacidades y multiplica su alcance”. “Su valor radica, apunta, en su capacidad para liberar a los profesionales de tareas repetitivas y permitirles centrarse en actividades de mayor valor añadido”. Así, señala que esta transformación está abriendo nuevas oportunidades laborales en áreas como la supervisión de algoritmos, la toma de decisiones éticas o la implantación estratégica de soluciones inteligentes en las organizaciones.
Desde esta perspectiva, el máster que dirige está concebido para una audiencia amplia y multidisciplinar de ámbitos diversos -financiero, jurídico, institucional- y con un enfoque eminentemente práctico. El programa contempla una progresión estructurada que parte de los fundamentos metodológicos y culmina con la aplicación de la IA en casos reales inspirados en entornos empresariales. Guerrero explica que los estudiantes abordan retos concretos en sectores clave, desarrollan modelos predictivos en entornos simulados y culminan con un Trabajo Fin de curso enfocado en un reto empresarial concreto, con tutorización académica y colaboración profesional. “El objetivo es que el alumnado adquiera competencias técnicas aplicadas sin perder de vista el contexto organizativo y estratégico de cada solución”, subraya.
Por otro lado, consciente del ritmo vertiginoso con el que evoluciona el ecosistema de tecnologías asociadas a la inteligencia artificial, Guerrero destaca que el máster no pretende vincularse de forma exclusiva a ninguna plataforma tecnológica concreta, sino más bien ofrecer una visión global, transversal y crítica de las que hay disponibles actualmente en el mercado. “No se trata tanto de aprender una herramienta concreta, como de entender por qué usarla, para qué sirve, en qué contexto es adecuada y qué implicaciones tiene”, detalla.
Este enfoque integral responde, además, a una necesidad real del mercado. Tanto la Comisión Europea como distintos informes del ecosistema tecnológico alertan sobre el déficit de profesionales cualificados en inteligencia artificial. Guerrero afirma que el máster, precisamente, busca reducir esta brecha con una formación online, flexible y orientada a proyectos, lo que permite al alumnado compaginar su empleo con los estudios. Y añade: “al participar docentes y expertos en activo, se garantiza el vínculo con las necesidades reales del tejido productivo”. “El objetivo es formar en cada edición a un centenar de profesionales capaces de impulsar la transformación digital desde dentro de las organizaciones. Para ello, se ha optado por un modelo docente innovador, escalable y colaborativo, basado en el enfoque eliA, que combina sesiones en tiempo real y materiales disponibles para trabajar de forma flexible”, resume sobre los objetivos del programa que dirige.
Uno de los pilares fundamentales del máster es la transferencia efectiva de conocimiento al tejido productivo. “El programa está diseñado para capacitar a profesionales para asimilar, adaptar e implementar de forma eficiente los avances científicos y tecnológicos en inteligencia artificial, contribuyendo así al desarrollo sostenible, competitivo y ético de los sectores empresariales y financieros”, explica Guerrero.
“La integración de la IA ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. Las organizaciones que no la integren de forma decidida corren el riesgo de quedarse atrás”, concluye.
La dimensión ética de la IA
En un contexto donde la inteligencia artificial va más allá de la mera implementación tecnológica, el máster pone un énfasis especial en la dimensión ética y responsable de su uso. “Una dimensión que no se contempla como un elemento complementario, sino como un auténtico eje vertebrador de todo el programa formativo”, insiste Guerrero.
Además de la formación técnica, el posgrado subraya la importancia de comprender las implicaciones sociales y legales de la inteligencia artificial, con un enfoque integral que prepara a los futuros profesionales para gestionar los desafíos éticos y jurídicos asociados a su implementación como la protección de la privacidad y los sesgos algorítmicos. “Este enfoque integral garantiza que los profesionales del máster no solo adquieran competencias técnicas avanzadas, sino que también desarrollen una comprensión crítica y comprometida del impacto social, jurídico y ético de la inteligencia artificial, actuando como agentes responsables en su implantación y gestión”.