De Coldplay a Rosalía: conciertos cada vez más sostenibles

Los eventos de música en directo aceleran en la utilización de energía renovable y el reciclado

Coldplay el pasado 28 de mayo en Barcelona. El grupo entrega una pulsera de led a cada espectador, que invita a devolver a la salida para ser reutilizada.

La industria de la música en directo está acelerando hacia la sostenibilidad. El impacto medioambiental que producen los festivales y los conciertos allí donde se celebran está siendo medido por grandes artistas y grupos concienciados con la salud del planeta. Son miles las personas que se desplazan a este tipo de eventos, lo que se suma a la necesidad por parte de los organizadores de hacer un alto consumo de energía o de utilización de materiales contaminantes, como el plástico.

Con la primavera dando sus últimos coletazos y el verano a la vuelta de la esquina, el calendario de actuaciones está repleto. En esta temporada, el reto está en zanjar la crisis del Covid, pero con etiqueta verde. Rebuilding Europe, the cultural and creative economy before and after the Covid-19, publicado por EY, revela que los conciertos facturaron 643.000 millones en Europa en 2019, suponiendo el 4,4% del PIB.

En España, la Asociación de Promotores Musicales recoge que en 2022 se logró récord de facturación en venta de entradas, con 459,2 millones. “De no haber sido por la pandemia, las cifras de hoy ya se habrían visto en 2020. Es decir, el sector va, en términos económicos, con dos años de retraso”, explica Albert Guivernau, profesor colaborador de OBS Business School.

Con respecto a las iniciativas sostenibles, Guivernau señala que “se están haciendo cosas”, y alude a los conciertos que acaba de realizar Coldplay en Barcelona, que han reunido a 250.000 espectadores en cuatro días. “Han usado generadores de energía verde”; “esto es un avance”, y responde a una de las tendencias, que es el “ser autosuficientes”, añade.

DHL se encarga de la logística sostenible.

Coldplay se ha convertido en un abanderado de la música verde. Dejó de celebrar conciertos en 2018 con el objetivo de encontrar la alternativa para que fueran más ecológicos. Durante la gira actual, Music of the Spheres, pretende reducir las emisiones de CO2 un 50% con respecto a la anterior. Para ello, se han asociado con diferentes empresas, como DHL para la logística, que utiliza biocombustibles y vehículos eléctricos; con la petrolera finlandesa Neste, que le proporciona combustible sostenible, y con BMW, que le facilita energía con baterías recicladas. El grupo británico también reutiliza las pulseras de luz led que entrega a cada persona para el espec­tácu­lo y la pista está montada con suelo cinético que se carga con los saltos de los espectadores, entre otras muchas iniciativas.

Primavera Sound

También en Barcelona se ha celebrado este fin de semana el Primavera Sound, que ha reunido a artistas como Rosalía y Pet Shop Boys. Por primera vez se han utilizado generadores de bajas emisiones, que, según cálculos de los organizadores, evitarán unas 27 toneladas de CO2. En 2022 fue el festival más concurrido en España, con 550.000 asistentes. Por detrás se situó el Mad Cool (310.000 personas) y el Arenal Sound (300.000 visitantes).

El 34% de las emisiones en una actuación se debe al propio escenario

Green Touring Guide, dirigida al sector, estima que cada espectador que asiste a un concierto genera 5,2 kg de CO2. Para uno de tamaño mediano, esto sumaría alrededor de 1,5 toneladas, lo que supone un vuelo de Berlín a Nueva York. El estudio distribuye un peso a las emisiones que producen cada uno de los factores que intervienen en este tipo de actos. El más nocivo para el medio ambiente es el propio recinto, que es responsable del 34% del total; mucho tienen que ver aquí la iluminación o los efectos especiales. Por detrás están los desplazamientos del público (33%), el merchandising (12%), el alojamiento (10%), los viajes del grupo (9%) y la promoción (2%).

Una de las conclusiones del informe es que, “aunque todos los músicos importantes redujeran significativamente su huella de carbono durante la gira, el impacto positivo inmediato en el clima sería aún más bien pequeño, ya que contaminan menos que otros sectores. “Pero los músicos son modelos a seguir para muchas personas. Si mi banda favorita usa camisetas fabricadas de una manera justa o ecológica, yo como fan posiblemente mire más el origen de la ropa cuando vaya de compras”, resume.

Actuaciones bajo el peso de la ley

Residuos. La Asociación de Festivales de Música (AFM) ha elaborado la Guía para avanzar hacia festivales de música circulares con el objetivo de proporcionar una serie de herramientas que ayuden a este tipo de eventos a ser sostenibles. Lo primero es recordar que nueva ley de residuos integra el principio de “quien contamina paga”. Así, “los promotores asumen una serie responsabilidades con respecto a los residuos que se generan en sus eventos, mediante las cuales han de asegurar su adecuado tratamiento, de conformidad con la jerarquía establecida por el siguiente orden de prioridad: prevención, preparación para la reutilización y reciclado”. Las sanciones por incumplimiento de obligaciones o generación de residuos oscilan entre los 100.001 euros y los 3,5 millones.
Envases. A partir del próximo 1 de julio los promotores de eventos festivos, culturales o deportivos tendrán la obligación de ofrecer alternativas a la venta y la distribución de bebidas en envases y vasos de un solo uso, garantizando además el acceso a agua potable no envasada.

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