El movimiento B Corp crece en España y mejora el impacto que generan las empresas
En 2022, 90 compañías se sumaron a un cambio en el modelo empresarial que busca generar un impacto positivo en todos los sectores y que agrupa a más de 200 organizaciones en el país.
Cada día más empresas se preocupan por el impacto que generan en la sociedad, en el medio ambiente, en sus clientes o en la vida de sus trabajadores. El movimiento B Corp, que llegó a España en 2014 de la mano de B Lab Spain –una organización sin fines de lucro– ha incorporado ya a 200 compañías que están cambiando su modelo de negocio para cumplir con altos estándares de desempeño social, ambiental, de transparencia pública y responsabilidad legal. Una transformación transversal, que modifica la cultura empresarial e incorpora prácticas que contribuyen al bienestar de las personas que forman parte del proceso productivo y genera mejores resultados económicos.
“Una empresa B Corp entiende que su estrategia de sostenibilidad no es distinta a su estrategia empresarial”, afirma Pablo Sánchez, director ejecutivo y cofundador de B Lab Spain. “Esa concepción de integrar el impacto como un vector en el modelo de negocio es el principal cambio en este tipo de compañías. Luego esto se puede traducir en el ámbito social y ambiental”, explica. Esta organización ofrece a cualquier empresa que busque transformarse las herramientas para medir y mejorar este impacto.
Los estándares que una empresa B Corp tiene que cumplir son abiertos y accesibles para que cualquier compañía pueda hacer su propia medición y saber cuál es su punto de partida. Sin embargo, si alguna decide convertirse en B Corp, debe pasar por un riguroso proceso de evaluación y verificación de su desempeño que solo un 4% de las empresas que se miden logran superar. Este proceso lo realizan los equipos de B Lab, que analizan desde la cultura empresarial hasta el tipo de texto que rige los objetivos empresariales. Además, analizan que se tengan en cuenta no solo a los accionistas, sino también a los principales grupos de interés que se busca impactar: desde los trabajadores, los proveedores y los clientes hasta la comunidad en donde está inserta dicha empresa y, sobre todo, el medio ambiente. La certificación se renueva y se revisa cada tres años para dar un seguimiento a todas las organizaciones. Para garantizar el desempeño a lo largo del tiempo y establecer incentivos de mejora continua, las empresas B Corp se someten a una reevaluación cada tres años.
Un movimiento empresarial en expansión
En España, el número de empresas que se han sumado a este cambio de paradigma empresarial se incrementó en un 82% tan solo el año pasado. Las compañías B Corp facturaron en 2022 unos 8.200 millones de euros. En el mundo, las 6.200 compañías sumadas a este movimiento obtuvieron 189.000 millones, según datos recabados en la memoria de B Lab Spain. La transformación de los mercados ha creado una nueva tendencia. Los consumidores tienen ahora otras sensibilidades y sus preferencias hacia marcas más sostenibles han cambiado la oferta. Por otro lado, cada vez más profesionales buscan incorporarse a organizaciones con compromisos sociales y ambientales.
Otro factor del crecimiento de este movimiento en el mundo ha sido el beneficio económico que obtienen las compañías que se suman a este modelo. “En nuestra Memoria de 2022 hemos publicado que las empresas B Corp están incrementando en un 31% sus ingresos de media. Por lo cual son empresas que a través de esos modelos de negocio innovadores también están generando un resultado empresarial positivo”, comenta Sánchez.
El cambio de estrategia empresarial es transversal y se traduce, además, en beneficios para los grupos de interés que forman parte y se encuentran en torno a la compañía. La metamorfosis en la gobernanza, para que la toma de decisiones impacte positivamente en ellos, se ha visto reflejada de la misma manera en el último año, y un ejemplo es la equidad. Entre las empresas B Corp, el 92% cuenta con mujeres en puestos directivos y un 72% de estas compañías lidera la reducción de la brecha salarial entre personas directivas y empleadas, con un ratio salarial de 1:5 entre el sueldo más alto y el más bajo frente al promedio global de 1:144.
Por lo que se refiere al compromiso por el medio ambiente, el 70% de las empresas que forman parte de este modelo en todo el mundo utilizan energía renovable y en 2022 han compensado más de 423 toneladas de CO₂. Además, el 91% de las compañías trabaja con proveedores locales, generando un impacto positivo en la comunidad que las rodea.
Una ley que reconoce a una nueva empresa
B Lab Spain ha llevado el movimiento también en la arena pública, con un trabajo de más de dos años que ha logrado que el reconocimiento legal de las empresas con propósito se haya incluido en una normativa aprobada en junio del año pasado. Dentro de la Ley Crea y Crece, se reconoce una figura jurídica llamada sociedad de beneficio e interés común que identifica a las empresas que generan un beneficio social y ambiental, además del económico. “El proceso para llegar a la ley fue bastante largo y participativo. Desde el primer momento quisimos que colaborara el mayor número de organizaciones posibles y lo dividimos en tres grandes capítulos. Primero creamos un manifiesto, para solicitar a los poderes públicos el impulso de un nuevo modelo empresarial inclusivo y sostenible, que fue firmado por 50 personalidades de toda España y de muy distinta procedencia: académicos, empresarios, activistas, periodistas. Eso nos ha servido para también avalar la propuesta”, cuenta el directivo.
Además del manifiesto, lanzaron una campaña en Change.org que logró recabar 30.000 firmas que respaldaban la solicitud de la organización y un trabajo de especialidad jurídica con despachos de abogados que concluyó en la creación del Libro Verde de las Empresas con Propósito y el Libro Blanco de las Empresas con Propósito. Este trabajo sirvió asimismo como base para que la iniciativa fuera acogida por el espacio político. Las negociaciones con los partidos de todo el espectro que trabajaban en la Comisión de Asuntos Económicos y Transición Digital permitieron que dentro de la propuesta de Ley Crea y Crece –que apoya la creación y el crecimiento de las empresas– pudiera insertarse el modelo empresarial de impacto.
El cambio en la consciencia social
Cambiar la cultura empresarial no consiste solamente en cambiar a las empresas. La sociedad tiene que acoger de la misma manera esa transformación, por lo que es igualmente importante informar a los ciudadanos sobre los productos y servicios que consumen y lo que pueden esperar de las organizaciones que rodean sus vidas. Por ello, desde B Lab Spain también trabajan para concienciar y movilizar a la ciudadanía para que sean parte del cambio a través de sus decisiones diarias.
Ser B fue la primera campaña con la que la organización buscó hacer un llamamiento a la población, para que de la mano de las empresas y de otros sectores, en un contexto de crisis social y climática, se generara un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente. Gracias a este esfuerzo alcanzaron a 20 millones de personas. En la misma línea, lanzaron un podcast llamado Ser B o No Ser, sobre economía de impacto en España. Este proyecto involucró a más de 50 líderes de opinión que compartieron experiencias e historias sobre las empresas como agentes de cambio social y empoderar a la ciudadanía, haciéndola consciente del poder de su elección.
Sobre lo que queda por hacer, Sánchez tiene claro que queda un largo recorrido por delante: “Estamos impulsando bastantes programas que permitan llegar a un mayor número de empresas, queremos continuar con la incidencia social y política. Queremos trabajar en el diseño de políticas públicas que puedan ayudar a la adopción y aceleración de las sociedades de beneficio del interés común y, finalmente, queremos ser en España un referente como organización que está impulsando un cambio sistémico hacia una economía más inclusiva, equitativa y regenerativa para todas las personas”.