Garanti y Bancomer, las otras ‘troyas’ que conquistó el BBVA desde una participación minoritaria
El banco vasco ya ha entrado con participaciones minoritarias en el pasado, pero siempre de acuerdo al consejo

La estrategia de entrar en un banco con una participación minoritaria, pero de control, para después hacerse con toda la entidad no es nueva para el BBVA. De hecho, podría considerarse como marca de la casa, dado que ha sido el método utilizado en las otras dos grandes operaciones que ha realizado, la del mexicano Bancomer y la del turco Garanti. Dos ejemplos que podrá utilizar el BBVA en su abordaje del Sabadell, en caso de que no supere con la opa el 50% del capital.
La publicación del folleto del BBVA el viernes pasado ha dibujado un nuevo escenario en la opa hostil. Se trata del escenario en el que el banco vasco obtenga entre un 30% y un 50% del catalán. Un escenario que le permitiría tener el control efectivo del Sabadell, aunque no la mayoría de su capital. La condición impuesta por el Gobierno, además, dibuja un escenario temporal de entre tres y cinco años en el que el BBVA podría mantenerse con esa participación, dado que en ese tiempo no podrá fusionar ambas entidades, ni despedir, ni cerrar oficinas, entre otras cuestiones. Una vez que expire el blindaje gubernamental la entidad que pilota Carlos Torres ya podrá lanzar una nueva oferta y hacerse con todo el Sabadell.
La primera vez que utilizó una estrategia similar fue en los 2000. Fusionó su negocio en México con una potente entidad allí, Bancomer. En un principio, el banco que entonces pilotaban Emilio Ybarra y Francisco González tenía el 40% de la entidad resultante, que poco después elevó al 50%. En 2004 lanzó una opa por el 100% y el proceso de integración no culminarí hasta casi 20 años después, cuando eliminó por completo la marca Bancomer en ese país. Hoy, el negocio en México es el que más pesa en la cuenta de resultados del BBVA, un 44% del resultado del primer semestre de 2025.
Con su otra gran apuesta internacional, el BBVA siguió una estrategia similar. Se trata del banco turco Garanti, donde el BBVA entró en 2011 con el 25%, desde la que fue creciendo hasta controlar más de la mitad del capital. El gran salto lo dio en 2021. Acababa de obtener 9.700 millones con la venta de su filial en EE UU y de fracasar las negociaciones para hacerse entonces con el Sabadell. Decidió mirar a Turquía y lanzó una opa por el 100% de Garanti, que le ha permitido hacerse con más del 80% de la entidad.
Aunque en ambos casos el BBVA entró con participaciones minoritarias y fue haciéndose fuerte hasta comprar toda la entidad, la situación ahora tiene varias divergencias. La principal es que tanto en Bancomer como en Garanti las operaciones no fueron hostiles, si no que las hizo con la aquiescencia del equipo gestor de ambas entidades. En el caso del Sabadell, la entrada en el capital se produciría en un enfrentamiento total con el equipo directivo que pilotan el consejero delegado, César González-Bueno, y el presidente, Josep Oliu. De hecho, todo apunta a que el BBVA desde sus cinco o seis miembros en el consejo de administración intentaría promover el cese de ambos, para poner ejecutivos de su confianza.
La normativa española de opas añade una complejidad adicional. Si el BBVA se queda con entre el 30% y el 50% tendrá que lanzar una segunda opa, con un componente en efectivo, lo que puede elevar el gasto total de la oferta. Además, el propio presidente del banco, Carlos Torres, ha negado en una rueda de prensa que tengan sobre la mesa esta opción para el caso del Sabadell.
Sobre la firma
