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El Sabadell se impone un voto de silencio sobre la consulta por la opa del BBVA

El consejero delegado deja al consejo la decisión sobre la oferta

El consejero delegado del Banco Sabadell, César González Bueno, en un acto reciente.

El consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, ha acusado una ligera afonía durante la presentación de resultados del primer trimestre, pero su mudez solo ha sido absoluta cuando se le ha preguntado, repetidamente, sobre cómo ha sentado en la cúpula de la entidad catalana la consulta presentada por el Gobierno para recabar opiniones acerca de la opa que pretende el BBVA. “No me corresponde”, ha despejado González-Bueno, y solo ha insistido en que la ofensiva del banco vasco sobre el catalán genera un “rechazo mayoritario”. Cómo se vehicula ese rechazo y qué mecanismos usa el Gobierno para palparlo, antes de llevar el asunto a la mesa del Consejo de Ministros, es algo que esquiva el Sabadell: “No soy yo quien tiene que determinarlo”, ha manifestado González-Bueno. En una semana en que la opa ha dado mucho que hablar durante las jornadas del Cercle d’Economia, el Sabadell prefiere callarse.

La entidad catalana avanza con prudencia máxima sobre la senda que guía la opa que intenta el BBVA. González-Bueno ha manifestado que será el consejo de la entidad quien se moje sobre qué alegaciones presenta en el proceso de consulta abierto por el Gobierno. “Decidirá el consejo y también será el consejo quien decida si lo hacemos público o no”, ha respondido el consejero delegado del Sabadell, tras una de las reiteradas preguntas que se le han hecho a colación del proceso de escucha que pesa sobre la opa.

El presidente Sánchez se sacó de la manga este lunes en Barcelona, ante un auditorio expectante de saber qué futuro le depara al Sabadell, un anuncio insólito: abrir una fase de consulta pública para evaluar qué problemas de “interés general” se avecinan sobre la absorción que pretende el BBVA. “Sorpresa” fue la reacción más comentada entre aquellos que asistían a las jornadas del Cercle d’Economia, mayoritariamente empresarios catalanes y representantes de instituciones relacionadas con la economía. En los corrillos, se propagó la idea que la consulta puede ser un palo en las ruedas de la opa, después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hubiera allanado el camino al BBVA.

En el Cercle, solo el presidente del Sabadell, Josep Oliu, se atrevió a saltar un breve “positivo”, cuando fue preguntado cómo valoraba el anuncio de Sánchez. Más parco ha estado este jueves González-Bueno, en Madrid. El ejecutivo bancario ha dado a entender que hay muchos intereses en juego, y ha señalado que sería bueno contemporizar: “Que no se acuse al BBVA de fracaso si decide por voluntad propia retirar la opa”, ha dicho, mientras repetía una y otra vez que la operación que defiende la entidad vasca no tiene sentido porque genera un amplio “rechazo” y porque no es atractiva comercialmente: “La acción del BBVA ha perdido valor para ser moneda de cambio”, ha sentenciado.

Preguntado sobre qué condiciones espera que el Gobierno imponga a la transacción y qué cuestiones de interés general puede esgrimir, no ha dado ninguna pista. Sí ha dejado a un lado la propuesta que hizo el banco a la CNMC en febrero, la de forzar al BBVA a vender una parte del negocio conjunto de los dos bancos si la opa sale adelante.

González Bueno sí ha mantenido clara su opinión sobre la transacción. “Una vez dije que es una oferta que ha descarrilado y creo que sigue descarrilada”, ha afirmado. En su opinión, esto se debe a dos factores. De un lado, al amplio rechazo social que ha generado, por parte de partidos políticos, organizaciones empresariales y sindicatos. Por el otro, por el hecho de que, en su opinión, la oferta no refleja el valor real de la entidad.

Según sus cálculos, estos títulos se han revalorizado en el último año un 23% (incluyendo dividendos), mientras que los bancos europeos lo han hecho en un 38%; las entidades españolas nacionales, un 54%; y el Sabadell en un 60%. “Eso quiere decir que la moneda con la que van a pagar a los accionistas se ha quedado desvalorizada. Una operación que tiene un rechazo unánime no parece que tenga mucho sentido”, ha afirmado.

El consejero delegado también se ha referido a la prima de la opa, que se encuentra en terreno negativo si bien se ha estrechado esta semana, pasando del 7% al 3%. A este respecto, ha comentado que la correlación del valor de los títulos de ambos bancos se aprecia en el corto plazo, pero no así en el largo plazo. Y que reaccionan a las noticias que añaden dudas a la oferta con repuntes mayores del BBVA que el mercado, “como si la opa no fuese a salir”.

No obstante, el escenario de que la oferta llegue a la fase final del periodo de canje, en opinión de González-Bueno, no está segura ni mucho menos. De hecho, ha repetido insistentemente la coletilla “si es que llegamos al periodo de canje”.

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