Madrid y País Vasco aprueban sus presupuestos y presumen de gasto social
El Gobierno vasco destinará casi 5.000 millones a Salud, mientras que la sanidad madrileña contará con 10.000 millones, el 37% del total
La asamblea de Madrid y el Pleno del Parlamento Vasco han aprobado este viernes sus presupuestos generales con semejanzas y diferencias: las de la región capitalina son las segundas cuentas —las primeras en mayoría absoluta— que la presidenta Isabel Díaz Ayuso, ha logrado sacar adelante desde que llegó al cargo en 2019. Los de Euskadi, son los últimos presupuestos que el Gobierno autonómico aprobará bajo el mandato de Íñigo Urkullu y con la coalición PNV-PSE-EE, que también suma mayoría absoluta. Las próximas elecciones vascas se han de celebrar en el primer semestre de 2024
Los presupuestos vascos, que ascienden a 15.025,4 millones de euros, destinan un 76% de su importe total (10.934,4 millones de euros) a políticas sociales, cerca de 653 millones de euros más respecto al año anterior. Salud es el departamento con mayor presupuesto (4.896,6 millones de euros), y el 79% de dicha cuantía corresponde a Osakidetza (servicio vasco de salud).
“Hoy a Euskadi le ha tocado la lotería con un presupuesto que apuesta por la inversión pública como motor de crecimiento, con Salud y Educación como dos pilares esenciales, junto a la vivienda y políticas sociales y el foco puesto en las personas”, ha indicado Pedro Azpiazu, consejero de Economía y Hacienda.
Por su parte, las cuentas madrileñas ascienden a 27.558 millones de euros, la cifra más alta hasta la fecha que se incrementa un 19,6 % con respecto a los últimos presupuestos aprobados en 2022, que fueron prorrogados tras el bloqueo de Vox a los de 2023.
“Son los Presupuestos más potentes de la Comunidad de Madrid en toda su historia”, señaló Ayuso en la semana de su presentación. Para el Gobierno autonómico, se trata de unas cuentas “responsables” que permitirán que Madrid siga siendo “una región muy próspera” y el “motor económico de España”.
En estas cuentas todas las áreas aumentan su asignación. La Sanidad contará con la mayor dotación hasta el momento, superando los 10.000 millones, y concentrando el 37% del total. Educación recibe casi 6.500 millones y Transportes y Vivienda y Política Sociales cerca de 3.000 millones cada. Además, se recogen bajadas de impuestos y la deflactación del tramo autonómico del IRPF.
La Comunidad de Madrid ha anticipado que, con la aprobación de los presupuestos, pondrá en marcha un nuevo plan de mejora integral para Atención Primaria, se contratarán 1.100 nuevos profesionales y se construirán 19 centros de salud; nuevas infraestructuras educativas; se continuará con las ampliaciones de la línea 3 y 11 de Metro; el arranque de la nueva Ciudad de la Justicia; la ampliación del plan de natalidad; o la creación de la nueva Agencia de Ciberseguridad, entre otros.
Críticas de la oposición
Leire Pinedo (EH Bildu) ha denunciado que el Gobierno Vasco afrontó el proceso de negociación de las cuentas como “un trámite burocrático” y anunciando “la dificultad de acuerdo por la proximidad de elecciones si tan siquiera haber escuchado otras propuestas”. Pinedo ha denunciado esta forma de actuar, especialmente ante los “desafíos” que plantea la “degradación” de los servicios públicos, especialmente Osakidetza.
En la Asamblea, la oposición ha recriminado al Gobierno de Ayuso que la incorporación de sus enmiendas suponen “un aguinaldo”, ya que representan solo el 0,4 % de todas las iniciativas presentadas por Más Madrid, PSOE y Vox al proyecto de ley. La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, ha dicho que son unos presupuestos que “dejan atrás a la mayoría de madrileños” porque considera que no se refuerzan los servicios públicos ni acaban con la desigualdad entre los madrileños.
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