Gobierno y líderes políticos destacan el perfil “dialogante y comprometido” en el adiós a Josep Piqué
El empresario y exministro de Industria y Exteriores con el PP fallece a los 68 años
Josep Piqué falleció este jueves en Madrid a los 68 años de edad, según confirmaron fuentes del PP. Nacido en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 1955, y licenciado en Económicas y Derecho, Piqué fue presidente de la empresa química Ercros antes de ser reclutado por Aznar en 1996 para ocupar las carteras de Industria y Energía en su primer Gobierno (1996-2000), en el que también fue portavoz, inicialmente como independiente y luego ya con carné del PP.
Después, fue ministro de Asuntos Exteriores (2000-2002) y de Ciencia (2002-2003). Además, fue líder de los populares catalanes, candidato a la Generalitat y, tras renunciar a la política, se consagró a su faceta de economista y directivo empresarial.
Como titular de Industria fue responsable de culminar la privatización de algunas de las más importantes empresas públicas, como Repsol, Telefónica o Endesa, un proceso que ya había iniciado el Ejecutivo de Felipe González.
Como ministro de Exteriores se posicionó con Aznar a favor de las tesis del Gobierno estadounidense encabezado entonces por George W.Bush, que encabezó la invasión de Irak de 2003. Pese a que años más tarde admitió que se cometieron “errores muy serios” en esa operación, siempre reivindicó la foto de las Azores como un ejemplo del prestigio que tuvo España entonces.
Entre 2002 y 2007 ocupó la presidencia del PP catalán, y en 2003 se presentó a las elecciones al Parlament, quedando en cuarta posición, por detrás de CiU, PSC y ERC. Sin embargo, en julio de 2007 presentó su dimisión como presidente del PP catalán y diputado en el Parlament por sus desencuentros con el entonces secretario general de partido, Ángel Acebes, al no situar en el comité de campaña para las generales de entonces a personas de su confianza.
Su dimisión aquel 2007 abrió una crisis en el PP catalán y acabó suponiendo su abandono de la política. Se despidió de aquella etapa con una amarga carta pública: “He trabajado en el seno de un partido en el que no faltan mezquindades y miserias”, lamentó.
En noviembre del mismo año, fue nombrado presidente de la aerolínea Vueling, cargo que dejó en 2013, después de que la compañía fuera absorbida por la International Consolidated Airlines Group (IAG).
Desde 2011 hasta 2014 fue miembro del Consejo de Airbus Group, en octubre de 2013 fue nombrado vicepresidente y consejero delegado de OHL, y de 2016 a 2018 fue vicepresidente de Corporate Finance Alantra, época en la que también fue consejero independiente de Aena, miembro de la comisión ejecutiva y miembro de la comisión de Nombramientos y Retribuciones.
En la actualidad, sus problemas de salud no le habían impedido seguir en primera línea de la actividad empresarial. Era presidente de ITP Aero; presidente de Pasiphae Consultora Internacional; consejero Independiente de Amadeus; consejero independiente de los consejos de administración de Seat y Volkswagen Navarra; así como miembro de consejos asesores (Stadler, Andbank, Network Steel, Herbert Smith Freehills y Atrys), y consejero delegado y editor de Estudios de Política Exterior. Se había llegado a especular con su vuelta, en cierta medida, a la política, ya que el Partido Popular le había incluido recientemente como integrante de la nueva fundación del partido, denominada Reformismo21, institución con la que la formación pretende atraer talento y experiencia con el objetivo de dar “valor añadido a la política en general y al PP en particular”.
Casado con la periodista y escritora Gloria Lomana desde 2009 y padre de tres hijos, su experiencia en política exterior y en asuntos internacionales le llevó a ser conferenciante y autor de diferentes libros y artículos, entre los que destacan Cambio de Era (Deusto), Escucha, España. Escucha, Cataluña (Península) y El mundo que nos viene (Deusto).
La noticia de su muerte provocó la reacción de todo el Gobierno, así como la de los líderes de las principales formaciones políticas, en especial de compañeros que le conocieron durante su estapa en el PP. Todos resaltaron su talante “dialogante y comprometido”. También, las redes sociales se llenaron de mensajes de condolencia de representantes del mundo económico y empresarial. Desde la CEOE, su presidente, Antonio Garamendi, lamentó haber perdido a “un gran político, economista y hombre de Estado”, pero también a un amigo con el que tuvo la suerte de compartir “charlas, inquietudes y ganas de crear una España mejor”.
La patronal Foment del Treball lamentó la muerte del que definió como una “persona sabia y afable” y del que destacó su “amplia visión económica y empresarial”. Vueling resaltó el “compromiso y dedicación” de Piqué en la “consolidación y crecimiento” de la compañía. El Colegio de Economistas de Cataluña expresó la “tristeza” por su muerte.
Elogios en las despedidas
José María Aznar
El expresidente del Gobierno José María Aznar fue uno de los primeros en reaccionar al fallecimiento de Josep Piqué. “Fue un excelente amigo, colaborador y ministro del Gobierno de España. Siempre recordaré y estaré agradecido por el excelente trabajo que desempeñó en todas las responsabilidades que tuvo que asumir y que ejerció con gran lealtad y brillantez”.
Alberto Núñez Feijóo
El presidente del Alberto Núñez Feijóo, lamentó profundamente su muerte porque “perdemos a un excelente profesional siempre dispuesto a ayudar a su país, un catalán de cepa, gran español y mejor amigo”, dijo el líder del PP. “Todo mi cariño a Gloria y demás familia. Descanse en paz”, trasladó.
Pedro Sánchez
El jefe del Ejecutivo calificó al exministro con el PP como “un servidor público, un hombre comprometido con la sociedad civil y siempre dispuesto al diálogo”.
Ione Belarra
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, y secretaria general de Podemos lamentó desde Toledo el fallecimiento de Piqué y quiso mandar sus condolencias y abrazo “más cariñoso a la familia”.
Cercle d’Economia
El presidente del Cercle d’Economia, Jaume Guardiola, expresó su “profundo dolor” por la muerte de Josep Piqué, a quien definió como una personalidad “de primer nivel con visión de Estado”.
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