Entre criptobros y grandes gestoras: 48 horas junto a los gurús de los activos digitales y de las finanzas tradicionales
Changpeng Zhao reaparece en Dubái tras el indulto de Trump y defiende las bondades de bitcoin frente al oro tokenizado

Dos días al año, el Coca-Cola Arena de Dubái, un estadio imponente situado al lado de una pequeña mezquita color arena y rodeado de rascacielos que parecen sacados de una película de ciencia ficción, se convierte en el lugar donde los sueños de algunos se vuelven realidad. En este espacio se celebra el evento anual de Binance, el mayor exchange cripto del mundo, que este año ha atraído a más de 5.200 personas, entre empresarios, criptofans y representantes de las finanzas tradicionales.
Entrar en ese estadio es como acceder a otra dimensión. Unos túneles negros con luces brillantes amarillas, como el logo de Binance, acompañan a los asistentes a la sala principal, donde durante ocho horas al día todo se convierte en un juego: un tobogán amarillo gigante conecta la primera planta con la planta baja: justo en frente, varias decenas de personas esperan pacientemente en cola para subirse a una cama elástica. Alrededor, varias empresas ofrecen experiencias y gadgets de todo tipo, camisetas, calcetines, gorras, llaveros se pueden lograr con más o menos esfuerzo.
Pero aquellos que asistieron al evento de la semana pasada no acudieron solo por la experiencia, sino para ver a sus mesías. Uno en particular: Changpeng Zhao, fundador y gurú de Binance, que volvió a escena poco más de un mes después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo indultara. Unas 300 personas pudieron verlo en la sala abarrotada que acogía el escenario principal: otros cientos tuvieron que conformarse con ver a CZ, como se conoce en el sector, a través de las pantallas.
El empresario era la gran estrella del evento. CZ se subió al escenario del Coca-Cola Arena con la clásica camiseta de manga corta (con una frase, exchange the world), vaqueros y zapatos amarillos. Frente a él, su oponente: un encorbatado Peter Schiff, presidente y propietario de la firma de inversión Euro Pacific Capital, y escéptico de bitcoin. Durante una hora debatieron sobre los defectos y bondades del bitcoin, el oro tokenizado, sobre la escasez del metal precioso, la trazabilidad de la criptomoneda... y la utilidad de estos activos. Un debate intenso, serio, aunque también con una pizca de humor.
- “La gente apuesta con bitcoin. Lo compra, lo vende, hace trading…”, dijo Schiff.
- “Cuando dices que bitcoin se usa para apostar….300 millones de personas solo en Binance poseen bitcoin”, contestó CZ.
- “Sí, lo sé. Estás dirigiendo un casino bastante grande”, aseveró Schiff entre risas del público y del mismo CZ.
El fundador de Binance no fue el único gran protagonista de un evento repleto de pesos pesados de la industria. El primer día el nombramiento de Yi He, cofundadora del exchange, como co-ceo de plataforma junto a Richard Teng, pasó casi desapercibida. Todos estaban eufóricos porque de allí a pocos minutos se cumplía el deseo de muchos: ver en carne y hueso a Michael Saylor, fundador de Strategy, un visionario a su manera y el empresario más influyente del mundo cripto, que abrió a bitcoin las puertas de Wall Street.
En él muchos buscaban confirmar sus convicciones: que bitcoin lo vale todo y que quien no lo adopta será un ingenuo y se quedará atrás en una carrera que ya ha empezado. Con un traje negro y una camisa naranja, Saylor habló ininterrumpidamente durante 40 minutos del modelo adoptado por su empresa y del potencial de la criptomoneda. Justificó su fe ciega con decenas de gráficos, números, proyecciones, mientras en la sala el público lo contemplaba en silencio total. Hubo quien grabó su intervención completa y quien se levantó para aplaudirle. No hubo tiempo (o quizás voluntad) para dejar espacio a las preguntas del público. Seguramente muchos querían despejar sus dudas y preguntarle por qué, si este modelo es tan exitoso como él dice, su empresa ahora parece tambalear. Y por qué, ha reconocido públicamente que si la situación se agrava venderían sus bitcoin para pagar a los inversores.

Al escenario se subieron uno tras otros criptobros y representantes de grandes gestoras y entidades financieras internacionales, señal de la influencia de Binance en la industria y de la conexión cada vez más fuerte de los activos digitales con las finanzas tradicionales. Así, representantes de BlackRock, Franklin Templeton y Citi debatieron sobre del auge de las stablecoins y su potencial para revolucionar los sistemas de pago a nivel mundial, así como de la creciente adopción institucional en activos digitales.
En la mayoría de las ponencias se entreveía un hilo conductor: el impulso de la administración estadounidense. Muchos coincidieron en que la revolución cripto en EE UU ha movido los cimientos de un mercado que buscaba crecer, pero la desconfianza y la desregulación parecían pararle los pies. El presidente de EE UU no estuvo presente en el evento, pero su influencia y su entorno sí: de hecho, al escenario se subió también Zach Witkoff, cofundador y CEO de World Liberty Financial (WLF), la plataforma cripto de la familia presidencial. Su presencia denota la estrecha relación entre el presidente y la industria. El mismo Witkoff, recordó que Binance recibió una inversión de unos 1.765 millones de euros del gigante inversor MGX de Abu Dabi en una operación se llevó a cabo con USD1, la stablecoin de WLF.
El evento terminó entre aplausos, música, espectáculo y euforia. La industria cripto avanza con fuerza, respaldada por grandes actores financieros y apoyo político, pero aún debe demostrar si puede sostener su promesa más allá del escenario y del entusiasmo de sus seguidores, ya que la reciente caída del mercado pone en duda una vez más su solidez. El eslogan de que la llegada de las criptos revolucionarán el sistema financiero tradicional es un mantra del sector, pero la sensación es que a este mercado todavía le falta dejar atrás el juego para consolidarse a la par de los demás.

