Los activistas instan a Microsoft y Amazon a debatir si incluyen bitcoin en su balance financiero
Michael Saylor, cofundador de Microstrategy, calcula que la primera podría aumentar su valor en unos 5 billones de dólares. Un ‘think tank’ estadounidense propone que el gigante de comercio electrónico mantenga un 5% de sus activos en esta criptomoneda
“Microsoft no puede permitirse perder la próxima ola tecnológica y bitcoin es esa ola”. Con estas palabras Michael Saylor, cofundador de MicroStrategy y firme defensor de las criptomonedas, empezó su presentación de tres minutos y 21 segundos a la junta directiva de Microsoft, para explicar por qué la compañía debería adoptar bitcoin como un activo estratégico de reserva. El empresario definió esta criptomoneda como “capital digital” y calculó que, si la tecnológica empezara a acumularla en sus reservas, podría aumentar su valor de mercado en aproximadamente cinco billones de dólares. No es la única gran compañía que está recibiendo la presión de los activistas procriptoactivos en plena euforia por este mercado que ha llevado al bitcoin a superar los 100.000 dólares hace tan solo unos días. El Centro Nacional para la Investigación de Políticas Públicas, un think tank conservador estadounidense especializado en política económica y contrario al movimiento ESG, ha propuesto a los accionistas de Amazon que, en la próxima junta anual de abril de 2025, debatan una nueva propuesta de estrategia de tesorería financiera: que incorpore más allá de liquidez y deuda a corto plazo, un mínimo de un 5% de sus activos en bitcoin.
Desde lo que parecía ser su casa, vestido con una camiseta informal naranja en un guiño al color del bitcoin, Saylor intentó convencer a la tecnológica del éxito de la estrategia de MicroStrategy que, a 1 de diciembre, poseía aproximadamente 402.000 bitcoins en su balance, con un valor aproximado de más de 40.000 millones de dólares. Ninguna empresa es dueña de tantos como ella. Saylor advirtió de que esta criptomoneda representa la gran transformación digital del siglo XXI. “La riqueza global se distribuye entre activos que brindan utilidad y otros que preservan el capital”, como el inmobiliario, la deuda, las acciones, el oro, los depósitos. “Pero varios riesgos están destruyendo billones de dólares de ese capital cada año, y los inversores están recurriendo al capital digital en forma de bitcoin para evitarlo”, prosiguió. Entre los riesgos destacó la regulación, los impuestos, la política, las guerras y tensiones geopolíticas, el clima, la energía.
Según el cofundador de Microstrategy, el capital digital es “económica y técnicamente superior al capital físico”, especialmente si se mira a su crecimiento constante: de hecho, prevé que el bitcoin podría alcanzar una capitalización de mercado de 200 billones de dólares en 2045. Actualmente, ronda los 2 billones de dólares: si fuera una empresa sería la séptima más valiosa, superando a compañías como la petrolera saudí Aramco, Meta y Tesla y solo por detrás de Apple, Nvidia, Microsoft, Amazon y Google.
“Bitcoin es el mejor activo que puedes poseer. Los números hablan por sí solos”, afirma mientras enseña un gráfico de barras con el rendimiento anualizado en cuatro años de MicroStrategy desde el 20 de agosto de 2020, cuando anunció su primera compra de bitcoin: ha sido del 62% frente al 18% del Microsoft en el mismo periodo. “Tiene mucho más sentido comprar bitcoin que recomprar tus propias acciones o mantener bitcoin en lugar de bonos. Bitcoin es vital, los bonos son tóxicos”, insiste en su presentación. No invertir en ellos, sería perder el tren hacia la innovación y la empresa quedaría rezagada en un mercado que valora cada vez más la tecnología blockchain y la descentralización, comentó.
Por ello, Saylor ha avanzado su estrategia para Microsoft: invertir 100.000 millones al año para reducir el riesgo para los inversores y acelerar el crecimiento: “Puede convertir flujos de caja, dividendos, recompras de acciones y deuda en bitcoin”. Microsoft es actualmente la tercera empresa más grande del mundo por capitalización de mercado, con 3,18 billones de dólares: según las estimaciones del cofundador de Microstrategy, la tecnológica aumentaría su valor de mercado en entre 1 y 4,9 billones de dólares si apostara por este activo digital. La propuesta avanzada por Saylor se decidirá en la junta directiva de este martes.
David Tercero-Lucas, profesor de Economía en la Universidad Pontificia de Comillas - ICADE, explica que si una de las empresas con mayor capitalización del mundo adquiere bitcoin, supondría un nuevo impulso para el sector de las criptomonedas en general y para bitcoin en particular. Y a su vez, podría empujar a que otras empresas del sector siguieran su estela.
No obstante, se trata de una decisión que no está exenta de riesgos. Si bien su valor podría aumentar de forma vertiginosa, su cotización también podría empezar a depender del sentimiento de los inversores en activos digitales. Esto es lo que está ocurriendo a MicroStrategy, que comenzó a comprar bitcoin en agosto de 2020, en teoría para cubrirse de la inflación. Pero en poco tiempo, se convirtió en un acumulador de este criptomoneda: vende deuda para poder comprar este activo digital. Para los expertos, más que una estrategia de tesorería, la empresa busca posicionarse como vehículo indirecto para gestores de carteras que desean exposición al activo de forma regulada y sencilla, como una especie de “fondo bitcoin”.
Por ello, no es un caso que sus acciones se comportan en Bolsa siguiendo la estela del bitcoin y las emociones de sus creyentes, a pesar de que no es su única actividad. Los títulos de MicroStrategy se revalorizan más de un 470% en lo que va de año, frente a Microsoft que avanza un tímido (en comparación) 19,6%. El bitcoin repunta más de un 130% en el mismo periodo. En este sentido, Tercero incide en el peligro de mayor volatilidad del portfolio de una compañía: “En tiempos de criptoinvierno podría dañarle si su compra empieza a ser significativa. A su vez, aunque es altamente improbable en el caso de Microsoft, si la estrategia para ‘defenderse’ contra la inflación comienza a depender mayoritariamente de bitcoin, accionistas e inversores futuros podrían empezar a valorar la empresa más por sus tenencias de esta criptomoneda que por el valor añadido que crea”, recalca.
El caso de Amazon
La cuarta empresa más importante en el mundo, Amazon, también podría debatir en su próxima reunión de accionistas, en abril de 2025, la posibilidad de incluir bitcoins en su balance financiero. El Centro Nacional para la Investigación de Políticas Públicas considera que la empresa debería evaluar los beneficios de mantener al menos un 5% de sus activos en bitcoin, para aumentar las ganancias de los accionistas y protegerlos de la devaluación de la moneda tradicional. Dos de los mayores accionistas institucionales de Amazon, BlackRock y Fidelity, ya ofrecen a sus clientes ETFs de bitcoin: el iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock ha superado recientemente los 50.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
“Al 30 de septiembre de 2024, Amazon tenía 585.000 millones de dólares en activos totales, de los cuales 88.000 millones eran efectivo, equivalentes de efectivo y valores negociables, incluidos bonos del gobierno de EE UU, deuda extranjera y corporativa. Dado que el efectivo se devalúa constantemente y los rendimientos de los bonos son menores que la inflación real, Amazon no está protegiendo adecuadamente miles de millones de dólares”, destacan en un documento. Asimismo, inciden en que al 6 de diciembre de 2024, el precio de bitcoin aumentó un 131% en el último año, superando a los bonos corporativos en un 126% en promedio.
La adopción de este activo por parte de gobiernos y empresas está tomando pie. En Estados Unidos ya existe un proyecto de ley para realizar una reserva estratégica de bitcoins. Y en el ámbito corporativo, más allá de MicroStrategy, la minera Mara Holdings, la plataforma de vídeos en línea Rumble o la canadiense Jiva Technologies también han acelerado su estrategia para acumular esta criptomoneda. Empresas públicas como Tesla y la tecnológica Block también han añadido bitcoin a sus balances.
Para Carlos Salinas, profesor del máster en blockchain e inversión en activos digitales del IEB, un resultado favorable de estas propuestas podría desencadenar una adopción masiva por parte de otras corporaciones e inversores institucionales, lo cual aumentaría la demanda y dispararía el precio del bitcoin, especialmente si reduce la liquidez en un mercado con oferta limitada. “Y no debemos olvidar que bitcoin es un trade asimétrico. Si su precio aumenta 10x, una pequeña asignación en su tesorería podría generar enormes beneficios sin comprometer la estabilidad financiera de la empresa. Esto significa que el potencial de ganancia es mucho mayor que el riesgo de pérdida”, espeta.
No obstante, el experto también vislumbra algunos riesgos. La volatilidad, en primer lugar, podría generar fluctuaciones significativas en los balances de las empresas, algo que los accionistas podrían interpretar negativamente y afectar su cotización. Además, la incertidumbre regulatoria también juega un papel fundamental, especialmente en mercados clave como Estados Unidos, donde el panorama normativo no está del todo claro con el cambio de administración. Y, finalmente, el problema reputacional ante un activo controvertido tanto para los inversores como para los reguladores: “Las empresas podrían enfrentar críticas si el mercado percibe la apuesta por bitcoin como demasiado arriesgada o especulativa”.