La sociedad reclama un compromiso social de las empresas cercano a los problemas reales
El ‘Estudio Advice de éxito empresarial’ constata un cambio en la concepción estructural de la responsabilidad corporativa


La sociedad, la población general y los líderes de opinión demandan de las grandes empresas y de las instituciones que el compromiso social sea verdaderamente tangible y respuesta a los problemas reales de la ciudadanía. Creen que “el compromiso social empresarial ha de conocer, asumir, integrar y tener en cuenta, para actuar, el contexto económico, la geopolítica, las tendencias sociales, las demandas de la sociedad y las nuevas tecnologías de la digitalización, como la inteligencia artificial”. Así lo refleja el Estudio Advice de éxito empresarial y responsabilidad social, ESG y sostenibilidad de otoño de 2025, realizado por Advice Strategic Consultants.
“El Estudio Advice de otoño de 2025 identifica un cambio estructural en la concepción del compromiso social de empresas e instituciones. Los líderes de opinión –empresarios, políticos, directivos, académicos, economistas, analistas, periodistas, representantes del tercer sector– son los primeros en reconocer la necesidad de impulsar un proceso de cambio intencionado, diseñado para modificar el statu quo de la RSE de los últimos 20 años, transformando sus objetivos, orientación, funciones y su medición, mediante intervenciones específicas”, explica Jorge Díaz Cardiel, socio director de Advice Strategic Consultants.
El foco en los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) en el decenio 2015-2025 llevó el compromiso social empresarial por derroteros con orientación que, en 2025, parte de la sociedad pide que sea matizado. Esta presión social –que esencialmente exige ocuparse (por las empresas) de las preocupaciones reales de las personas– ha llevado, por ejemplo, a que cientos de corporaciones norteamericanas “hayan recortado sus compromisos de ESG debido a presiones económicas, políticas, regulatorias y sociales”, opinan el 82% de líderes de opinión del panel de expertos del informe.
El principal motivo de este recorte de compromisos previos de ESG, es, según la mayoría de los entrevistados, “el pragmatismo”. “Ha habido una identificación de ESG con DEI (políticas de diversidad, equidad e inclusión) por parte de algunos del ámbito político y del marketing sin contar con la aquiescencia de la sociedad”, apunta el informe. Cuando una parte importante de la sociedad ha rechazado estas políticas, las empresas han pagado los platos rotos en forma de descenso de ventas. Es decir, las empresas han sido penalizadas por promover políticas DEI haciéndolas pasar por ESG, desvirtuando la ESG y su valor empresarial para el negocio”.
También ha influido la presión de accionistas instituiconales de grandes empresas, como BlackRock, principal inversor del Ibex 35, que ha dado un fuerte viraje a sus políticas ESG.
Esto no significa, sin embargo, renunciar a la sostenibilidad ni la ESG. El 91% de los líderes de opinión entrevistados afirman que “los compromisos de sostenibilidad se mantienen, pero con un nuevo foco”.
Un factor esencial en la formulación del cambio de concepción radical de la RSE es el acceso ubicuo a las nuevas tecnologías de la información y digitalización, las redes sociales, los buscadores de internet y la inteligencia artificial generativa, entre otros.
Geopolítica
Derivado de ese acceso ubicuo a las nuevas tecnologías, cobra la geopolítica cada vez más importancia. Las desgracias humanas derivadas de guerras y desastres naturales dejan de ser cosas que pasan a suceder, instantáneamente, en el smartphone que las personas tienen en la palma de la mano. “Sean las tragedias de la dana en Valencia, el volcán en La Palma o los incendios que han arrasado media España, la sociedad exige una reacción de empresas e instituciones”. Y las devastadoras tragedias de la guerra en Ucrania o el horror sin límites de la masacre en Gaza, convertida la Franja en un campo de exterminio para el genocidio, despiertan en la población tanto pena como el deseo de hacer algo para ayudar. Pero “hay una sensación de impotencia por parte del individuo que se ve incapaz de aportar soluciones eficaces: instituciones y grandes empresas deberían asumir un papel de liderazgo en la solución de estos problemas: migraciones masivas, hambrunas, inaccesibilidad al agua, etc.”.
En el ámbito económico, se exige que “las grandes empresas han de tener en cuenta las necesidades de la sociedad en lo relativo al trabajo, los salarios, los horarios, la estabilidad laboral, la conciliación (….). También atender al poder adquisitivo de las personas en un contexto en que los productos siguen siendo caros a pesar de un relativo control de los precios y la inflación”.
En cuanto a las tendencias sociales, el estudio destaca que “los españoles piden que la RSE responda a los problemas reales que tienen y les preocupa”. Así, dejando de lado las cuestiones políticas, los principales problemas que, en otoño de 2025, preocupa a los españoles son, por este orden, “el acceso a la vivienda; el paro; los problemas de índole económica; la inmigración; la calidad del empleo; la sanidad; la crisis de valores; la falta de apoyos y oportunidades para la juventud; la educación”. “Muchos de esos problemas podrían ser aliviados por las empresas”, subraya el informe.
Reconocimiento
El compromiso social de las empresas, por tanto, debe derivarse de la realidad tangible y actual en que viven los grupos de interés. Solo de esta manera podrán las organizaciones ser verdaderamente útiles en el cumplimiento de sus compromisos sociales. Y ver reconocidos esos compromisos sociales si resuelven problemas reales o, por el contrario, la sociedad está inclinada a penalizar a las empresas que “escurren el bulto o las que venden humo y no hacen nada”.
Con estas premisas, Fundación La Caixa sigue liderando el ranking Advice de entidades más comprometidas con la sociedad española, con 655 millones de euros en programas sociales y 12 millones de personas beneficiadas. Completan la lista de los 10 principales puestos, por este orden: El Corte Inglés, CaixaBank, Telefónica, Inditex, Banco Santander, Mercadona, Cellnex Telecom, Iberdrola y Meliá.
Las integrantes del top 10 de la lista ocupan, además, puestos relevantes en los principales índices de sostenibilidad, como FTSE4Good, MSCI y DJSI Europe, entre otros.
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