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Puma mantiene su calificación estable pese a la presión competitiva

La marca de ropa deportiva apuesta por una nueva línea destinada a un consumidor joven que sigue las últimas tendencias

EthiFinance Ratings ha reafirmado el rating a largo plazo no solicitado de Puma SE en BBB+, con perspectiva estable, lo que refleja la capacidad de la firma alemana de sostener un perfil financiero sólido, incluso en un entorno de menor dinamismo en ventas y creciente presión competitiva en el sector deportivo.

La multinacional, dedicada al diseño y distribución de calzado, ropa y accesorios deportivos, es el tercer mayor fabricante mundial del sector, únicamente por detrás de Nike y Adidas. Mantiene una presencia global a través de grandes plataformas de distribución (Amazon, Zalando, Foot Locker), más de 800 tiendas propias y un canal digital en expansión.

Puma registró en 2024 una facturación de 8.817 millones de euros y un ebitda ajustado de 963 millones, con un margen del 10,9%. El ejercicio se saldó con un crecimiento orgánico del 4%, parcialmente contrarrestado por un efecto divisa negativo del 2%. La principal palanca estuvo en el negocio de venta directa al consumidor, incluido el canal online, con Europa y Latinoamérica como motores. Además, Puma ha apostado por la línea Sportstyle Prime, de mayor margen, destinada a un consumidor joven e influenciado por las tendencias.

A nivel financiero, la compañía mantiene un nivel de endeudamiento adecuado, con un ratio de apalancamiento ajustado de 1,7 veces a cierre de 2024, un nivel de capitalización (Equity/Deuda financiera total) superior al 140% y una favorable posición de liquidez. Estos factores constituyen un soporte clave para la confirmación del rating. No obstante, la agencia destaca que la cobertura de intereses se ha reducido de forma apreciable, situándose en 7,6 veces frente a 9,5 veces en 2023 y 18,6 veces en 2022. Aunque este nivel sigue siendo sólido, queda por debajo de los umbrales más elevados que suelen asociarse a emisores de mayor fortaleza dentro del grado de inversión.

La compañía afronta este 2025 un ejercicio de transición, condicionado por un programa de eficiencia que generará costes extraordinarios de 75 millones de euros y una ralentización en la entrada de pedidos. Se estima que el apalancamiento neto ajustado se eleve temporalmente a 2,2 veces en 2025, debido a la estimada reducción del ebitda, antes de mejorar gradualmente hasta 1,4 veces en 2027. EthiFinance prevé que entre 2025 y 2027 los ingresos avancen a un ritmo anual medio cercano al 2,9% y que, a partir de 2026, el margen ebitda vuelva a niveles superiores a 10,5%.

Más allá de los números, Puma encara un desafío estructural: el sector del sportswear se caracteriza por barreras de entrada bajas y cambios rápidos en las preferencias de consumo. Marcas emergentes, como ON y Asics, han ganado cuota de mercado en el calzado deportivo en los dos últimos años, ejerciendo presión sobre los grandes fabricantes, lo que podría debilitar el posicionamiento de Puma en determinadas regiones.

En materia de ESG, la valoración de sostenibilidad de Puma ha mejorado y tiene un efecto positivo en la calificación. EthiFinance destaca la mayor independencia del consejo, ahora con cinco consejeros independientes frente a uno en 2023, el avance en indicadores sociales y la publicación por primera vez de métricas sobre residuos. Además, la compañía abastece a sus propias operaciones con electricidad 100% renovable.

En resumen, Puma mantiene un perfil financiero resistente y un compromiso creciente con la sostenibilidad. Sin embargo, deberá afrontar los próximos ejercicios con cautela: entre la presión competitiva, el enfriamiento de la demanda y los costes extraordinarios.

No obstante, EthiFinance prevé que la calidad crediticia de la compañía se mantendrá estable, respaldada por unos fundamentales financieros sólidos y en un escenario que no contempla significativos cambios geopolíticos adversos.

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