La CNMC sube hasta un 14,6% el alquiler de los conductos de Telefónica
MasOrange y Vodafone estudian recurrir la subida por considerarla abusiva


La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado una revisión al alza de los precios de la oferta mayorista de acceso a infraestructuras físicas de Telefónica (MARCo), los conductos por donde se meten los cables de fibra óptica de todos los operadores y por cuyo uso deben pagar estos un alquiler. El regulador ha decidido aumentar entre un 11% y un 14,6% los precios que abonan a Telefónica el resto de sus rivales, una subida menor del 20% de media que esperaba el sector cuando se abrió la consulta pública. Aún así sigue siendo considerada abusiva, por lo que los operadores alternativos no descartan recurrir la medida tanto en el ámbito administrativo como judicial, informaron a este diario fuentes conocedoras del conflicto.
En concreto, los precios recurrentes, los que pagan los operadores cada mes por el uso de las infraestructuras pasivas de Telefónica (conductos, arquetas, cámaras y postes), suben un 11 % de media frente al 20% de la propuesta inicial; mientras que los precios no recurrentes, que se abonan por actuaciones puntuales (como una visita técnica o un análisis de viabilidad), suben un 14,6 %, “en línea con la evolución de los costes laborales”, según la resolución de la CNMC, aunque la propuesta inicial era subir solo un 11% estos precios.
La existencia de esa infraestructura, con conductos subterráneos que recorren las ciudades y localidades de toda España, ha permitido el rápido despliegue de varias redes de fibra óptica cuyo coste se ha abaratado notablemente gracias a esa red de ductos que se creó para las líneas de cobre cuando Telefónica era una monopolio público y que se ha usado para desplegar las de fibra. El buen funcionamiento de estas canalizaciones permite desde 2009 que los operadores alternativos desplieguen redes de fibra óptica. Actualmente, unas 370 compañías utilizan este servicio para acceder a más de 120.000 kilómetros de subconductos o más de dos millones de arquetas.
La CNMC defiende que la revisión se basa en la regulación vigente que dispone que los precios deben fijarse en función y por medio de un modelo de costes. “Se ha empleado un modelo coherente con el utilizado en la actualización anterior de 2021 y con las recomendaciones europeas en materia de costes”, señala la CNMC en su nota. Los nuevos precios se han aprobado tras un proceso de consulta pública en el que los interesados pudieron formular alegaciones, y después de que la medida haya sido notificada a la Comisión Europea (CE).
Precisamente, el Ejecutivo europeo, no conforme con el procedimiento, emitió observaciones metodológicas y animó a la CNMC a aportar mayor previsibilidad en futuras revisiones de precios como le reclamaban los competidores de Telefónica. En su respuesta, la CNMC explica que actualmente están en marcha dos procedimientos clave que definirán el marco regulatorio del acceso a la infraestructura física de Telefónica (el análisis de mercado mayorista de acceso a la infraestructura física, y el procedimiento sobre los compromisos presentados por Telefónica). “Por ello, aunque aún no es posible fijar un calendario concreto, la CNMC comparte ese objetivo de previsibilidad y se compromete a establecer una planificación más clara”, señala el regulador.
Quejas de los operadores alternativos
Pese a las explicaciones del organismo que preside Cani Fernández, compañías como MasOrange y Vodafone, que acometen la mayor parte de la factura al disponer de los mayores despliegues de fibra, persisten en sus críticas de que esta propuesta favorece los intereses de Telefónica, puesto que la actualización de precios es “imprevisible” y, tal y como propone la Comisión Europea, la CNMC debería haberse esperado para incluirla en el futuro análisis del mercado de banda ancha, que es el proceso natural para aprobar estos cambios.
Las telecos alternativas argumentan además que MARCo es el segundo servicio más rentable de Telefónica, con un margen del 56%. La operadora que preside Marc Murtra ingresa más de 70 millones de euros anuales por esta partida, fundamentalmente a costa de MasOrange, que es la que posee la segunda mayor red de fibra óptica, tras la de Telefónica, con una cobertura para 17 millones de hogares. Los rivales de Telefónica incluso han deslizado que la CNMC concede un trato de favor a la compañía desde que el Estado, a través de la SEPI, tomó un 10% del capital de la operadora y se hizo con el control de la gestión.
Otra de las quejas es que no existe un censo actualizado de las canalizaciones que efectivamente son propiedad de Telefónica, puesto que muchas de las que se atribuye la compañía fueron desplegadas en su momento por organismos públicos como ayuntamientos o diputaciones, y no se distingue su titularidad.
Postura de Telefónica
Por el contrario, en la consulta pública, Telefónica ha defendido sin éxito que los precios marco deberían actualizarse de manera automática, sin necesidad de iniciar expediente y con carácter anual. En particular, solicitaba que se establezca que las cuotas no recurrentes se actualizarán para adaptarse a las variaciones que experimente el coste laboral total por hora efectiva de trabajo, y que los precios recurrentes se revisarán anualmente para adaptarse a las variaciones que experimente el Índice General de Precios al Consumo.
La CNMC sostiene que “no está justificado incorporar en este momento un cambio tan significativo en el método de revisión de costes, dado que las cuotas incluidas en las ofertas han estado tradicionalmente sujetas a un control más estricto, con revisiones que garantizan su adecuación a los principios regulatorios aplicables en cada momento”.
Según Telefónica, los precios que ofrecen otros operadores de red, así como los organismos públicos, para acceder a sus infraestructuras de obra civil, distan mucho de los precios regulados fijados para Telefónica, generando un fuerte desequilibrio entre este operador y sus competidores. La compañía que preside Marc Murtra opina que esta situación de desventaja es particularmente relevante si se tiene en cuenta que los principales competidores de Telefónica (MasOrange y Vodafone) poseen una extensa red de infraestructuras de obra civil, heredada de las empresas de cable que progresivamente han ido adquiriendo, cuyos precios de acceso pueden fijar libremente.
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