BME quiere atraer a la Bolsa española a los grandes inversores latinoamericanos en inmobiliario
El operador bursátil se reúne con empresas del otro lado del Atlántico y lanza una circular para favorecer el aterrizaje de las compañías llamadas Fibras


Bolsas y Mercados Españoles (BME) ha salido en búsqueda de un nuevo tipo de empresas que puedan cotizar en el parqué español. El operador bursátil quiere atraer a lo que se denomina como Fibras (fideicomisos de infraestructura y bienes raíces), un tipo de compañía similar a las socimis españolas, unas sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario que se han expandido muy rápidamente y con mucho éxito en España.
BME lanzó recientemente una circular para sus mercados BME Growth y BME Scaleup, donde actualmente cotizan 68 y 23 socimis, respectivamente, para facilitar el camino a las Fibras, que operan sobre todo en México y Perú. En ese documento público de BME se explica que tras la experiencia acumulada en la negociación de acciones emitidas por socimis, “se ha valorado la posibilidad de incorporar a la negociación valores negociables de otros vehículos (o instrumentos) de inversión bajo legislación extranjera sobre activos del mercado inmobiliario de naturaleza urbana para su arrendamiento, como por ejemplo los fideicomisos de inversión en bienes raíces (Fibra), en atención al interés demostrado por dichas entidades en incorporar sus emisiones de valores negociables en este segmento”.
Este tipo de vehículos llamados Fibras surgieron primeramente en México hace poco más de una década, a semejanza de los trust estadounidenses. Actualmente cotizan alrededor de una quincena en ese mercado. La primera y mayor se llama Fibra Uno, que cuenta con 147 propiedades, entre ellas edificios de oficinas, centros comerciales y naves industriales, con un valor aproximado a los 8.500 millones de euros, a cambio actual.
A semejanza de las socimis, las Fibras están obligadas a repartir dividendos entre sus accionistas y, además, comparten la naturaleza urbana de sus inmuebles destinadas al arrendamiento. Además de Fibra Uno (Funo), existen otras de gran tamaño como Educa (inmuebles educativos), Prologis (almacenes logísticos), o Fibra Myt (de oficinas, comercial e industrial), entre otras.
En Perú existe más recientemente la figura de la Fibra y otra similar llamada Firbi (fondo de inversión en renta de bienes inmuebles). La mayor es la llamada Fibra Prime (de oficinas, logística y comerciales), valorada en alrededor de 170 millones.
Desde BME explican que esa circular se lanzó pensando en abrirse a este tipo de empresas. De hecho, responsables del operador bursátil español (propiedad de Six) ya se han reunido con algunas de las empresas inmobiliarias de distintas partes del mundo que gestionan estos vehículos.
“En efecto, la regulación que se ha aprobado modifica la normativa de BME Growth y BME Scaleup para dar entrada a cierto tipo de vehículos que están relativamente extendidos en países iberoamericanos”, responden desde BME. “Los que han tenido más distribución se denominan Fibras. No son exactamente sociedades anónimas, sino fideicomisos de inversión inmobiliarios. Una figura no frecuente en España, pero que ya cotiza en Bolsas iberoamericanas, particularmente en México, Perú o Colombia”.
Los expertos consultados explican que BME tiene una oportunidad de atraer a la Bolsa española a algunos de estos grandes patrimonios inmobiliarios, fundamentalmente con la cotización a ambos lados del Atlántico, en lo que se denomina como dual listing.
Como ventajas, estos expertos señalan que habrá inversores europeos que quieran meter sus recursos en estas Fibras, pero que quieran hacerlo en euros. Y también de forma contraria, accionistas latinoamericanos que quieren incrementar su exposición a la estabilidad en Europa.
De esta forma, BME quiere atraer capital a sus mercados, como hizo con las socimis, surgidas principalmente a partir de 2013 a semejanza de los REIT internacionales. Estas compañías no pagan por el impuesto de sociedades pero están obligadas a repartir al menos el 80% del dividendo a sus accionistas (el resto del beneficio no distribuido tiene un gravamen del 15%).
Actualmente cotizan cerca de 150 socimis españolas en distintos mercados nacionales y extranjeros, convirtiéndose España en uno de los países del mundo con más empresas de este tipo en diferentes parqués en tan solo poco más de una década de vida. En el Ibex 35 cotizan Merlin Properties e Inmobiliaria Colonial; en el mercado continuo lo hace Árima; Saint Croix (de la familia Colomer) debutó en Luxemburgo; BME Growth acoge a 68 firmas; BME Scaleup, otras 23; el Euronext parisino también suma 38, y, finalmente, Portfolio Stock Exchange cuenta con 17.
Según adelantó Cinco Días la pasada semana, estos diferentes mercados podrían sumar entre 25 y 30 nuevas socimis a lo largo de 2025. Este tipo de compañías, desde las socimis a los REIT y las Fibras, permiten a los accionistas más pequeños invertir en compras de acciones en el mercado inmobiliario sin necesidad de adquirir por sí solos un inmueble.
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