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Indra plantea la venta de activos para financiar la compra de Hispasat

BNP Paribas y BBVA activan la sindicación de un préstamo de 700 millones de euros. Parte de esta operación busca captar 200 millones con deuda a corto plazo que se refinanciará con desinversiones

Exterior de las oficinas de Indra en Madrid.

Indra sigue trabajando en la compra de Hispasat, la operación estratégica con la que pretende convertirse en un referente de espacio y defensa. Los bancos financiadores de la operación, BNP Paribas y BBVA, han activado la sindicación de un préstamo de 700 millones de euros con el que se adquirió el gestor de satélites a Redeia, por el que pagó 725 millones de euros.

En una segunda fase, las entidades coordinadores del crédito están planteando la entrada de otros financiadores. Según documentación que ya han remitido a la gran banca, BNP Paribas y BBVA plantean sindicar un crédito de 500 millones de euros a cuatro años. Y además, esta operación contempla otros 200 millones de euros en un crédito puente de corto plazo que pretenden refinanciar con la venta de activos, según la documentación que ya manejan los posibles interesados. Fuentes de Indra, BNP Paribas y BBVA han declinado hacer comentarios.

La compra de Hispasat por parte de Indra se completó poco después de que la compañía dirigida por José Vicente de los Mozos iniciara de manera formal el pasado 30 de septiembre de 2024 un proceso de venta de la filial de pagos de Minsait, su división de tecnología civil. La valoración inicial para esta división era de entre 500 y 600 millones de euros, pero fuentes del mercado creen que se trataba de un precio más elevado del que estaban dispuestos a ofrecer algunos inversores.

Esa respuesta fría por parte del mercado se produjo antes de importantes hitos para Indra. A inicios de 2025, la compañía cambió de presidente. Marc Murtra cesó del cargo para su nombramiento como presidente ejecutivo de Telefónica, lo que llevó a la compañía del Ibex-35 a nombrar a Ángel Escribano presidente ejecutivo. Escribano Mechanical & Engineering es el máximo accionista privado de Indra con el 14,3% del capital, solo superado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que posee casi el 28% de las acciones de la empresa.

Tras la llegada de Escribano, se produjo la compra de Hispasat. Indra pretende con esta adquisición transformar la compañía. De un proveedor de tecnología, la firma busca convertirse en un campeón nacional focalizado en la defensa y el espacio. La filial de defensa de Hispasat, Hisdesat, juega un papel clave en dicha transformación e Indra ya ha advertido que pretende consolidarse en esta firma, de la que posee el 50% (el otro 50 % está en manos de Isdefe, Airbus y Sener).

Con ese foco estratégico, la compañía se está planteando qué papel juega Minsait y en el mercado no se descarta que finalmente se ponga este activo a la venta, incluyendo no sólo la filial de pagos sino también el resto de la división de tecnología. Durante 2024, ya aparecieron potenciales interesados en este activo, como Apax o Bain Capital. Sin embargo, fuentes financieras señalan que Telefónica Tech podría ser una opción con más ventaja.

Los fondos de capital riesgo podrían aplicar una política de desinversiones a corto plazo y ajustes que implicarían despidos, algo difícil de gestionar para una compañía controlada por la SEPI. Si se fusionara con Telefónica Tech, el Estado mantendría una posición de influencia superior sobre Minsait, ya que suma el 10% del capital de Telefónica. Eso podría garantizar, según creen en el mercado, que no se tomaran decisiones controvertidas desde el punto de vista social, como son los ajustes de personal.

Indra tuvo una digestión difícil de la compra de Hispasat. La compañía cotizaba casi a 19 euros a finales de enero, cuando este medio desveló que la compra del sector de satélites era inminente. La cotizada bajó en el tránsito de esta operación un 15%, hasta quedarse ligeramente por encima de los 16 euros el 7 de febrero. Sin embargo, desde ese momento ha recuperado todo el valor perdido en un rally bursátil alcista que ha supuesto una revalorización de más del 18%. Este mismo miércoles, la compañía presentará sus resultados de 2024, que el consenso de analistas considera que serán muy positivos.

Dicha escalada en el parqué se produce en un contexto en el que Estados Unidos, principal socio de la OTAN, está exigiendo a sus homólogos europeos que eleven los presupuestos de Defensa. Los países comunitarios cada vez son más proclives a elevar el gasto militar para lograr ser más independientes de su socio al otro lado del atlántico.

Bruselas está entrando en conflicto geopolítico con Washington por la situación de Ucrania. Donald Trump se ha mostrado proclive a terminar el conflicto en suelo ucraniano plegándose a las exigencias territoriales de Rusia, que pasarían por anexionarse toda la zona del Dombás. La Unión Europea no quiere ninguna solución que no cuente con el concurso de Ucrania en la ecuación. Lograr una paz justa está dejando cada vez más patente que Europa tendrá que aumentar su ayuda militar a Ucrania. De todo ese gasto podrían aprovecharse las empresas de defensa europeas. Es ahí donde los inversores están reconociendo valor al reposicionamiento de Indra.

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