Las farmacéuticas se comprometen con Sánchez a multiplicar su inversión si es incentivada
Las compañías del sector prevén cerrar este ejercicio con 9.000 millones de inversión en tres años en España
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y representantes de la industria farmacéutica nacional, europea y mundial se han reunido este miércoles para intensificar la colaboración público-privada y hacer seguimiento del plan iniciado hace dos años. Según señala la patronal Farmaindustria en un comunicado, Sánchez, acompañado de la ministra de Sanidad, Mónica García y el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha subrayado que la industria farmacéutica es un activo clave para España y un sector estratégico a nivel mundial.
Por su parte, las compañías farmacéuticas prevén cerrar este ejercicio con 9.000 millones de euros de inversión en tres años en España, una cifra que podría multiplicarse en el siguiente trienio si el entorno regulatorio incentiva la inversión.
Los representantes de la industria farmacéutica han solicitado al presidente del Gobierno que las reformas legislativas previstas a nivel europeo y nacional den predictibilidad al sector, lo que le permitirá recuperar la competitividad perdida frente a otras regiones y cimentar la autonomía estratégica en medicamentos innovadores.
En el encuentro han participado los responsables de Almirall, Amgen, Biogen, BMS, Chiesi, Daiichi Sankyo, Laboratorios ERN, Ferrer, Johnson & Johnson, Leo Pharma, Lilly, Merck Healthcare, Roche Pharmaceuticals, Rovi, Sanofi, la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica Innovadora (Ifpma), la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), y Farmaindustria.
Además de reiterar a Sánchez la apuesta de la industria farmacéutica por España, los representantes de las compañías han incidido en la importancia de seguir manteniendo un diálogo abierto y constructivo que garantice un entorno de estabilidad y predictibilidad regulatoria para el sector, cuyo desarrollo y crecimiento no es inmediato, sino que precisa de mucho tiempo para ver resultados por el alto riesgo de su inversión (el proceso de I+D de un medicamento ocupa de 10 a 12 años). El Gobierno tiene un papel fundamental en despejar parte de la incertidumbre de este proceso, apoyando una regulación favorable tanto en Europa como en España.
“La Estrategia de la Industria Farmacéutica en España 2024-2028 establece una plataforma de diálogo entre el Gobierno y la industria para abordar iniciativas legislativas y una hoja de ruta de reformas para los próximos cuatro años. Dicho diálogo y la colaboración son esenciales para lograr un entorno regulatorio estable y predecible que fomente y atraiga inversiones”, afirma la presidenta de Farmaindustria y directora general de Amgen en España, Fina Lladós Canela, quien ha añadido que “el sector está comprometido con la salud y bienestar de toda la sociedad, contribuyendo a mejorar la atención sanitaria y apoyando el crecimiento económico, la productividad y el empleo de calidad en España y Europa. Para conseguirlo, necesitamos condiciones regulatorias adecuadas”.
Los directivos han pedido al presidente del Gobierno proteger e impulsar la competitividad de la industria aprovechando la reforma de la regulación farmacéutica en la Unión Europea (UE) y las reformas legislativas y normativas previstas a nivel nacional. En su opinión, en el contexto global actual, la industria necesita más que nunca medidas que cimenten la confianza de los inversores en España y en Europa.
Productividad
Según Farmaindustria, se ha puesto el foco en dos cuestiones de impacto para la industria farmacéutica en debate a nivel europeo. Por un lado, la pérdida de competitividad del sector, reflejada en su decreciente presencia a nivel global en ensayos clínicos y desarrollo de terapias avanzadas, que se verá aún más acentuada por las propuestas de la Comisión Europea sobre la revisión de la legislación farmacéutica. En sus planteamientos está la reducción de ocho a seis años de la protección de datos regulatorios base (un incentivo clave para la innovación), así como la reducción de 10 a 9 años de la exclusividad de mercado para los medicamentos huérfanos (para enfermedades raras).
Por otro lado, si bien la industria farmacéutica está plenamente comprometida con la transición ecológica y es líder entre los diferentes sectores industriales en indicadores medioambientales, han surgido varias iniciativas legislativas simultáneas con un alto impacto. La más avanzada es la Directiva sobre el Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas, que, de aplicarse, supondrá un duro golpe para el acceso de los pacientes a los medicamentos y la competitividad global del sector farmacéutico en Europa. Su coste es desproporcionado, ya que prevé que solo dos industrias, la farmacéutica y la cosmética, asuman la casi totalidad del coste de la depuración cuaternaria para eliminar los microcontaminantes químicos. Según las farmacéuticas, ambas medidas harán que Europa sea menos atractiva para las inversiones en innovación biomédica en comparación con Estados Unidos y China, con el consiguiente impacto para los pacientes, el bienestar y la economía del continente.
En el contexto nacional, se ha solicitado al presidente del Gobierno un desarrollo equilibrado de las regulaciones que están sobre la mesa, como son el Real Decreto de Evaluación de las Tecnologías Sanitarias, el Real Decreto de Precio y Financiación o el Anteproyecto de Ley de los Medicamentos.
Asimismo, es también prioritario para la industria farmacéutica mejorar los tiempos en el acceso y disponibilidad de los medicamentos para que los pacientes tengan a su alcance y en el menor tiempo el mejor de los tratamientos innovadores posible, de manera justa, equitativa y asegurando la sostenibilidad del sistema sanitario.
“La previsibilidad es esencial para la competitividad de nuestra industria y para el bienestar de los sistemas de salud y, lo más importante, de los pacientes para quienes innovamos”, subraya Lladós.
Según Farmaindustria, está en juego aprovechar las oportunidades que el sector representa. “España tiene la oportunidad de convertirse en un hub mundial de investigación y producción de medicamentos si el entorno regulatorio incentiva la inversión de la industria farmacéutica innovadora”, dice la patronal, que añade que la industria biofarmacéutica es un sector de valor en los países en los que está implantada por su contribución al bienestar sanitario, social y económico, como reconocen la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Las farmas insisten en que España es uno de los líderes globales en ensayos clínicos.
Además, destacan que el sector es líder en inversión en I+D a nivel mundial, con un porcentaje del 30% de sus ingresos anuales dedicados a esta partida, lo que supuso cerca de 270.000 millones de euros en 2021. En España la industria farmacéutica ha mantenido un crecimiento sostenido de sus inversiones en I+D del 5,7% en la última década, con cerca de 1.400 millones de euros en 2022. Esta cifra supone el 20% de toda la I+D industrial que se hace en el país. Además, actualmente existen 174 plantas de producción de medicamentos, en 13 comunidades autónomas, de las cuales 106 están dedicadas a medicamentos de uso humano. En este escenario, la producción de medicamentos en España ha aumentado un 40% en los últimos tres años, hasta los 23.000 millones de euros, y 6 de cada 10 euros de valor añadido de bienes de alta tecnología (en los que se engloban también los productos electrónicos y la industria aeroespacial) se deben a los medicamentos. El medicamento es el quinto producto más exportado del país, alcanzando 21.100 millones de euros en 2023.
Farmaindustria estima que el sector farmacéutico contribuyó a generar más de 27.200 millones de euros de valor añadido en 2023, tanto de forma directa como indirecta e inducida, el equivalente al 1,9% del PIB nacional.