El Gobierno ‘salva’ 4.490 millones de primas que las renovables habían perdido por los bajos precios
Transición cambia la regulación reduciendo las horas de funcionamiento que dan derecho a las plantas a su retribución, horas que no han podido cumplir por el exceso de generación verde
Las primas de las energías renovables que aún sobreviven tras el tajo que el último Gobierno de Mariano Rajoy les asestó en 2013, y que se tradujo en la multitud de arbitrajes instados por inversores extranjeros y que aún son noticia, sufrieron en 2024 un duro revés. Más concretamente, las plantas que todavía las reciben y forman parte del llamado Recore (renovables, cogeneración y residuos) a las que les correspondía cobrar 4.490 millones de euros a través de su retribución especial y que perdieron dicho derecho. Esa cantidad procedía de la factura de la luz que los consumidores pagaron el año pasado a través de los cargos del sistema eléctrico, con los que se financian, entre otras, la partida del Recore.
El antiguo mecanismo de primas, que generó un déficit de tarifa de casi 30.000 millones de euros y se cobraban en función de la producción, fue sustituido por otro que subvenciona la inversión de los proyectos durante subperiodos regulatorios de tres años, hasta un total de 20 años (el sistema incentivó a los inversores que renunciaron a los arbitrajes internacionales). Para recibir la citada retribución las instalaciones deben cumplir con un mínimo de horas equivalentes de funcionamiento (el titular puede incluso perder el derecho a la subvención en caso de incumplimiento), horas que debido al hundimiento de los precios de la electricidad registrados en la primavera de 2024 y a la abundancia de producción verde en el mercado la mayoría de las fotovoltaicas (en Recore suponen unos 3.500 MW) no han podido cumplir y, por tanto, han perdido el derecho a la prima.
La alarmas sonaron ya el pasado verano cuando el Ministerio para la Transición Ecológica lanzó una consulta pública previa, muy genérica e imprecisa, sobre “Ajustes del régimen retributivo específico”. En ella señalaba que “el sector eléctrico se está enfrentando a nuevos retos derivados de una alta penetración de las energías renovables, resultando en un mayor porcentaje de vertidos de energía, así como en una reducción de los precios del mercado mayorista, alcanzando incluso valores negativos por primera vez en su historia”. En marzo de 2021 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobó unas reglas del mercado que permitían por primera vez los precios negativos en España, lo que implica la devolución a los usuarios de las horas con precios inferiores a cero euros/MWh. Ello se aplicaría desde el 1 de enero de 2024.
Tras las más de 40 alegaciones presentadas, entre ellas las de las asociaciones del sector solar (como UNEF o APPA), la consulta se ha saldado en una propuesta de real decreto que el ministerio que dirige Sara Aagesen aprobó el pasado 26 de diciembre, que supone un traje regulatorio a la medida para salvar la situación, que se ha sometido a un nuevo proceso de audiencia pública que termina el 24 de enero.
Nueva regulación
Según la norma en trámite, y debido a la gran cantidad de potencia renovable instalada en los últimos años, algunos nodos de la red eléctrica están saturados en determinados periodos del año, por lo que, para evitar que las del Recore puedan “perder sus derechos económicos”, se modificará “la definición del número de horas equivalentes de funcionamiento”. Además, en su cálculo se incluirá la energía que no haya podido ser vendida cuando el operador del sistema, Red Eléctrica, les aplique las llamadas “restricciones técnicas” con las que soluciona las situaciones de saturación.
El sistema retribuye la inversión y la operación de las plantas. Otro cambio regulatorio introducido por el ministerio para facilitar el cobro es que “solo se aplicarán las correcciones de los ingresos anuales a la inversión, excluyendo a la operación”. Por tanto, las instalaciones recibirán la retribución a la operación en su totalidad, aunque no hayan cumplido las horas mínimas. Según el real decreto en ciernes, no se tendrá en cuenta en el cómputo de horas cuando durante seis horas seguidas se hayan registrado precios cero. Aunque España admite la casación de precios negativos desde 2018 (en Europa viene de más lejos), hasta los meses de marzo y abril de 2024 no se produjo esa situación.
Según los expertos, existe un problema a corto plazo que se concentra en ciertas zonas y afecta a las plantas que REE saca por restricciones, “no porque no quieran producir, sino porque en las horas que ofertan salen por restricciones”. A largo plazo, el problema es que cada vez habrá más vertidos de energía “por lo que una opción para las instalaciones ante precios cero, o negativos, con los que tendrían incluso que pagar, es verter la producción”.