Vodafone frena la sangría de clientes tras la compra por Zegona
La operadora registró 135.000 altas netas de fibra y móvil desde junio frente a las 442.000 que perdió hasta ese mes
Los nuevos gestores de Vodafone España están consiguiendo darle la vuelta a la compañía en el plano comercial, al menos en lo que se refiere a la fuga de clientes. Desde que el 1 de junio pasado Zegona se hizo cargo formalmente de la operadora, la tendencia ha virado en 180 grados: de ser el operador que más clientes perdía al mes a manos de la competencia a conseguir ganar abonados. Así lo evidencian los datos de altas netas, es decir, las que se consiguen tanto por la portabilidad (procedimiento que permite cambiar de compañía conservando el número) como por los contratos de nuevos clientes. Vodafone registró 135.000 altas netas de líneas de banda ancha y móvil desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre. Una cifra que contrasta con las 442.000 líneas que perdió de enero a mayo cuando aún estaba en manos del grupo británico, según datos oficiales a los que ha tenido acceso este diario.
En banda ancha, Vodafone registró en los cuatro meses de verano 26.000 altas netas, frente a las 72.000 líneas que perdió en los primeros cinco meses del año. La compañía se posicionó por detrás de los operadores alternativos (en particular Digi), que consiguieron 180.000 altas netas, y de Movistar, que obtuvo 44.000. Pero venció a Masorange, que sufrió una pérdida neta de 92.000 líneas.
En telefonía móvil, el balance es aún más positivo. Vodafone ganó 109.000 líneas (frente a las 370.000 líneas que perdió en los cinco primeros meses del año), siendo el operador de los tres grandes que mejor comportamiento tuvo, ya que Movistar aumentó en 97.000 sus altas netas y Masorange, en 75.000. Los alternativos, con Digi a la cabeza, se auparon al primer lugar, con 358.000 líneas.
Sin embargo, estas cifras hay que ponerlas en contexto puesto que incluyen las de Finetwork, que usa la red de Vodafone y, hasta septiembre contabilizaba en sus estadísticas a todos los efectos. En mayo pasado, Finetwork firmó un nuevo acuerdo mayorista con Vodafone por el que dejó de ser una marca blanca y, aunque continúa usando su red, ha cambiado su estatus de revendedor por el de operador móvil virtual (OMV, por sus siglas en inglés) prestador de servicios, pasando a tener código y numeración propia. De esta forma, los 1,3 millones de líneas de fijo y móvil que hasta ahora figuraban como clientes de Vodafone en las cifras oficiales pasarán progresivamente a ser contabilizados como abonados de Finetwork, así como las sucesivas altas netas, incluyendo las portabilidades. Ese proceso de migración comenzó en octubre pasado y, merced a ese efecto negativo, Vodafone ya registró una portabilidad neta negativa en ese mes de 43.000 líneas móviles, frente a las 10.500 líneas que cedió en septiembre, debido fundamentalmente a la fuga estadística de Finetwork.
Nueva política de tarifas
Con todo, tras la toma de control por parte de Zegona de la operadora la compañía ha iniciado un camino frenético para recuperar la actividad comercial y volver a la rentabilidad. El 14 de mayo se aprobó en Consejo de Ministros la venta de Vodafone España a Zegona por 5.000 millones de euros pero no fue hasta el 1 de junio, cuando el nuevo equipo directivo toma el control de la operadora, situando a José Miguel García (ex de Jazztel y de Euskaltel) como primer ejecutivo de la compañía y remodelando la estructura para impulsar un nuevo modelo de compañía, mucho más ágil y más eficiente para ganar en competitividad. El fichaje de Ángel Álvarez como director comercial, puesto que ejercía hasta entonces en Digi -el operador rumano que más clientes gana mes a mes- fue una señal inequívoca de esa nueva política comercial agresiva.
En esa línea, la primera medida adoptada por la compañía adquirida por Zegona fue la de hacer permanentes desde primero de junio los descuentos que venía aplicando en las distintas ofertas a los clientes particulares y autónomos. Posteriormente, llevó a cabo una completa remodelación del portfolio de tarifas de su principal marca Vodafone, en sendos anuncios durante los meses de julio y agosto, en los que se simplificaban los planes y se rebajaban los precios en muchos de ellos (planes de móvil desde 15 euros al mes y de fibra y móvil desde 35 euros mensuales). Además, los nuevos gestores apostaron decididamente por Lowi, su marca low cost, que también ha sufrido cambios, incorporando el acceso a 5G y la televisión (Netflix) en su portafolio de precios, e introduciendo una tarifa rompedora de fibra y móvil con más gigas desde 20 euros al mes.
Paralelamente, para su marca fuerte, Zegona mantiene la política de precios del grupo británico Vodafone Group de actualizar cada año sus precios de acuerdo a la evolución general del IPC. A partir del 1 de enero de 2025, subirá sus distintos planes de tarifas tanto convergentes (fibra y móvil) como de banda ancha o solo móvil una media del 3%, lo que supondrá un incremento medio de 1,5 euros al mes para el conjunto de la base de clientes, según los cálculos de la operadora