Golpe de ACS en Nueva York: desarrollará y gestionará el futuro vertipuerto de Manhattan
La filial Skyports gana la remodelación del helipuerto Downtown Manhattan para dar cabida a la movilidad aérea eléctrica
Nueva pica de ACS en Estados Unidos, esta vez al calor de una de las tendencias en movilidad urbana que ha puesto a competir a las mayores empresas de transporte, aeronáutica e infraestructuras del mundo: el aerotaxi eléctrico (eVTOL) y los vertipuertos que acogerán sus despegues y aterrizajes en entornos urbanos. La filial británica Skyports ha sido elegida como opción preferente para desarrollar y gestionar el futuro vertipuerto de Manhattan, en Nueva York. ACS comparte el capital de Skyports con la operadora francesa de aeropuertos ADP.
El proyecto está siendo promovido por la New York City Economic Development Corporation y cuenta con el apoyo del alcalde Eric Adams, quien ve en Manhattan la posibilidad de crear el primer helipuerto de EE UU con capacidad para acoger el transporte aéreo eléctrico. El reto es adaptar el actual Downtown Manhattan Heliport, en East River, a un paso de Wall Street, para la operación de aerotaxis, lo que incluye la carga eléctrica de los mismos. La tarea ha sido encomendada a la firma de ACS.
La infraestructura data de 1960 y sus 7.800 metros cuadrados de superficie ofrecen capacidad para 12 helicópteros. La terminal cuenta con oficinas, sala VIP y un área para viajeros, todo ello operado por Shaker Aviation. La certificación por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) para los vuelos comerciales de estos artefactos más sostenibles que los helicópteros está prevista para 2025. Un eVTOL podría conectar el centro de Manhattan con el aeropuerto JFK en memos de 10 minutos.
Los fabricantes de aerotaxis Joby y Volocopter han llevado a cabo pruebas en el helipuerto del distrito financiero de Nueva York, al igual que el fabricante de cargadores BETA Technologies. Además del impulso a un modo de transporte más verde, el ayuntamiento de Nueva York intenta atajar los centenares de denuncias por el ruido de los helicópteros que atraviesan la ciudad, con un aumento del 700% desde la pandemia.
La adjudicación deberá ratificarse aún el próximo 9 de diciembre, tras lo que se firmaría el contrato de concesión. Fuentes del sector explican que el contrato será por cinco años y conlleva una posible ampliación hasta los 20.
El grupo que lideran Florentino Pérez y Juan Santamaría se hizo el pasado abril con una participación de referencia en la citada Skyports, en la que ha invertido 110 millones de dólares (unos 105 millones de euros) a través de Iridium, su concesionaria de infraestructuras. Esta apuesta se enmarca en la estrategia de diversificación de ACS hacia infraestructuras de nueva generación. Antes de esa incursión, Ferrovial y Acciona tomaron posiciones en un segmento del transporte aéreo en el que ya estaban colocados Boeing, Airbus, Uber, Toyota, Hyundai o AT&T. El grupo que preside Rafael del Pino tiene planes de instalar una red de vertipuertos en Florida y es accionista desde 2020 del fabricante alemán de eVTOL Lilium. La compañía de la familia Entrecanales, por su parte, se colocó en 2022 entre los partícipes del fabricante Eve Holding junto a Embraer.
Skyports lidera ya el proyecto London Heliport, en Reino Unido, y acaba de arrancar el desarrollo de un vertipuerto en el aeropuerto internacional de Dubai, de un total de cuatro que tiene planificados en el país. La responsable de Iridium, Nuria Haltiwanger, ha entrado en los órganos de gestión de Skyports junto al director general de Operaciones de la concesionaria, Vicente Maraña, y el director de Riesgos de ACS, Ramón Villaamil.
La autonomía y el peso de las baterías eléctricas, además de la velocidad de recarga, están entre los desafíos tecnológicos para la movilidad aérea urbana. Los futuros aerotaxis equiparán sistemas basados en el ADS-B (Vigilancia Dependiente Automática-Difusión), la tecnología LIDAR (mide la distancia entre objetos en movimiento utilizando el láser), o en las investigaciones sobre la propulsión eléctrica distribuida (DIP). Otro gran reto es el de la seguridad, ante la convivencia con otro tipo de aeronaves y un futuro en el que se espera la irrupción de vehículos autónomos.