El hermano de Antonio Catalán paraliza la venta de la mayor cartera hotelera en España

Saca del mercado la cadena Zenit Hoteles que ofrecía a inversores por 350 millones de euros, donde estaban incluidos 19 hoteles en propiedad

Entrada del hotel Zenit ValenciaMÓNICA TORRES

Los interesantes retornos que está ofreciendo la inversión en hoteles está disparando el apetito de fondos por entrar en el mercado español, lo que está siendo aprovechado a su vez por los propietarios para poner sus activos en el escaparate. Es el caso del fondo británico Pygmalion, que ha sacado recientemente al mercado una cartera de nueve hoteles de la marca Silken por la que está pidiendo 240 millones de euros, lo que la convierte en la más cara en el mercado.

Ese puesto lo tuvo hasta hace poco tiempo la cadena Zenit Hoteles, fundada por Javier Catalán, hermano de Antonio Catalán, cuya cartera, compuesta por 19 hoteles en propiedad, cuatro en franquicia y un hotel en desarrollo en Lisboa, pasó durante muchos meses y hasta este verano por las mesas de fondos y cadenas con un precio de 350 millones de euros, según han podido confirmar hasta de tres fuentes inmobiliarias diferentes a Cinco Días.

Javier Catalán, hijo del fundador, sobrino de Antonio Catalán y consejero delegado de Zenit Hoteles, niega la mayor: no está en venta y nunca ha estado en venta. “Me han llegado a ofrecer hasta 380 millones de euros y no los he aceptado. No invierto en cerrar y reformar el hotel de Barcelona si voy a vender la cartera”, señala en declaraciones exclusivas a este periódico, en las que remarca que cuenta con el apoyo de la banca y con caja suficiente para no depender de la búsqueda de un socio externo. Catalán destaca que el plan de crecimiento, en el que están previstos nuevos activos en Córdoba, Jerez de la Frontera o Málaga, pasa por la racionalidad para no comprometer el futuro de la compañía. “Formo parte de la segunda generación y no está en mis planes desprenderme de la compañía”, señala.

Esas mismas fuentes inmobiliarias apuntan, no obstante, que la verdadera razón del frenazo en la venta ha sido el hecho de que el precio que se solicitaba era muy elevado, lo que habría disuadido a muchos inversores de entrar finalmente en la puja. En paralelo, las cuentas de la compañía han pasado de los números rojos acumulados durante la pandemia al beneficio, lo que podría haber provocado que la propiedad hubiera decidido sacar del mercado temporalmente la cartera para beneficiarse del momento dulce del mercado turístico e inmobiliario a la espera de mejores ofertas.

El movimiento de Zenit Hoteles es prácticamente calcado al de la cadena Hotelatelier, con las marcas Petit Palace e Icon. La compañía, asfixiada por la parálisis desencadenada por la pandemia, solicitó un rescate de 25 millones con cargo al fondo de la SEPI que le fue denegado, lo que obligó a sus accionistas (el fondo franco-belga Kartesia Securities y tres family office: Kias Investments, de la inmobiliaria sueca Stahl, Miño de Seguros Santa Lucía, e Inversiones El Piles, de la familia asturiana Arrojo) a sacar al mercado la cartera, compuesta por 35 contratos de gestión, 19 de ellos en Madrid, por 230 millones de euros. Por los despachos de Hotelatelier pasaron cadenas como Barceló o B&B o fondos como Corum o Covivio.

Ninguno llegó, ni de lejos, a ese precio y eso fue lo que precipitó que la compañía optara por frenar la venta a la espera de que llegaran mejores ofertas. El pasado mes de mayo, Kartesia comunicó que había tomado una participación mayoritaria en el capital, sin especificar cuál de los otros tres grandes accionistas redujo su peso en el accionariado. El cambio en la propiedad conllevó la salida del consejero delegado Alfonso Castellano.

Zenit Hoteles fue fundada en 1999 por Javier Catalán Gil, hermano de Antonio Catalán, que dejó una próspera carrera profesional en la abogacía y en la gerencia de una empresa del sector petrolero para construir un imperio hotelero compuesto por 24 hoteles de cuatro estrellas, con una fuerte implantación en ciudades pequeñas, y con un fuerte componente ligado al turismo corporativo y de eventos. La firma cuenta con dos activos en Barcelona, Madrid, Sevilla, San Sebastián, Zamora y uno en Andorra La Vella, A Coruña, Bilbao, Cádiz, Calahorra, Lleida, Logroño, Málaga, Murcia, Pamplona, Salamanca, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza. Los establecimientos de Zamora y Cádiz son apartamentos turísticos, así como uno de los de Sevilla.

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