Goirigolzarri da un paso atrás en Caixabank ante la presión del BCE
El banquero deja sus poderes ejecutivos cuatro años después de la fusión con Bankia
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha presentado este miércoles su dimisión como presidente ejecutivo del primer banco del mercado español. El ejecutivo, que debía renovar su cargo en la próxima junta de accionistas, da un paso atrás en plena presión del Banco Central Europeo (BCE) contra el modelo de gobernanza de los bancos españoles, por la presencia de presidentes ejecutivos en detrimento de los poderes de los consejeros delegados, y cuatro años después de la fusión de Bankia y CaixaBank.
Ángel Simón, consejero delegado de CriteriaCaixa, principal accionista del banco, dejaba clara la posición de la entidad en una entrevista publicada por La Vang uardia el pasado domingo. En referencia al último informe del BCE, aseguraba: “Hemos visto el informe. Nos hemos personado como uno de los implicados y nosotros estamos en línea con lo que propugna el BCE. Por lo tanto, como accionista de CaixaBank, iremos en la misma línea que el BCE”.
Goirigolzarri ha presentado su renuncia en el consejo de administración que el banco ha celebrado este miércoles, según adelantó el periódico catalán. Le sustituirá en el cargo Tomás Muniesa, quien ejerce actualmente como vicepresidente en el consejo de administración. Muniesa es uno de los consejeros designados por la Fundación La Caixa, que es el primer accionista del banco, con el 31%.
El movimiento de Goirigolzarri refuerza el papel de Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco, y en esencia primer ejecutivo, dado que las funciones ejecutivas del banquero vasco estaban ya muy mermadas. CaixaBank y Bankia pactaron en 2021, con su fusión, un reparto de poderes según el cual el presidente de la antigua Cajamadrid, Goirigolzarri, asumía el puesto de presidente ejecutivo, con mando sobre comunicación, auditoría interna y la organización de las comisiones, si bien no formaba parte del comité de dirección. Gortázar, procedente de CaixaBank mandaba sobre el resto y reportaba directamente al consejo de administración.
Nada de esto era suficiente para el BCE, que en repetidas ocasiones se ha mostrado en contra del modelo de los bancos españoles por la presencia de presidentes con poderes ejecutivos. El regulador ha instado a CaixaBank en los últimos meses a que Goirigolzarri dejase estos poderes en el banco, según indican fuentes financieras. El movimiento coincide con el fin del mandato actual del presidente, que debía ser renovado en la próxima junta de accionistas de CaixaBank, prevista para la primavera de 2025.
El BCE también pone en el disparadero a los otros presidentes ejecutivos de la banca española, Ana Botín en Banco Santander, Carlos Torres (que también debe renovar su cargo la próxima primavera) en BBVA o Josep Olíu en Banco Sabadell. Mientras tanto, en Bankinter María Dolores Dancausa sí es presidenta no ejecutiva, mientras que Gloria Ortiz es consejera delegada. Y en Unicaja fue uno de los aspectos clave para avalar la fusión con Liberbank, el presidente debía perder las funciones ejecutivas tres años después de la operación. Esto provocó una crisis de gobernanza entre los partidarios de uno y otro banco que se saldó con el nombramiento de José Sevilla como presidente y de Isidro Rubiales como consejero delegado.
Goirigolzarri, de 70 años, pone fin así a su tercera etapa al frente de un banco español. Inició su carrera en BBV y, tras la fusión de este con Argentaria, fue consejero delegado de BBVA entre 2001 y 2009. Años después, tras la intervención pública de Bankia, el Estado lo designó como presidente, con José Sevilla como número dos. Ocupó esta posición hasta la fusión con CaixaBank, en 2021, cuando fue nombrado presidente de este banco, hasta hoy.