Alemania aumenta la presión contra la irrupción de Unicredit en Commerzbank pese a la preferencia del BCE

Berlin insiste en que la fusión de ambas entidades supone una “amenaza potencial” para la estabilidad financiera de la economía alemana

Una oficina de Commerzbank en Frankfurt, a finales de septiembre.Krisztian Bocsi (Bloomberg)

El rechazo del Gobierno alemán al movimiento del banco italiano Unicredit para hacerse con una gran parte del alemán Commerzbank ha entrado en una nueva fase. Tras rechazar el proyecto públicamente, pese a la retórica de que hay que impulsar las fusiones para romper las barreras nacionales, ahora las autoridades alemanas buscan frustrar totalmente la operación en el mercado financiero. El argumento, revela Reuters, es que la unión de ambas entidades podría vincular la fortuna de la deuda de Alemania e Italia, lo que supone una “amenaza potencial” para la estabilidad financiera de la hasta ahora locomotora del crecimiento comunitario. Los planes oficiales, revela la agencia de noticias, pasa entonces porque el supervisor regulatorio, el BaFin, apoye este argumento y falle en contra de la propuesta de Unicredit de aumentar su participación hasta casi el 30% en la entidad germana. Cualquier decisión por parte del regulador local afectaría la opinión del Banco Central Europeo, que base su análisis en una serie de criterios como la solidez financiera de las firmas.

Al mismo tiempo, los rumores alrededor del supervisor europeo no se detienen. Bloomberg señala que los funcionarios comunitarios, incluidos los alemanes, reconocen en privado que el BCE está a favor de la integración entre ambas entidades. El principal argumento, revela la agencia de noticias, es que cualquier tipo de unión permitiría una mayor consolidación del sector, y permitiría dejar atrás la fragmentación financiera. En particular, las primeras revisiones técnicas alaban la gestión de Unicredit, algo que parece ir en contra del argumento de las autoridades alemanas. Además, destacan que la entidad italiana tiene experiencia en el mercado germano, ya que opera en él hace más de 20 años, a través de su filial HypoVereinsbank.

El Gobierno alemán se mantiene como el segundo gran accionista de Commerzbank, con una participación del 12%, lo que hace cualquier próximo paso un tema particularmente sensible políticamente. La operación, que ha consolidado al Ejecutivo de coalición, es criticada por posibles recortes de empleo (la entidad cuenta con más de 42.000 empleados) y por las formas de la operación liderada por Andrea Orcel, que había acumulado cerca del 21% del banco alemán mediante una combinación de acciones y derivados.

El nuevo plan del Gobierno alemán coincide con otros movimientos del principal banco alemán, el Deutsche Bank. También de acuerdo a Bloomberg, la entidad ha estado en conversación con distintos asesores para evaluar posibles escenarios con la intención de reaccionar rápidamente. La prensa local ha especulado que incluso el Deutsche Bank podría dificultar la operación, al hacerse de una parte o del total de las acciones de Commerzbank que aún quedan en manos del Estado alemán.

El Ejecutivo alemán también deberá resolver, más allá de lo que suceda con Commerzbank, las tensiones creadas con el resto de sus socios comunitarios. Mientras las autoridades del BCE se han mostrado públicamente a favor de la consolidación bancaria europea, Berlín se ha mostrado en contra de que este esfuerzo tenga a una entidad alemana en el centro de la escena.

De momento, las acciones de ambas entidades se mantienen sin cambios en la Bolsa. Los títulos de la entidad italiana han avanzado un 8% en el último mes, marcado por la negociación y las declaraciones públicas de sus principales ejecutivos sobre sus planes en Alemania. Las acciones de Commerzbank tampoco han recibido un castigo del mercado, y han ganado un 6,57% en los últimos 30 días.


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