Criteria planteó este verano una fusión de Naturgy con la energética portuguesa EDP

El primer accionista de la empresa española explora alternativas de futuro

Sede de Naturgy, en Madrid.Pablo Monge Fernandez

Tras el intento frustrado de una opa del grupo emiratí Taqa por Naturgy el pasado junio, los accionistas de la energética española siguen buscando soluciones para dar salida a los dos principales fondos de inversión que forman parte de su capital con algo más de un 20% cada uno: BlackRock (que ha sustituido al estadounidense GIP, que adquirió el pasado enero) y CVC. Según fuentes del mercado, CriteriaCaixa, principal accionista de Naturgy con un 26,7% del capital, explora, entre otras alternativas, una fusión con alguna utility europea y, en este contexto, ofreció este verano una integración empresarial al grupo portugués EDP (Energías de Portugal). Según fuentes conocedoras de los contactos, estos tuvieron lugar en Lisboa y aseguran que los responsables de EDP escucharon con atención la propuesta pero que, finalmente, no avanzó.

Preguntados por este ofrecimiento, tanto EDP como Criteria han eludido hacer ningún comentario al respecto. Por su parte, fuentes de la propia Naturgy indican que “la compañía en ningún momento ha mantenido contactos con EDP”. En su día, tras la retirada de Taqa, el brazo inversor de CaixaBank lanzó un comunicado en el que resaltó que iba a “explorar todas las opciones posibles” para Naturgy y recordó que “mantiene normalmente conversaciones para explorar posibles socios que pudieran permitir a Naturgy profundizar en su transformación y acelerar su transición energética”, salvaguardando la presencia en España.

En EDP discreparon del valor “oficial” de Naturgy, con una capitalización de 23.000 millones de euros, frente a los 16.280 millones de la portuguesa, amén de autovalorar su buena posición en el mercado internacional (tiene presencia en Brasil, Estados Unidos y Europa) y en el sector de las renovables. La energética española, cuyo accionariado lo completa con un 16% el fondo australiano IFM, tiene apenas un free float (acciones en circulación disponibles) del 11,9%.

La fusión con EDP es desde hace años uno de los sueños de Naturgy, con la que ambas se podrían reforzar en un mercado ibérico dominado por Iberdrola y Endesa. Ya hubo un intento en este sentido tras el fracaso de la opa sobre Endesa de la entonces Gas Natural (luego Gas Natural Fenosa y más tarde Naturgy) ya en 2017, siendo presidente de la compañía española Isidro Fainé. Se propuso la integración al entonces presidente del grupo luso, Antonio Mexía.

Con mejores ojos vio EDP la oferta que le hizo Naturgy en 2022 de comprar las redes eléctricas de Galicia en el marco del Proyecto Géminis con el que el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, hizo su primer intento de desenmarañar la madeja accionarial mediante una segregación de los negocios. Tanto GIP como CVC ya habían agotado por entonces su ciclo inversor.

Una integración mediante un canje de acciones no resulta fácil para unas empresas con accionariados complicados. En el caso del grupo que preside Miguel Stilwell, el principal inversor es la china Three Gorges, que, con un 21% no gestiona la compañía. En 2019 esta lanzó una opa total por EDP pero la retiró después de que los accionistas rechazaran eliminar el límite de los derechos de voto del 25% que tiene la sociedad. Le siguen Oppidum (sociedad del grupo asturiano Masaveu y Unicaja), con el 6,82%; la propia BlackRock (accionista también de Naturgy) con un 6,33%, y Canadian Pension Plan Investment y Norges Bank con algo más del 5%, respectivamente.

En el diseño de una hipotética fusión, que en el papel siempre resulta aditiva (esto es, el valor de la acción del grupo resultante es mayor que el de las empresas por separado) se podría incluir la salida de accionistas. El valor se basa en las sinergias de ingresos y costes.

En este sentido, distintos analistas reconocen que una fusión Naturgy-EDP tendría mucho sentido pues de ella se derivarían muchas sinergias, ninguna incompatibilidad en el mercado internacional y pocas en el mercado español (aunque la operación se supervisaría teniendo en cuenta que existe un mercado único ibérico). Quizás -añaden- se verían obligados a vender algunas centrales de ciclo combinado (Naturgy está presente en toda la cadena de valor del gas). En 2020, EDP España vendió su cartera de 2,5 millones de clientes domésticos a TotalEnergy y, por el contrario, adquirió las redes de distribución eléctrica de la cántabra Viesgo.

El grupo luso cuenta con nueve millones de clientes de electricidad y gas y más del 75% de su producción procede de fuentes renovables. En España, con 1.550 empleados, tiene con una capacidad de 5.500 MW y una red de distribución con 1,4 millones de puntos de suministro. Por su parte, Naturgy tiene en todo el mundo 16 millones de puntos de suministro, una capacidad de generación de 17,GW, de los cuales 6,4 GW son renovables (4,9 GW en España).

¿Repsol, descartada?

Se desconoce si los accionistas de Naturgy han tanteado a otras energéticas europeas (lógicamente, quedan descartadas las de gran tamaño) y, aunque se ha rumoreado que una posible fusión con Repsol estaría encima de la mesa, fuentes próximas a la compañía lo niegan. Otras fuentes confirman que sí se estudió una “compleja operación” con la petrolera tras opa parcial que en enero de 2021 lanzó IFM sobre Naturgy. Según aquella, se venderían los activos de Latinoamérica de Naturgy a un fondo y Repsol se quedaría con una parte del negocio.

En todo caso, la compra de acciones del histórico accionista de Naturgy, que salió de su capital en 2018 después de 30 años en el mismo, tras vender su 20% a CVC, resulta complicado, entre otras razones, por el precio: mientras Repsol cobró entonces 19 euros por acción, hoy la cotización se sitúa en 23,62 euros. Amén de dificultades para equilibrar sus negocios: incorporar el negocio de gas de Naturgy no encajaría con la estrategia de descarbonización del grupo que preside Antonio Brufau.

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