España duplicará su capacidad en centros de datos en 2026 con una inversión de 2.500 millones
Deloitte calcula que en dos años se podría alcanzar los 500 MW instalados por los proyectos en marcha
La previsión de elevada necesidad de uso de servicios ligados a internet está impulsando en todo el mundo la construcción de centros de datos y España no se está quedando atrás. De hecho, numerosas iniciativas indican que la capacidad instalada en el país en los próximos dos años se podría duplicar, con una inversión que podría alcanzar los 2.500 millones de euros.
Son cifras desveladas ayer por Deloitte en el marco del congreso europeo inmobiliario The District, que se celebra en Barcelona hasta este viernes. Miguel Ochoa, director de estrategia, riesgos y transacciones en inmobiliario...
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La previsión de elevada necesidad de uso de servicios ligados a internet está impulsando en todo el mundo la construcción de centros de datos y España no se está quedando atrás. De hecho, numerosas iniciativas indican que la capacidad instalada en el país en los próximos dos años se podría duplicar, con una inversión que podría alcanzar los 2.500 millones de euros.
Son cifras desveladas ayer por Deloitte en el marco del congreso europeo inmobiliario The District, que se celebra en Barcelona hasta este viernes. Miguel Ochoa, director de estrategia, riesgos y transacciones en inmobiliario de la consultora, calculó que la capacidad instalada, medida en megavatios (MW), se duplicará desde los 250 MW en 2024 a los 500 MW en 2026, con la citada cifra de 2.500 millones necesarios para su construcción. Ese aumento exponencial conlleva una inversión de entre 8 y 12 millones por cada MW, por lo que el capital necesario podría alcanzar los 3.000 millones.
Según esas cifras, actualmente en toda España están instalados alrededor de 190 MW además de otros 40 MW que corresponden a Barcelona. “España puede ser un país relevante de entrada”, apunta Ochoa, respecto a la conectividad, ya que grandes cables de fibra submarinos conectan o conectarán próximamente Europa, América y África a través de diversos puntos de la Península Ibérica. Además de la conectividad, estas infraestructuras digitales son altamente consumidoras de energía, lo que supone un relevante reto para cualquier país.
Servicios en la nube para empresas, inteligencia artificial, streaming o la industria del videojuego son ofertas que están tirando enormemente de la demanda de los centros de datos, tal como explicó, por su parte, David Hurtado, director general de Quetta, la marca inmobiliaria que crearon recientemente la gestora Azora y el fondo Core Capital para invertir en este tipo de infraestructuras en España.
Deloitte calcula que la inversión en los próximos dos años en Europa se acercará a los 30.000 millones de euros, principalmente en los punteros mercados de Londres, Fráncfort, Ámsterdam, Dublín y París. En EE UU, la cifra podría alcanzar los 52.000 millones.
En España hay relevantes iniciativas para levantar centros de datos. Por ejemplo, la propia Quetta Data Centers, invertirá más de 500 millones de euros en la construcción de una red de seis centros de datos en la Península Ibérica. Igualmente, Amazon anunció en mayo que invertirá 15.700 millones en su red de data centers en Aragón, lo que supone un récord de inversión de una multinacional extranjera. AWS, la rama de negocio dedicada a la actividad en la nube y los centros de datos de Amazon, es la división que más ganancias reporta al gigante tecnológico que hoy dirige Andy Jassy. En 2023, AWS se anotó 24.600 millones de dólares (unos 22.000 millones de euros al cambio actual) en beneficios antes de intereses e impuestos.
Otra iniciativa muy relevante y ya avanzada, con tres infraestructuras operativas, es la de Merlin Properties, que en los últimos días de julio cerró una ampliación de capital cercana a los 1.000 millones para invertirlos en ampliar esta actividad. Francisco Rivas, director en esta socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario), recordó la importancia de la energía y de la conectividad (el acceso a la fibra) en este tipo de proyectos. Además, avanzó que un 30% de los costes, a diferencia de otro tipo de activos inmobiliarios, corresponde únicamente a construcción y terrenos, y un 70% a la tecnología necesaria para equipar estas propiedades.
Hurtado, de Quetta, coincidió en que este negocio inmobiliario “tiene un ángulo muy tecnológico” y, de hecho, la innovación de cada empresa tiene que convencer a los grandes clientes como puedan ser Oracle, Microsoft, Google u otros hiperescalares para que apuesten por instalarse en algunos de esos centros. “Estamos vendiendo soluciones tecnológicas”, apuntó. Por eso, insistió en la necesidad buenos profesionales, ingenieros, para poder construir este tipo de centros y dar una respuesta real a la demanda que se prevé por parte de los gigantes de internet. “Hay una gran escasez de talento”, advirtió.
Sobre la rentabilidad de este negocio, Rivas, de Merlin, indicó que superará el 10%, porque es más que construir una caja como en la actividad logística. Hurtado, de Quetta, señaló un objetivo del 15% de retorno, ya que requiere de un relevante riesgo de desarrollo.