Desarrollo tecnológico e innovación para hacer hogares más verdes
Los avances técnicos en los electrodomésticos aúnan comodidad, eficiencia energética y ahorro económico. BSH, que tiene nueve centros de I+D+i en España, destinó a esta área 848 millones en 2023, un 5,7% de la facturación
Hornos que reconocen los alimentos y ajustan por sí solos el tiempo y los grados para su correcta preparación; lavadoras que dosifican el detergente y el agua en función de la colada; secadoras con tecnología de bomba de calor, o frigoríficos con sensores para controlar la calidad del aire y la limpieza del aparato son hoy posibles gracias al desarrollo tecnológico y la innovación de compañías como BSH Electrodomésticos, que agrupa marcas como Bosch, Siemens y Balay, con una cuota en valor del mercado del 26,5% en España.
El fin último de estas innovaciones es la comodidad para el usuario, la eficiencia energética y el ahorro económico y es fruto de un proceso transversal que arranca con el ecodiseño y finaliza con su reciclaje o reutilización. Como explica Fernando Gil Bayona, director general de BSH Electrodomésticos España, “el objetivo es encontrar soluciones, que no hacer productos, para el consumidor vía productos que sean cada vez más eficientes, necesiten menos energía o material para construir y para funcionar y que sean fácilmente recuperables al final de su vida útil”. La compañía, que cuenta en España con nueve centros de I+D+i, invirtió en 2023 un total de 848 millones de euros en esta área, lo que supone el 5,7% de la facturación (14.890 millones de euros), según su Informe de sostenibilidad 2023, que acaba de publicar.
En la fase de producción, destaca Gil Bayona, “hemos trabajado mucho, sobre todo en muchas pequeñas acciones” en las cinco fábricas que la compañía tiene en España. Gracias a medidas de eficiencia energética, compra de energía verde, instalación de paneles fotovoltaicos en los techos de las fábricas y compensaciones. Esto le ha permitido operar con neutralidad de carbono desde 2020 y el reto es que el 100% de la energía que consume en el mundo sea verde en 2030 (alcances 1 y 2). En España, desde 2017, el 100% de la electricidad que se consume proviene de fuentes renovables, y autogenera el 7% de su consumo de electricidad, con el objetivo de generar un 15% este año.
Además, BSH se ha comprometido a reducir un 25% el consumo de agua en países con escasez en 2025, para lo que ha destinado un presupuesto mundial de 10 millones de euros.
El director general de BSH recuerda que la preocupación por que los aparatos consuman menos tiene ya más de 20 años, cuando la legislación exigió las primeras etiquetas energéticas. Una concienciación que ya está asentada y que lleva a una empresa como BSH a buscar “eficiencia de todo tipo, desde los materiales con los que se fabrica el aparato hasta los consumos que estos hacen. Hay cientos de medidas que ya están dentro del acervo de desarrollo y diseño de la compañía hasta donde la física nos permita, porque sin agua y sin detergente hoy no se puede lavar”. Medidas que se trasladan también a los proveedores.
Alcance 3
Fernando Gil admite que el alcance 3 es el más complicado, por el número de agentes que actúan con el producto que se ha fabricado. “Tú puedes exigir al proveedor, al logístico, a tu fábrica, a tu diseñador… que saquen un aparato superpreciso, pero si luego el consumidor, antes de meter lo platos en el lavavajillas, los friega en el grifo, entonces no hemos hecho nada”, lamenta. “El trabajo que nos queda a los fabricantes es ir proponiendo dentro de los aparatos, alternativas que hagan consumir menos sin que el usuario tenga que pensar mucho”, destaca.
Uno de estos avances es la aplicación Home Conect, que permite programar los electrodomésticos desde el móvil y al que se ha incorporado un asistente de energía que informa del precio de la electricidad para elegir el momento más adecuado para programar los aparatos.
La compañía también pone el acento en la reparabilidad de los electrodomésticos y en su recuperación y reciclaje. Cuenta con un servicio propio de asistencia técnica formado por 850 personas, parte de ellas integrantes del call center en España, “más que el resto de competidores juntos”, remarca Gil. La compañía da dos años de garantía a sus reparaciones (cuando la ley marca seis meses). Y frente a los 10 años establecidos para tener piezas de repuesto desde el último día que sale al mercado un aparato, BSH ofrece 15 años, con un catálogo de más de 350.000 referencias de piezas.
En cuanto a la reutilización, BSH colabora con la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (Aeress), que desarrolla una labor social de reinserción mientras repara electrodomésticos que pone a la venta en el mercado de segunda mano.
Para Fernando Gil, “la sostenibilidad tiene que tener un enfoque global holístico, o sea, es actuar con responsabilidad, pero hacer que un negocio sea rentable, también para que siga habiendo empresas, empleados, proveedores, actividad económica, pago de impuestos… Esto no es solo medio ambiente, tiene también otras consideraciones económicas y otras consideraciones sociales en la huella de la empresa”.
Aportar a la sociedad
Empleados. Para Fernando Gil, director general de BSH Electrodomésticos España, “la empresa entendemos que no solo debe hacer cosas y no lesionar, sino que debe hacer cosas y encima aportar, en todos los ámbitos”, también en el social. “El ámbito social no solo está enfocado hacia el exterior, con asociaciones como Aeress, también lo que hacemos con nuestros empleados”, que en España suman más de 4.000 y más de 60.000 en el mundo. “En un entorno tan cambiante, favorecer que los empleados se vayan adaptando desde aspectos de salud, de rescaling, hasta aspectos de mucha formación, muchas miles de horas de formación. Tiene que ser un concepto global”.
Digitalización. El ejecutivo de BSH incide en la importancia de la digitalización, sin la cual no habría los avances que se han logrado, y que se va incorporando de forma progresiva, es una cuestión de tiempo”. “Antes era una máquina con mandos mecánicos; luego se incorporó un poco de electrónica para que se vieran unos numeritos rojos, y ahora casi tienes un ordenador al que tienes que ponerle una carcasa”, comenta. Y gráficamente señala que “esto es un corral en que van saliendo gallinas y van entrando otras, y las que entran ya llevan incorporada la electrónica para entenderse con las aplicaciones”. Y será un sistema abierto colaborativo con el tiempo, “porque no sale a cuenta hacer desarrollos cerrados”, enfatiza Fernando Gil.