Unicaja sale de ‘roadshow’ en EE UU para intentar ampliar su base inversora

El banco andaluz vende una nueva era tras la crisis de gobernanza, con vistas en su nuevo plan estratégico

Isidro Rubiales, consejero delegado de Unicaja Banco.Pablo Monge

Unicaja intenta vender a los inversores su nueva era. El banco andaluz ha realizado en los últimos meses un periplo a EE UU, donde se ha reunido con grandes inversores del país en una serie de reuniones en el marco de un roadshow por las principales plazas financieras del país. El objetivo es explicar los nuevos objetivos de la entidad y atraer a nuevos inversores para ampliar su base accionarial.

Lo cierto es que Unicaja tiene una historia que contar a los inversores, tras haber dado por resuelto el con...

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Unicaja intenta vender a los inversores su nueva era. El banco andaluz ha realizado en los últimos meses un periplo a EE UU, donde se ha reunido con grandes inversores del país en una serie de reuniones en el marco de un roadshow por las principales plazas financieras del país. El objetivo es explicar los nuevos objetivos de la entidad y atraer a nuevos inversores para ampliar su base accionarial.

Lo cierto es que Unicaja tiene una historia que contar a los inversores, tras haber dado por resuelto el conflicto en la cúpula. La nueva dirección —comandada por José Sevilla como presidente, aunque sin funciones ejecutivas, y Rubiales como consejero delegado— ya se encuentra totalmente asentada y prepara un nuevo plan estratégico, con el objetivo de tener la hoja de ruta lista para octubre. En el actual plan, que expira este año y se presentó tras la fusión con Liberbank, estableció una rentabilidad objetivo sobre fondos propios del 8% y una generación de capital de 1.500 millones de euros. En la configuración de esta hoja de ruta y en este roadshow tendrá un papel relevante Luis Colorado, el nuevo director general de negocio minorista, procedente del Santander.

El mensaje que Unicaja ha querido transmitir al mercado es que ha vuelto la tranquilidad al banco, tras la turbulenta digestión de Liberbank. La crisis de gobernanza en la entidad se llevó por delante al anterior consejero delegado, Manuel Menéndez, procedente de Liberbank; al anterior presidente, Manuel Azuaga; al otrora cabeza del banco y de la fundación, Braulio Medel, y a un buen grupo de consejeros independientes.

El mercado ha aplaudido en los últimos meses la marcha de la entidad. Pese a la reciente bajada en los tipos de interés, y a la previsión de que el Banco Central Europeo (BCE) siga con alguna rebaja más en el precio del dinero en los próximos meses, la acción suma un 43% en lo que va de año. A finales de mayo, con la resaca de la opa hostil del BBVA al Sabadell y ante la perspectiva de que se volviese a abrir el baile de fusiones en España, los títulos tocaron máximos de 2018, por encima de los 1,3 euros por acción.

Unicaja cuenta con un argumento a su favor. Se trata de los resultados del primer trimestre del año, los primeros bajo la batuta de la nueva cúpula. El beneficio se triplicó, con respecto a las cifras del mismo periodo del año anterior, hasta los 111 millones. El resultado se apoyó en una mejora de los ingresos, así como en un descenso del 40% de las provisiones. El banco deberá confirmar estas buenas cifras para el primer semestre.

Con su visita a EE UU, Rubiales busca también encontrar nuevos inversores que amplíen este rally. Los grandes fondos estadounidenses suponen apenas un 10% de su base inversora, por un 0,5% de los británicos, según los registros de Bloomberg. Entre ellos destacan Vanguard, Fidelity o BlackRock, con un 2,1%, un 1,6% y un 0,7%, respectivamente, un peso muy inferior al que tienen en los otros bancos cotizados españoles. Por ejemplo, en el BBVA, el Banco Sabadell o el Santander, BlackRock supera el 5%.

El accionariado de Unicaja cuenta con una particularidad. Es el peso de los accionistas españoles y, en concreto, de las fundaciones bancarias. La Fundación Unicaja aún ostenta algo más del 30% del capital, mientras que la asturiana, procedente de Liberbank, tiene el 6,5%. Además, el inversor Tomás Olivo tiene el 5,1% y otro 5% está en manos de los fundadores de Mayoral, toda vez que el fondo oportunista británico Oceanwood, que procedía de Liberbank, vendió sus títulos el verano pasado.

Unicaja realiza estos movimientos en un momento crucial para el sector en España. El BBVA ha presentado una opa hostil para adquirir el Banco Sabadell, a razón de un título del banco de origen vasco por 4,83 de la entidad catalana. El movimiento ha cortado meses de especulaciones de que fuese Sabadell quien explorase una fusión precisamente con Unicaja. Dado el rechazo de la cúpula del banco catalán a la operación con el BBVA, un movimiento con la entidad andaluza podría suponer una efectiva línea de defensa.

En cualquier caso, el movimiento del BBVA y el Sabadell vuelve a introducir una idea en la mente de esos inversores a los que Unicaja trata de apelar. Puede volver a haber movimientos corporativos en banca española, con el horizonte de las fusiones transfronterizas que propugnan los reguladores, pero que los bancos no terminan de ver como opción viable.

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