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Boeing pagará 4.700 millones de dólares en acciones por su proveedor Spirit AeroSystems

Airbus recibe una compensación de 559 millones de dólares por quedarse la parte relacionada con sus operaciones

Planta de montaje de Boeing en Renton (Washington).
Planta de montaje de Boeing en Renton (Washington).Jennifer Buchanan (via REUTERS)
Miguel Jiménez

Boeing ha anunciado este lunes la firma de un acuerdo definitivo para la adquisición de Spirit AeroSystems, fabricante clave de componentes de sus aviones, una operación que se venía anticipando desde hace meses. La compra se paga totalmente en acciones, con un valor aproximado de 4.700 millones de dólares (unos 4.400 millones de euros), a razón de 37,25 dólares por acción. El valor total de la transacción es de aproximadamente 8.300 millones de dólares, incluida la última deuda neta declarada por Spirit. Con la operación, se da marcha atrás a la escisión de la compañía de hace dos décadas. La compra del proveedor es uno de los pasos de Boeing para tratar de afrontar la grave crisis que padece.

“Creemos que esta operación redunda en beneficio de los pasajeros, los clientes de nuestras aerolíneas, los empleados de Spirit y Boeing, nuestros accionistas y el país en general”, ha declarado el presidente y consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, que anunció hace unos meses que dejará la compañía este año. “Al reintegrar Spirit, podemos alinear plenamente nuestros sistemas de producción comercial, incluidos nuestros Sistemas de Gestión de Seguridad y Calidad, y nuestra plantilla con las mismas prioridades, incentivos y resultados, centrados en la seguridad y la calidad”, ha añadido.

Boeing está sometido a una estrecha vigilancia desde el accidente de principios de año en que un avión de Alaska Airlines perdió en pleno vuelo un panel que tapaba un hueco destinado a puerta de emergencia en otras configuraciones del modelo, un 737 Max. Además, un duro informe encargado por los reguladores estadounidenses y publicado a finales del mes pasado ponía en cuestión la “cultura de la seguridad” de Boeing en lo que supone un nuevo golpe para el fabricante estadounidense de aviones comerciales.

También colean las consecuencias de los accidentes catastróficos de los aviones 737 Max que ocurrieron uno tras otro en 2018 y 2019. Boeing ultima un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que potencialmente implicaría declararse culpable de fraude criminal en relación con esos dos accidentes. El Gobierno estadounidense planea presentar cargos contra Boeing, dejando al fabricante de aviones la elección entre declararse culpable o asumir el riesgo de ir a juicio, según diversos medios estadounidenses.

En octubre de 2018 se estrelló en el mar de Java, en Indonesia, el vuelo 610 de la compañía de bajo coste Lion Air operado por un 737 Max 8; pocos meses después, en marzo de 2019, fallecieron 157 personas en el vuelo 302 de Ethiopian Airlines en el mayor desastre aéreo de ese año —el modelo de avión era el mismo, el Max 8—. La investigación que se puso en marcha tras las dos desgracias desveló fallos en el diseño del sistema de estabilización (MCAS) del modelo y que la empresa, pese a haber asegurado que los 737 Max eran tan seguros como cualquier otro tipo de aeronave, sabía del defecto.

Un acuerdo con Airbus

La adquisición de Spirit por parte de Boeing incluirá las operaciones comerciales relacionadas con Boeing, así como otras operaciones comerciales, de defensa y de posventa. Como parte de la transacción, Boeing trabajará con Spirit para garantizar la continuidad de las operaciones de apoyo a los clientes de Spirit y los programas que adquiera, incluyendo el trabajo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos y los clientes de defensa de Spirit en relación con las misiones de defensa y seguridad.

Airbus y Spirit también han suscrito un acuerdo en virtud del cual Airbus adquirirá, suponiendo que las partes suscriban acuerdos definitivos y reciban las aprobaciones reglamentarias necesarias, determinados paquetes de trabajo comercial que Spirit realiza para Airbus simultáneamente al cierre de la fusión Boeing-Spirit. Una de las razones de la escisión de Spirit fue precisamente que pudiera trabajar con otros clientes, pero al volver a estar integrada en Boeing, al fabricante europeo no le interesa depender de su rival. Airbus solo tendrá que pagar un precio simbólico de un dólar por los activos, y recibirá 559 millones de dólares en compensación.

Además, Spirit se propone vender algunas de sus operaciones, incluidas las de Belfast, Irlanda del Norte (operaciones no relacionadas con Airbus), Prestwick, Escocia, y Subang, Malasia. Se espera que la transacción se cierre a mediados de 2025.

El precio que paga Boeing es un 30% superior al precio de cierre de las acciones de Spirit el 29 de febrero, un día antes de que las empresas confirmaran que estaban en conversaciones para fusionarse. No se ha fijado una ecuación de canje definitiva, sino que dependerá de la evolución de la cotización de Boeing.

Cada acción de Spirit se canjeará por un número de acciones de Boeing igual a una ecuación de canje entre 0,18 y 0,25, calculada como 37,25 dólares divididos por el precio medio ponderado por volumen de las acciones de Boeing durante el periodo de 15 días de cotización que finaliza el segundo día de cotización anterior al cierre (sujeto a un mínimo de 149,00 dólares por acción y un máximo de 206,94 dólares por acción).

Los accionistas de Spirit recibirán 0,25 acciones de Boeing por cada una de sus acciones de Spirit si el precio medio ponderado por volumen es igual o inferior a 149,00 dólares, y 0,18 acciones de Boeing por cada una de sus acciones de Spirit si el precio medio ponderado por volumen es igual o superior a 206,94 dólares.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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