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El arbitraje internacional insta a Gazprom a pagar más de 13.000 millones de euros por cortar el gas a Alemania

La gasista alemana Uniper denunció al monopolio estatal ruso por interrumpir su suministro pese a que el bombeo de gas ruso no ha sido sancionado por la Unión Europea. Mientras, China exige descuentos aún mayores a Gazprom, que cerró 2023 con pérdidas millonarias tras perder a sus clientes europeos

El consejero delegado de Gazprom, Alexéi Miller, muestra a Vladímir Putin su sede en San Petersburgo el pasado 5 de junio
El consejero delegado de Gazprom, Alexéi Miller, muestra a Vladímir Putin su sede en San Petersburgo el pasado 5 de junioAlexander Zholobov (via REUTERS)

La Cámara para el Arbitraje Comercial de Estocolmo ha dictado sentencia en el pleito entre la gasista alemana Uniper y el monopolio estatal ruso Gazprom por los cortes en los suministros de gas al país centroeuropeo a mediados de 2022, al comienzo de la invasión de Ucrania. El tribunal ha ordenado a Gazprom a indemnizar a Uniper con más de 13.000 millones de euros por incumplimiento de contrato, y la empresa germana ha decidido poner fin a su vinculación con el brazo gasista del Kremlin. “El veredicto del tribunal ofrece claridad juridica a Uniper”, ha celebrado la multinacional alemana a través de un comunicado. Gazprom, por su lado, se atiene a la justicia rusa y tiene vía libre para confiscar los activos de Uniper en el país.

La compañía germana demandó a la gasista rusa porque “los contratos de suministro a largo plazo entre ambas compañías aún continuaban en vigor, y los contratos individuales debían haber continuado hasta mediados de los 2030″. En total, unos 24 millardos de metros cúbicos de gas anuales, una sexta parte de los 150 millardos que Moscú vendió a toda la Unión Europea en 2021. Sin embargo, Rusia dejó de bombear gas a Alemania al comienzo de la guerra pese a que los suministros, recuerda la compañía germana, “no han sido sancionados por la Unión Europea”. “Uniper tuvo que adquirir gas para sus clientes por otros medios, en algunos casos a precios de mercado extremadamente altos”, agrega el comunicado.

La compañía alemana ha explicado en una nota que Gazprom entregó “unos volúmenes de gas muy limitados” entre junio y agosto de 2022, cuando Berlín demostró que apoyaría firmemente a Ucrania frente a Rusia, y el Kremlin cambió unilateralmente las condiciones de los contratos para obligar a sus clientes europeos a efectuar pagos en rublos. A partir de entonces, Moscú dejó de bombear gas y el gasoducto que conectaba directamente Rusia con Alemania, Nord Stream 1, fue cerrado por Gazprom por unas supuestas averías que Siemens, fabricante de sus turbinas, negó. A finales de septiembre de aquel año, el gasoducto Nord Stream fue saboteado sin que se haya revelado hasta ahora el culpable.

“Estos contratos de gas han sido el núcleo de la asociación energética entre Alemania y Rusia desde los años setenta”, ha recordado Uniper. Ni siquiera la Guerra Fría evitó la colaboración comercial con la Unión Soviética, pero Alemania ha decidido poner fin a su dependencia del gas ruso tras la escalada militar provocada por Putin en Europa.

“Nuestra rescisión de los contratos con Gazprom es la última de una serie de decisiones consecuentes en los últimos tres años”, ha declarado el consejero delegado de Uniper, Michael Lewis, tras conocerse el dictamen del tribunal. “Uniper canceló su participación en el gasoducto Nordstream 2 y la filial rusa Unipro, y dejó expirar sus contratos de suministro de carbón con Rusia”, ha enfatizado el directivo.

El corte ruso en el suministro de gas fue un doble golpe para Uniper. Primero, porque le dejaba sin una fuente de suministro barato, por tubo, la vía por la que llegaba el grueso de este combustible a Alemania. Segundo, porque le obligaba a buscar gas hasta debajo de las piedras para poder cumplir los compromisos adquiridos con sus clientes. Algo que le forzó a pagar montos hasta entonces inconcebibles para el suministro por barco. Unas cargas que, en última instancia, forzó el salvavidas financiero de Berlín para garantizar su continuidad.

En su fundación en 2016, Uniper se hizo cargo de los contratos de sus empresas predecesoras, algunos de los cuales se remontaban a los años setenta y constituían el núcleo de la asociación energética entre Alemania y Rusia. “Este fallo proporciona claridad jurídica a Uniper”, ha destacado Michael Lewis, consejero delegado de la compañía, quien ha señalado que cualquier cantidad que fuera cobrada como parte de la indemnización establecida “fluiría al Gobierno federal alemán”, aunque el ejecutivo ha reconocido que, desde la perspectiva actual, “no está claro si se pueden esperar cantidades significativas”.

Gazprom no ha comentado la resolución del arbitraje internacional. El monopolio estatal ruso optó por acudir al tribunal de San Petersburgo para obtener la razón. Aquella corte dictó que Uniper debía suspender sus procedimientos contra la gasista rusa en el arbitraje internacional o, de lo contrario, Gazprom tendría derecho a confiscar a Uniper el monto de la indemnización con sus activos en suelo ruso y el extranjero. La empresa alemania recurrió la sentencia y el predecible veredicto final —a favor de Gazprom— se conocerá el próximo 4 de julio.

Un gigante en crisis

El brazo gasista del Kremlin logró unos ingresos récord al principio de la guerra porque toda Europa pujó por sus suministros por temor al desabastecimiento en invierno. Sin embargo, Europa encontró otros proveedores y 2023 fue un año funesto para Gazprom. Según sus últimos informes, la compañía cerró el año pasado con unas pérdidas netas de 629.000 millones de rublos, algo más de 6.000 millones de euros en números rojos.

Gazprom ha sido hasta ahora un activo político clave del Kremlin. Por ejemplo, logró mantener cerca a Berlín gracias al suministro barato de Nord Stream, y ha sido un elemento propagandístico en los discursos de Vladímir Putin sobre el nuevo acercamiento a China. No obstante, el esperado corredor Poder de Siberia 2 sigue sin ser acordado con el gigante asiático porque Xi Jinping exige a Moscú que le venda gas con un descuento inasumible, a precio del ultrasubvencionado mercado ruso, a pesar de que Pekín ya disfruta de una rebaja cercana al 50% del precio internacional, según ha revelado el diario Financial Times.

La gasista rusa no ve un horizonte claro y ha suspendido sus inversiones. El monopolio estatal extrajo el pasado año 359.000 millones de metros cúbicos de gas, un 30% menos que en 2021, justo antes de la guerra, y su menor volumen desde que el antiguo Ministerio de la Industria del Gas soviético se transformó en Gazprom hace 34 años.

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