El Neolítico se cruza en los barrios de Madrid donde se construirán más de 100.000 viviendas
Los dueños de los terrenos gastan varios millones en las excavaciones arqueológicas en el Desarrollo del Sureste. El último caso son las decenas de pozos de sílex aparecidos en Los Cerros
La arqueología se ha cruzado con el desarrollo de la mayor bolsa de suelo de Madrid para la construcción de vivienda. Restos arqueológicos del paleolítico, neolítico, una villa romana e incluso hallazgos de la Guerra Civil han aparecido en los barrios de la conocida como Estrategia del Sureste de la capital, donde se prevé levantar más de 100.000 casas, y llevado a que los propietarios de estos terrenos gasten más de 14 millones de euros en los estudios y extracciones necesarios para avanzar con la urba...
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La arqueología se ha cruzado con el desarrollo de la mayor bolsa de suelo de Madrid para la construcción de vivienda. Restos arqueológicos del paleolítico, neolítico, una villa romana e incluso hallazgos de la Guerra Civil han aparecido en los barrios de la conocida como Estrategia del Sureste de la capital, donde se prevé levantar más de 100.000 casas, y llevado a que los propietarios de estos terrenos gasten más de 14 millones de euros en los estudios y extracciones necesarios para avanzar con la urbanización.
Esta nueva zona residencial de Madrid, compuesta por El Cañaveral, Los Berrocales, Ahijones, Los Cerros y Valdecarros, lleva desde finales de los años noventa del pasado siglo en planeamiento. Solo en El Cañaveral está prácticamente terminada la construcción residencial y en el resto ha arrancado la urbanización y se espera que en los próximos meses comience la edificación, que puede prolongarse al menos durante una década.
Precisamente con el avance de la urbanización han ido apareciendo nuevos restos. Ha ocurrido, según fuentes del sector inmobiliario, en Los Cerros, donde han aparecido al menos decenas de pozos de sílex, yacimientos con este material rocoso, también llamado pedernal, que se utilizaba en el Neolítico para la fabricación de herramientas. Justo en la zona de Vicálvaro, el distrito donde se ubican estos futuros barrios, han aparecido miles de estos pozos, especialmente en Los Berrocales y ahora en Los Cerros.
“Desde principios de los años 2000 hemos realizado intervenciones arqueológicas en 14 yacimientos”, explica Luis Cesteros, gerente de la junta de compensación (organismo gestor y urbanizador que agrupa a los dueños de los terrenos) de Los Berrocales. Cesteros explica que han seguido las instrucciones de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, que ha llevado los restos más relevantes, igual que en el resto de barrios, al Museo Arqueológico Regional ubicado en Alcalá de Henares. “Al estar en las cercanías de cauces importantes de ríos, el poblamiento es más denso y, por lo tanto, aparecen más yacimientos. De ahí, los restos de villas romanas, poblamiento rural visigodo y necrópolis islámicas que han aparecido en los estudios arqueológicos”, revela este responsable inmobiliario.
Los Berrocales ha invertido seis millones de euros en estas excavaciones. Cesteros, su responsable, indica que la importancia de cada hallazgo la determina Patrimonio del Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso, que es la que controla el trabajo de los expertos en los yacimientos. En este barrio, Cesteros indica que no ha habido ningún hallazgo relevante que haya merecido la pena exponer en una vitrina de un museo. “Los restos son los típicos que aparecen en todos los yacimientos para estos momentos culturales, como cerámicas, fauna doméstica, elementos de sílex, aunque hay restos constructivos aislados y muy deteriorados de estructuras constructivas de época romana, pertenecientes a una villa, por desgracia muy mal conservadas y arrasadas seguramente en época medieval”, agrega. Este barrio acaba de recibir la inscripción de todas sus fincas por parte del Registro de la Propiedad, último paso que faltaba para que las promotoras comiencen a edificar en los próximos meses. Allí se prevén 22.000 viviendas.
Sílex en Los Cerros
Marcos Sánchez Foncueva, gerente de la junta de compensación de Los Cerros, detalla que en ese barrio recibieron las autorizaciones en 2022 y desde entonces se han realizado trabajos en los yacimientos paleolíticos, neolíticos y de minería moderna. La complejidad consiste en avanzar en la urbanización mientras se comprueba el interés arqueológico. “Las excavaciones realizadas ayudarán a los arqueólogos e historiadores a conocer y comprender el comportamiento a lo largo del tiempo de las diferentes culturas que han habitado la zona y su relación con la explotación de las canteras de Vicálvaro, en torno a las que se concentra la actividad socioeconómica de la zona. Excavaciones e investigaciones realizadas anteriormente han demostrado que esta relación se remonta al Neolítico”, afirma. Revela que lo más relevante que han encontrado se ubica en el llamado yacimiento neolítico 1, “donde se desarrolló la principal actividad de extracción de sílex”, un tipo de cuarzo que también se utilizaba para encender fuegos.
“Los principales restos hallados en Los Cerros son estructuras mineras, es decir, restos de antiguas excavaciones mineras en diferentes épocas, desde el paleolítico hasta mitad del siglo XX”, afirma Sánchez Foncueva.
En el colindante barrio de El Cañaveral se han realizado varias campañas de prospección, estudios y excavación a lo largo de su historia. José Antonio Díaz Rosa, director técnico de la junta de compensación de El Cañaveral, describe que ya los primeros trabajos de arqueología se remontan a 2003 y 2004. “Estos estudios se compatibilizaron con el avance de las obras entre 2006 y 2012″, concentradas en una zona en el entorno de la autovía M-45, en una superficie aproximada de 60 hectáreas. Desde entonces, los propietarios del suelo han gastado ocho millones en la prospección, estudio e investigación de los restos.
La investigación llevada a cabo en El Cañaveral “se ha centrado en la evaluación y estudio de un taller lítico durante varios periodos extensos de tiempo”, indica Díaz Rosa, especialmente en el Paleolítico para el aprovisionamiento de sílex. Como hallazgos más relevantes, indica que se han hallado evidencias de una zona de captación y talla, “que manifestarán la existencia de una cadena lítica de producción de los materiales explotados”. Y recuerda que los restos más relevantes se encuentran almacenados en el Museo Arqueológico regional.
Otro de los barrios afectados por los yacimientos arqueológicos, Los Ahijones, ha declinado contestar a este periódico. Diferentes publicaciones señalan también descubrimientos líticos en esa zona en los últimos años, además de una necrópolis visigoda. Este barrio, donde cuentan con terrenos compañías como Pryconsa, Kronos, Hábitat, La llave de Oro, Aedas o Grupo Ferrocarril, anunció este lunes que ya ha registrado todas las fincas de este desarrollo, que contempla 17.000 viviendas, lo que permite avanzar en el proceso de edificación.
Dos etapas en Valdecarros
El más grande de todos estos barrios es Valdecarros, donde se prevé construir más de 50.000 casas. Felipe Retamar, director de obras de Valdecarros, relata que allí se han hecho trabajos de arquología entre 2005 y 2007 y, posteriormente, desde 2021, “con el inicio de las obras de urbanización”, siempre bajo la supervisión de Patrimonio. “En estos trabajos se realizaron zanjas y trincheras estratigráficas, elaborándose documentación fotográfica, planimetrías generales y de detalle de cada una de las actuaciones arqueológicas. No hubo hallazgos relevantes”.
Igual que en el caso de los otros barrios, los yacimientos detectados incluyen los referentes de la industria lítica de distintos periodos de la Prehistoria. Pero también de la época contemporánea, como son estructuras de la Guerra Civil, entre los que destacan trincheras, nidos de ametralladoras y cuevas.
En la prospección de Valdecarros se documentaron 51 establecimientos arqueológicos, de los que 26 son de nuevo descubrimiento y, por tanto, no se encontraban registrados en la Carta Arqueológica de la Comunidad de Madrid. El responsable de obras de este barrio indica que las prospecciones seguirán en paralelo con el desarrollo de las siguientes etapas previstas en la urbanización del barrio. La factura de arqueología de las primeras tres fases asciende a 160.000 euros, aunque reconoce que no puede hacer una estimación del gasto adicional que queda para las otras cinco etapas.
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