El consejero delegado de Aedas Homes vaticina “situaciones dramáticas” en el mercado de la vivienda con trabajadores compartiendo camas por horas

David Martínez ha afirmado que existe un fuerte desajuste entre demanda y oferta, advirtiendo de una difícil de resolver falta de capacidad por parte del sector para construir más: “El albañil es un espécimen en extición”

David Martínez, CEO de Aedas.

El consejero delegado de Aedas Homes, David Martínez, ha señalado este lunes que España tiene con la vivienda “un problema de país gravísimo” que afecta especialmente a gente joven e inmigrantes a los que anticipa “situaciones dramáticas” en ciudades con gran demanda y afirmó que ve “muy difícil” que bajen los precios.

Así lo indicó en un debate sobre la construcción industrializada durante el IX Congreso nacional de ingeniería civil. Ingeniería para repensar el mundo, en el que subrayó que España va “tarde” porque cada año se generan entre 250.000 y 260.000 nuevos hogares cuando se construyen 80.000 viviendas.

Martínez indicó que los promotores inmobiliarios son “agregadores” que compran suelo y una obra y como la demanda es “tres o cuatro veces superior a la oferta” pues esos agentes intermedios también están incrementando sus precios, lo que está contribuyendo a la “espiral de crecimiento de precios”. “Nos gustaría tener precios estables, pero es muy difícil que bajen”, subrayó.

El directivo de la promotora señaló que en ciudades como Madrid la gente joven y los inmigrantes difícilmente pueden alquilar pisos y deben conformarse con habitaciones. No solo eso, sino que anticipó que las dificultades de las clases menos favorecidas pueden acabar alimentando fenómenos como el de las camas calientes, en el que trabajadores duermen en infraestructuras precarias por turnos.

Con todo, señaló que “o le damos una solución a las generaciones que vienen o descapitalizamos el país”, pues los más jóvenes “no tienen la barrera del idioma” y pueden emigrar al extranjero.

Para Martínez, el principal problema del sector “no es el capital ni la demanda, sino que no estamos seguros de que podamos ampliar nuestra capacidad de poder construir” debido a la falta de mano de obra. Señaló que la crisis económica de 2008 acabó con la profesión y ahora “el albañil es un espécimen en extinción” porque los jóvenes prefieren ser conductores de VTC “antes que subirse en un andamio”.

Así, reiteró que la manera de incrementar la producción es “apalancándonos en la tecnología” y, para ello, la construcción industrializada supone una oportunidad de futuro, aunque actualmente sea un sector poco desarrollado. Martínez aseguró que actualmente conlleva al menos dos años de construcción, un año de gestión de licencias y, si es necesario que se modifique la calificación de los suelos, los tiempos de espera pueden ser “geológicos”.

El directivo reconoció que la demanda de extranjeros está disparada y como las empresas buscan ganar dinero prefieren construir viviendas de ‘alto standing’ para este colectivo que apostar por la vivienda social, que cuenta con “márgenes más aquilatados”. Señaló que esto genera “riqueza y negocio” para las empresas pero éstas están dejando “desatendida” la base de su industria, que es la proveedora de infraestructura social.

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