José Sevilla, un pacificador con estrechos vínculos entre los reguladores
El nuevo presidente de Unicaja encaja en el rol de representación institucional y relaciones externas que buscaba la entidad
José Sevilla será la cara visible de Unicaja en su relación con los principales grupos de interés. El banquero madrileño asume el cargo de presidente no ejecutivo, con un rol dirigido hacia los encuentros de primer nivel con las instituciones financieras. En ese puesto, Sevilla ofrece un perfil que encaja como un traje a medida en lo que busca la entidad malagueña, ya que cuenta con estrechos vínculos entre los reguladores y supervisores ...
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José Sevilla será la cara visible de Unicaja en su relación con los principales grupos de interés. El banquero madrileño asume el cargo de presidente no ejecutivo, con un rol dirigido hacia los encuentros de primer nivel con las instituciones financieras. En ese puesto, Sevilla ofrece un perfil que encaja como un traje a medida en lo que busca la entidad malagueña, ya que cuenta con estrechos vínculos entre los reguladores y supervisores bancarios. No en vano, durante la etapa del reflotamiento de Bankia, Sevilla mantuvo una relación directa con el actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) Luis de Guindos, con el que mantiene una buena sintonía.
Durante su estancia en Bankia como consejero delegado se ganó el respeto del sector bancario, ya que se le atribuye el saneamiento de la entidad después de su quiebra y posterior rescate público. En ese sentido, Sevilla llegó a un banco que había experimentado turbulencias y dejó una entidad fortalecida. Según las fuentes consultadas, Sevilla ofrece un profundo conocimiento de la normativa y regulación bancarias. Por ello ha cosechado buenas relaciones entre los altos cargos del BCE y del Banco de España. Una característica a tener en cuenta, ya que Unicaja estuvo en los últimos años bajo la atenta mirada de los reguladores y supervisores debido a la crisis de gobernanza, provocada por la división en el consejo y que ha propiciado la renovación completa del máximo órgano de administración.
Los mismos portavoces detallan que Sevilla es un directivo pacificador, que busca hacer equipo y sumar fuerzas entre todos los miembros del grupo. Después de la guerra vivida en el consejo entre el bando favorable a Manuel Menéndez y el grupo de consejeros afines a Manuel Azuaga (consejero delegado y presidente en ese momento), Unicaja buscaba un perfil que se complemente con Isidro Rubiales para acelerar los planes de negocio y que sirva para unir a una plantilla que ha vivido inmersa en ese conflicto.
Porque más allá de las buenas relaciones institucionales y externas que puede favorecer Sevilla, el banquero atesora un gran conocimiento del negocio bancario en España. Antes de ocupar el puesto de consejero delegado en Bankia, fue director general de Presidencia y consejero ejecutivo, y por su gabinete pasaba el día a día de la gestión del banco. Una vez culminada la fusión con Liberbank el banco espera alcanzar el siguiente nivel en resultados.
Igualmente, entre los retos que afrontan Sevilla y Rubiales está el de elevar la cotización en Bolsa de Unicaja. Las acciones de la entidad andaluza cotizan en Bolsa con el mayor descuento de los bancos del Ibex respecto a su valor en libros. La guerra interna desatada en el consejo del banco no ha logrado atraer a los inversores. Mientras el sector bancario en general se ha ganado el favor del mercado con beneficios récord y dividendos masivos al calor del entorno favorable de los tipos de interés, Unicaja se ha quedado rezagada en Bolsa. En lo que va de año, los títulos retroceden más de un 2% sobre el parqué y cotizan con un descuento del 60%.
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