Renfe, una locomotora para la movilidad sostenible y el desarrollo económico en España
Trabaja para adaptar su modelo de negocio a la nueva realidad ambiental y sociológica, donde el cliente, la internacionalización y la eficiencia y seguridad serán los ejes
La dimensión económica y social de Renfe es relevante. Algunas cifras avalan su posición nacional e internacional: 5.000 trenes circulan cada día en España, tiene más de 500 millones de viajeros al año, transporta por encima de los 18,3 millones de toneladas de mercancías y cuenta con una plantilla de 16.000 empleados. Tras 82 años de su nacimiento, se ha convertido en un referente en la industria a nivel mundial.
Su plan estratégico para 2028 tiene tres pilares: el cliente, la internacionalización y la eficiencia y seguridad. Para su desarrollo, se apoyará en la transformación digital, la cultural de los empleados y en las alianzas estratégicas. Del mismo modo, su plan de innovación está alineado con el del Ministerio de Transporte, que tiene como vectores la tecnología, la intermodalidad y la transformación energética.
Cinco Días organizó un desayuno en colaboración con Renfe donde varios expertos debatieron sobre el compromiso de la compañía con la innovación y el empleo dentro de un contexto mundial de sostenibilidad. “El ferrocarril emite el 1% del total de las emisiones del transporte, con lo cual ya es sostenible per se. Pero debemos difundirlo, medirlo y certificarlo, y cada vez más, y eso no lo podemos hacer solos”, expuso Raül Blanco, presidente de Renfe.
El ferrocarril evita 4,4 millones de toneladas de C02 de emisiones anualmente, el equivalente a 1,1 millones de toneladas de petróleo no consumidas. “En el ámbito de electrificado, lo primero es divulgar el ferrocarril como elemento sostenible. Para nosotros es viento de cola a nivel nacional y europeo. En un entorno de reducción de emisiones, se convierte en uno de los transportes centrales; tenemos la certificación de carbono neutro por parte de Aenor”, añadió Blanco.
Sobre este aspecto, Rafael García Meiro, CEO de Aenor, destacó los logros de la empresa. “Tiene una inversión clara de electrificación de las líneas; el 80% ya lo está y además se preocupa de que la energía que va a esos trenes está garantizada con carbono neutro. Aquí es donde Aenor encuentra en Renfe un ejemplo que abandera dentro de la sociedad española la descarbonización”.
Destacó además otros ámbitos. “Este modelo de descarbonización no solo es ambiental, también es social y de gobernanza. El punto social que veo en Renfe es un transporte de masas que lleva a millones de viajeros todos los días, y que han verificado con Aenor compromisos concretos con los ciudadanos que se están cumpliendo”, dijo.
Juan José Cano, presidente de KPMG España, coincidió en la posición destacable de Renfe para afrontar los cambios: “Parte de una situación de liderazgo o posicionamiento global, pero ahora debe hacer esa transformación para ser mucho más competitiva, y es donde entra con especial relevancia ese desarrollo digital sostenible”.
Microsoft es “una compañía fundamentalmente de plataforma”, tal y como definió su presidente en España, Alberto Granados. “Ayudamos a las empresas en digitalización y en la implantación extendida y democrática de la inteligencia artificial responsable. Renfe ha sido un gran valedor de cómo utilizar de una manera sistemática el dato como un valor fundamental. Han buscado una formula en la cual habilitar a todos los empleados para que participen en la digitalización, siendo pioneros. Es un ejemplo muy claro de lo que a nivel europeo se puede hacer”, destacó.
Por su parte, Agustín Escobar, presidente y CEO de Siemens en España, expresó el deseo de “ser socio tecnológico para acompañar la transformación digital de los sectores en los que operamos”, y uno de ellos con presencia importante es el de movilidad. “Nuestra concepción en este momento es convertir el ferrocarril en el eje vertebrador de la movilidad sostenible, para lo cual es clave posicionarlo a nivel urbano e interurbano”.
Los ponentes coincidieron en las acciones que faltan por acometer en un escenario de precios a la baja y donde el resultado debe ser rentable sin renunciar a la calidad y la eficacia que han caracterizado a Renfe; por ejemplo con casi el 100% de puntualidad en sus trayectos. “Los trenes nuevos que vayan entrando en 2024 en adelante tanto en alta velocidad como en servicio público son plataformas de datos, y eso nos debe llevar a mejorar nuestros procesos de mantenimiento, ser mucho más productivos para competir mejor y para poder compaginar esa productividad-rentabilidad con servicio público y de calidad; debemos intentar que una cosa no vaya en detrimento de la otra, sino que sume a nivel nacional e internacional”, afirmó Blanco.
Taxonomía social
Durante el encuentro, Rafael García Meiro hizo referencia a la “taxonomía social europea que se está definiendo en este momento” y destacó uno de los temas que se están abordando al “tener relación con el servicio ferroviario, que es la capacidad de dar servicios a los ciudadanos y que puedan pagarlos a un precio adecuado con una calidad importante; me parece muy relevante desde el punto de vista de la sostenibilidad”, apuntó.
Para Agustín Escobar hay que partir del hecho “de que se ha producido un cambio de paradigma; Renfe ha pasado de ser un operador ferroviario a uno de movilidad, donde pone el viajero en el centro y busca la forma más eficiente, incluso utilizando parámetros para que la huella de carbono sea mínima, para que pueda moverse de puerta a puerta en todo el territorio nacional de la forma más eficiente y más sostenible. La tecnología juega el papel de ofrecer más por menos”.
Pero es necesario mirar más allá. “Hay otro elemento clave; al final tienes que garantizar que toda la cadena de valor sea sostenible, que esté basada en sistemas de producción circulares para garantizar que toda la forma en la que fabricas, por ejemplo los trenes, es sostenible, que luego los materiales se puedan reutilizar...”, dijo Escobar.
Por otro lado, el representante de Micfosoft España quiso resaltar “el enfoque de transformación de dentro hacia afuera, donde todos los empleados puedan participar habilitándoles, y de fuera hacia dentro con la creación de ecosistemas, trabajando con start ups, con partners que no necesariamente saben de movilidad como Renfe, pero sí de datos, de inteligencia artificial, de procesos, de industria… En otros entornos se ven planteamientos mucho más cerrados, herméticos; en Renfe han sido súper inclusivos en todos los sentidos”.
La compañía se encuentra en un cambio generacional importante, y sobre ello habló su presidente. “Es un momento de reto demográfico. El pasado año se jubilaron 1.000 personas y entraron otras 1.000. Marchan personas con más de 40 años de carrera en Renfe. Con lo cual, hay un sentimiento positivo a la tendencia, al arraigo, el amor a la empresa y eso es positivo. Tenemos que inculcar estos valores a los nuevos trabajadores, que son completamente diferentes por edad, formación y digitalización”. Renfe dedica 1,3 millones de horas al año a formación.
Atraer talento
La entrada y salida de profesionales “indica que hay un proyecto claro e interesante capaz de atraer talento”, manifestó Cano. “Pero no quita la complejidad de lograrlo y amoldarlo a la cultura y a la estrategia; la falta de arraigo, orgullo y pertenencia e identificar esos perfiles que encajan bien tanto a nivel nacional como a proyectos internacionales”, añadió.
También es importante para Granados “el esfuerzo que está haciendo en cuanto a la conciliación”, y otro tema donde mostró satisfacción fue en que “las empresas de tecnología estamos perdiendo talento hacia las que se están transformando del sector tradicional, lo cual es muy bueno porque crea un círculo virtuoso de talento positivo para el país”.
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