La aceleradora que conecta a emprendedores de todo el mundo
La firma MentorDay asesora y acompaña a las nuevas empresas durante un año, para las que elabora un itinerario a medida
Jaime Cavero es un emprendedor bilbaíno afincado en Tenerife que ha creado MentorDay (https://mentorday.es/), una aceleradora que ayuda a los emprendedores a sacar adelante sus proyectos. Es una asociación privada e independiente formada por voluntarios, empresarios y profesionales. “Les damos sobre todo acompañamiento, les escuchamos y aconsejamos, porque todos hemos emprendido y todos hemos pasado por ese valle de la muerte”....
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Jaime Cavero es un emprendedor bilbaíno afincado en Tenerife que ha creado MentorDay (https://mentorday.es/), una aceleradora que ayuda a los emprendedores a sacar adelante sus proyectos. Es una asociación privada e independiente formada por voluntarios, empresarios y profesionales. “Les damos sobre todo acompañamiento, les escuchamos y aconsejamos, porque todos hemos emprendido y todos hemos pasado por ese valle de la muerte”.
Tienen un programa de aceleración de tres semanas y luego acompañamiento durante un año. Es una aceleración muy intensa, todo online, donde el emprendedor va pasando por un itinerario que se le elabora de manera personalizada, “le hacemos un traje a medida”.
Cavero se embarcó en esta iniciativa como un tema vocacional heredado de su bisabuelo, que creó empresas y destinaba parte de lo que ganaba a ayudar a otros. “A mí esto me sale natural, no me cuesta ningún esfuerzo, me provoca mucha felicidad y alegría”.
Todo esto sale de Dyrecto Consultores (https://www.dyrecto.es/), su grupo de empresas con sede en Tenerife que trabaja para toda España, “que es lo que me da de comer, que me va muy bien y una parte de los beneficios los destino a MentorDay”. Para llevar adelante sus proyectos, además de la aportación de las empresas de Jaime, se utilizan otras opciones como acudir a concursos públicos. Pero a final de mes “siempre queda un agujero de gastos, cosas que no se cubren, que pongo yo sacándolo de los beneficios de las empresas que he creado”. “En su momento, vimos que a los emprendedores había que darles algo, que no eran rentables para nosotros, que no nos interesaban como clientes en Dyrecto, y ese es el origen de MentorDay. Pensamos en montar una RSC o algo social donde al emprendedor no se le cobre, porque no le vamos a ganar nunca dinero, pero sí que se le ayude, ¿no?, porque son los que van a crear empleo”.
El mentor virtual
MentorDay ha creado un modelo escalable para ayudar a la gente. “Acabamos de sacar un mentor virtual que contesta a las preguntas de los emprendedores de cualquier país en cualquier idioma. Hemos metido el conocimiento de todos estos años, desde que empezamos a acelerar, y el mentor virtual ahora es capaz de llegar a cualquier país”.
Todo ello sin entrar en más gastos. Hay que tener en cuenta que en España hay mucha ayuda, pero en cualquier país africano o hispanoamericano no hay ayuda, el emprendedor está solo, resalta Cavero. “Yo veo a MentorDay ayudando en zonas emergentes con el programa que tenemos para mentores, Mentores sin Fronteras; es decir, que un mentor español responde a un emprendedor en Hispanoamérica. Y este movimiento que empezó con cuatro amigos, pues ya somos mil voluntarios”.
Cada mes tienen 300 solicitudes de 20 países, principalmente de Hispanoamérica, después de España y luego de África. Lo que necesitan siempre los emprendedores es financiación, “pero cuando entran en el programa de aceleración muchas veces se dan cuenta de que no tienen bien validado el modelo, que el cliente no lo tiene claro, que tienen que hacer otras cosas antes de ir a la financiación”, explica.
Juntar a gente de varios países con diferentes lenguas “es la riqueza del programa, porque van trabajando de forma conjunta durante tres semanas. Trabajan entre ellos y se aportan valor entre ellos”.
Para que puedan entenderse MentorDay utiliza una herramienta de traducción. Con ella han podido conseguir uno de los sueños de Jaime, que era unir a emprendedores de diferentes países, españoles, hispanoamericanos y africanos, en formaciones simultáneas y que se entendiesen en todo momento, cada uno hablando en su idioma. “Cada emprendedor ve subtitulado en su idioma lo que el otro está hablando. Es como la torre de Babel, que cada uno habla un idioma distinto, pero se entienden entre ellos.
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