H&M investiga una cascada de denuncias por abusos laborales en fábricas de Myanmar
La compañía sueca reconoce las dificultades para poder continuar abasteciéndose de las fábricas del país
El grupo sueco H&M investiga una veinena de denuncias de abusos laborales en fábricas proveedoras ubicadas en Myanmar, país en el ojo del huracán por el retroceso en el cumplimiento de los derechos humanos desde el golpe de estado de febrero de 2021.
Entre febrero de 2022 y febrero 2023, la ONG Business and Human Rights Resource Centre (BHRRC) ha identificado hasta 156 casos de abusos laborales, 100 más que en el año anterior, en 124 fábricas textiles de Myamar, lo que habla de un importante empeoramiento en las condiciones de trabajo del país. Los casos más habituales tenían que ver con la sustracción de salarios o la reducción de los mismos.
Casos que salpican a los grandes grupos textiles del mundo, que se surten de estas fábricas. En el caso de H&M, con una veintena de casos. “Todos ellos están siendo monitorizados, y donde es necesario, solucionados a través de nustro equipo local sobre el terreno, y en estrecha cooperación con todas las partes interesadas”, ha explicado la compañía en un comunicado remitido a Reuters. “Estamos profundamente preocupados por los últimos acontecimientos en Myanmar, y vemos importantes retos para poder seguir llevando a cabo nustras operaciones de acuerdos a nuestros estándares”, prosigue la empresa.
Según el informe de BHRRC, 21 casos de abusos estaban ligados a proveedores de Inditex. El gigante textil español comunicó en julio su decisión de dejar de abastecerse de empresas de ese país, sumándose a empresas como Primark o Marks & Spencer. También ha confirmado lo propio Tendam, el grupo español propietario de Cortefiel. “Tenemos un plan para dejar el país pero todavía no ha sido anunciado”, explica Tendam a Reuters. En todo caso, son decisiones que no tienen efecto inmediato. Primark, por ejemplo, recibirá las últimas prendas de ese país a finales de este año.
Decisiones que pueden resultar contradictorias de cara a una mejora en las condiciones laborales del país asiático. Como recuerda Reuters, la UE es favorable a que las empresas europeas del textil sigan abasteciéndose en Myanmar, con cerca de 500 fábricas dedicadas a este sector. “Si sales del país, es difícil tener una influencia en las condiciones laborales. Si como empresa participas en el debate con los organismos locales de derechos humanos y con los sindicatos, acerca de sueldos y otras condiciones, sí puedes tener influencia”, explica la responsable de la Cámara de Comercio europea en Myanmar, Karina Ufert.
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