¿Por qué Grifols se dispara en Bolsa pese a sufrir pérdidas en el primer trimestre?

La mejora de previsiones por parte de la compañía unido a los plenos poderes otorgados al presidente por parte de la familia Grífols impulsan a la acción

Planta de fraccionamiento de plasma en Parets del Vallès (Barcelona).Siqui Sánchez

Grifols brilla hoy en Bolsa pese a que durante el primer trimestre del año el gigante del plasma sanguíneo entró en pérdidas. Concretamente, el fabricante de hemoderivados perdió 108,3 millones de euros, frente a los 97,7 millones de beneficios registrados un año antes debido, en parte, a los costes de reestructuración. Las acciones de Grifols se disparan cerca del 10% en la jornada del martes y superan los 10 euros por acción. La lectura de inversores y analistas es muy positiva.

Desde Barclays consideran que esta espectacular revalorización responde a varios factores y no únicamente a sus resultados publicados hoy. La compañía anunció ayer que el presidente desde febrero Thomas Glanzmann asumirá también el papel de consejero delegado. Esta noticia junto con la “introducción hoy de un plan de incentivos que alinea mejor los intereses de la dirección con los de los accionistas y que debería mejorar la transparencia y la rendición de cuentas” es lo que permite a la cotización subir con fuerza, según el banco de inversión británico.

Citi también aplaude los cambios en la cúpula directiva de la compañía ya que forman parte de las “medidas para restablecer la confianza de los inversores”. Todos estos anuncios han gustado al mercado, que han penalizado de manera importante al valor desde hace varios trimestres por su elevado endeudamiento y su menor rentabilidad tras la pandemia de Covid-19.

Desde Jefferies, Peter Weldford, apunta que las cuentas han batido las previsiones y afirma que las previsiones de margen Ebitda ajustado del grupo se han elevado gracias a un mayor objetivo de ahorro de costes. “Los ingresos superaron las expectativas, mientras que los márgenes quedaron ligeramente por detrás, como ha sido la tendencia en los últimos trimestres. La operación de desapalancamiento sigue prevista para finales de año, lo que que debería mejorar significativamente su ratio deuda neta/Ebitda en combinación con el crecimiento de los beneficios”, recogen en un informe.

Aunque el apalancamiento sigue siendo la principal preocupación de los inversores, Citi prevé monetización parcial de la participación de 1.500 millones de euros en RAAS de Shanghai.

Por su parte, desde Renta 4, que reiteran su consejo de compra para el valor y un precio objetivo de 19 euros, -el valor cotiza alrededor de 10,5 euros-, prevén que la “mejora apreciada en el primer trimestre incluso se acelere a medida que avance el ejercicio y la compañía se beneficie de un coste de materia prima más reducido”. Por ello, reiteran su consejo positivo “en base a la mejora de las perspectivas del negocio, junto con el elevado potencial de revalorización de la cotización actual con respecto a nuestro precio objetivo”.

En cambio, Bankinter se desmarca del resto de los analistas recortando la recomendación del valor y poniendo el precio objetivo de la misma bajo revisión. “Nuestra valoración de los resultados es negativa. Son peores de lo esperado, el margen bruto cae, el cash flow libre sigue siendo negativo y la ratio de endeudamiento se eleva por encima de 9 veces Ebitda y sigue siendo uno de los problemas a acometer”, explican los expertos de la firma de análisis.

“No vemos que se manifiesten los catalizadores esperados (reducción de gastos operativos, mejora de márgenes, recorte del ratio endeudamiento)”, agregan.

El consenso de analistas es positivo. El 64% de los expertos que forman el consenso de Bloomberg recomienda comprar mientras que el 32% cree que es momento de mantener en cartera y, únicamente, el 4% tiene al valor con recomendación de venta. En cuanto a la valoración, el precio objetivo medio es de 16,79 euros, lo que implica un potencial de revalorización del 60% respecto a precios actuales de cotización.

Caída de doble dígito

Lejos queda febrero cuando la salida del entonces presidente ejecutivo de Grifols que llevaba cuatro meses en el cargo supuso un terremoto para la cotización en Bolsa de la misma. En una única jornada, las acciones de Grifols se desplomaron un 10,55%, lo que supuso el mayor castigo desde el pasado 28 de julio de 2022. La causa fue la dimisión del presidente Steve Mayer por motivos de salud y personales. Ya entonces se anunció que Le sustituía Thomas Glanzmann, que ocupaba el cargo de vicepresidente ejecutivo del consejo. Glanzmann venía de desempeñar diversos cargos en el sector, como en Gambro, HemoCue y Baxter. Cabía destacar que Raimon Grifols, codirector general hasta entonces, pasabha a ocupar el puesto de vicepresidente de Glanzmann.

Este anuncio fue entonces una sorpresa dado que Mayer ascendió a la función de presidente Ejecutivo hacía escasos meses, y al parecer fue el principal artífice de la mejora de la comunicación de la empresa con los inversores, de su compromiso con la mejora de la rentabilidad y de la mejora de la rentabilidad de la empresa, así como el plan de ahorro de costes anunciado previamente.

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