La carrera por el turismo espacial llega a los tribunales con cruce de acusaciones

Un juzgado de Madrid estudia las demandas interpuestas por EOS X y Halo Space

Cápsula de EOS X Space.

EOS X Space y Halo Space son dos de las empresas de turismo espacial que compiten en la carrera por ser los primeros en llevar pasajeros hasta la estratosfera. Un proyecto que se empezó a desarrollar de manera conjunta poco antes de la pandemia, pero que finalmente ha terminado en los tribunales con cruces demandas y acusaciones de competencia desleal.

La idea es hacer un proyecto similar, pero mucho más barato, al pionero Virgin Galactic, del multimillonario Richard Brandson, que atraviesa dificultades económicas después de que Virgin Orbit se declarara en bancarrota; a SpaceX, fundada por Elon Musk; o Blue Origin, de Jeff Bezos. No obstante, guarda importantes diferencias, como es la distancia a la que se viaja. Halo y EOS ofrecen viajes de unas cinco horas hasta alcanzar los 40 kilómetros de altura sobre el nivel del mar para ver la curvatura de la Tierra, en un globo estratosférico.

El proyecto comenzó a coger forma con EOS X Space, una vez que su fundador, Kemel Kharbachi, contrató, en 2020, los servicios de consultoría estratégica de Arthur D. Little, compañía de origen norteamericano especializada en el sector de la industria aeronáutica.

Para sacar adelante el proyecto, se fijó un calendario, entre febrero de 2020 y junio de 2022, con el objetivo de recaudar fondos de inversores (previsto entre febrero y abril de 2020); diseñar el sistema y crear un consorcio industrial (entre junio y diciembre de 2020); e iniciar los vuelos de prueba, obtener certificaciones, realizar las operaciones comerciales y diseñar la experiencia (entre abril de 2021 y el segundo trimestre de 2022). Las relaciones no se desarrollaron según lo previsto y casi desde principio aparecieron desavenencias. Tanto que programa no se llegó a desarrollar al completo y la alianza se rompió en verano de 2021, un año antes de que finalizara el contrato.

Uso de la marca y competencia desleal

En ese momento, Arthur D. Little dio vida a Halo Space, quien el pasado mes de diciembre realizó el primer vuelo de prueba con éxito en la India, e inició la batalla en los tribunales, según la documentación judicial, a la que ha tenido acceso CincoDías. La consultora demandó en los juzgados de lo Mercantil de Madrid a EOS X Space por hacer uso de su logotipo en la página web de la compañía de turismo espacial tras el cese de las relaciones comerciales.

EOS X Space no sólo contestó a la demanda negando los hechos, argumentando que únicamente hizo un uso “residual” o “meramente descriptivo” de quién había sido su socio, al tiempo que aseguró que dicha marca ya no aparece en dicha web, sino que pasó a la ofensiva. La compañía de Kharbachi planteó una demanda reconvencional ante el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid para acusar a Halo Space de ser una “imitación” y de haber intentado apropiarse del negocio.

A juicio de EOS X Space, y según indica en su contrademanda presentada por competencia desleal, la consultora utilizó la información confidencial de dicha firma, que obtuvo en su condición de asesora durante año y medio, e incumplió todos los compromisos para recaudar fondos, provocando retrasos en el avance del proyecto. La defensa de EOS aporta también documentación para tratar de demostrar que Arthur D. Little, no solo amenazó con montar una empresa similar si no le pagaba una serie de facturas, sino que también presionó para hacerse con el “35% del capital social” de la compañía para poder controlar la compañía.

Acusación por estafa

Por otro lado, y en paralelo a estos hechos, el fundador de EOS X Space, Kemel Kharbachi, se enfrenta también a una acusación por estafa a un inversor por 100.000 euros. La Fiscalía de Palma de Mallorca pide contra el empresario una pena de prisión de cuatro años de cárcel por la comisión, presuntamente, de este delito.

En su escrito de defensa, que ha podido ser consultado por este diario, Kharbachi niega el presunto engaño y explica que los hechos se remontan a la fase de captación de fondos, que tuvo lugar entre febrero y abril de 2020, cuando existió un problema puntual de liquidez, debido a que no se cumplieron las expectativas de inversión que hizo Arthur D. Little. A ello añade que la presunta víctima de la estafa conocía cuál era la situación de la empresa, ya que era miembro del Gobierno corporativo que formó EOS X Space hasta la creación formal de un consejo de administración.

Con todo ello, el turismo espacial tendrá una parada en los tribunales, que analizarán la legalidad de las actuaciones de ambas empresas tras su ruptura.

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